El lateral argentino campeón del mundo fue el encargado de anotar el remate decisivo en los penales contra la Roma, en Budapest. Al igual que contra Francia, el exRiver volvió a ser clave.
La mística no se explica, se plasma en los resultados. Siete finales jugadas, todas ganadas. El palmarés del Sevilla en la Europa League es fenomenal. Es su torneo en el mundo y en esta consagración ante Roma tuvo fuerte presencia argentina y regional.
No contó en la definición con Marcos Acuña, suspendido, pero el zapalino fue clave para arribar al partido decisivo, donde se impuso por penales tras el 1-1 de los 90' y 120'. Además, festejaron Lucas Ocampos (titular), Erik Lamela (ingresó en el entretiempo), Gonzalo Montiel (entró a los 94' y fue decisivo) y Alejandro Gómez (no ingresó).
Fue otra vez Montiel, como en Qatar con la selección contra Francia, el responsable de anotar el gol que le dio el trofeo a su equipo.
Sevilla campeón, la crónica
Sevilla y Roma igualaron 1 a 1 en los 120 minutos de una final cambiante en Budapest. La presencia de Paulo Dybala, que llegó a este encuentro con muchos problemas físicos, fue la gran novedad entre los titulares y le dio resultado a los italianos.
La primera chance fue originada justamente por Dybala, que armó la acción por derecha y tras un pase al medio Spinazzola exigió una gran atajada de Bono cuando iban 11 minutos.
En un contexto de partido disputado y sin muchas luces, Roma impuso condiciones. Sevilla no entró al área rival con peligro y tampoco tuvo rebeldía para romper la defensa rival.
Mourinho había dicho en la previa que Dybala estaba para 20 o 30 minutos y terminó poniéndolo de arranque, en una clara jugada de ajedrez que surtió efecto máximo a los 34' del primer tiempo. El argentino recibió un pase de Mancini entrando al área para rematar de zurda y dejar sin respuestas a Bono, abriendo el marcador.
Antes del final del primer tiempo, el exPalermo y Juventus volvió a escaparse por derecha y Lorenzo Pellegrini no la supo terminar con la efectividad necesaria, por lo que la acción se diluyó. Pero el zurdo campeón del mundo con Argentina fue una amenaza constante para la defensa contraria.
Recién en el cierre de la etapa inicial llegó la primera jugada colectiva de Sevilla, que terminó con un zurdazo de Iván Rakitic desde afuera que dio en la base del palo izquierdo de Rui Patricio.
Después del descanso, el trámite cambió por completo y la balanza se inclinó para el otro lado. Los cambios de Mendilibar fueron claves, porque Erik Lamela y Suso fueron protagonistas en campo rival. A los 9', el desborde de Jesús Navas y su buen centro terminaron en el gol en contra de Mancini, que la quiso sacar y dejó sin respuestas a su arquero.
Para colmo, a los 22' del complemento, Dybala tuvo que ser reemplazado por lesión y en su lugar ingresó Georginio Wijnaldum. El desarrollo favoreció al conjunto andaluz durante casi toda la segunda parte y Rui Patricio tuvo un par de tapadas importantes para sostener a su equipo.
Las polémicas no faltaron en las áreas. El árbitro Anthony Taylor cobró un penal sobre Ocampos, pero lo anuló a instancias del VAR porque no era infracción. Después, todo Roma pidió penal por mano de Fernando, pero el juez consideró que no era para sancionar la pena máxima y así se fueron al tiempo suplementario.
Entre el medio a perder de los dos, los cambios de ambos entrenadores y todo lo que había en juego, los 30' adicionales tuvieron poco fútbol. De todas formas, la Roma casi lo gana en el cierre con un cabezazo de Smalling que pegó en el travesaño y salió.
Penales
Lucas Ocampos abrió la cuenta con un "no look shoot", mirando para un costado y ejecutando hacia otro. Pura calidad.
Igualó Bryan Cristante cruzando su remate.
Lamela hizo lo propio de zurda y Rui Patricio le pasó cerca a la pelota pero no pudo atajarla.
El quiebre fue en el segundo de Roma, cuando Mancini cerró una noche para el olvido y Bono le atajó su disparo al medio.
Rakitic no falló y estampó el 3-1 para estirar diferencias con otro derechazo cruzado.
Ibáñez quiso hacer lo mismo y el remate le salió al palo, dejando todo en bandeja al rival.
Gonzalo Montiel no pudo con Rui Patricio en primera instancia, pero el juez de línea marcó un adelantamiento del arquero y en la segunda chance el argentino no falló. Con un remate muy similar al de diciembre contra Francia, el lateral derecho le dio el título al equipo español.
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