Ensalada keto de pollo frío y palta para los días de calor
Una ensalada de pollo frío, palta y limón, fresca, liviana y perfecta para los días de calor sin prender el horno ni perder sabor.
Cuando el verano acecha y el calor empieza a marcar el ritmo de la vida cotidiana, la cocina también se transforma. Las recetas pesadas, los estofados y esos platos que piden horno dejan de tener sentido. El cuerpo pide otra cosa: liviandad, frescura y combinaciones simples que no nos dejen atados a la cocina. En ese terreno, las recetas keto se convirtieron en una alternativa muy tentadora.
No sólo porque aportan saciedad con pocas calorías y sin harinas, sino porque muchas de ellas coinciden, naturalmente, con lo que buscamos en los meses más cálidos: vegetales crujientes, grasas saludables, limones exprimidos, aderezos livianos y proteínas que se pueden dejar listas en la heladera. Una especie de “kit de supervivencia gastronómica” para atravesar el calor sin resignar sabor ni bienestar.
La dieta keto —o cetogénica— viene ganando terreno hace años. Más allá de sus fines médicos o de control de peso, tiene una lógica que se lleva muy bien con el calor: evitar carbohidratos y priorizar grasas saludables y proteínas magras. Ese combo permite comer rico, mantenerse satisfecho y no cargar con la clásica sensación de pesadez que a nadie le gusta cuando la temperatura supera los 30 grados.
Entre todas las opciones posibles, hay una receta que se destaca por su simpleza, su sabor y su practicidad: la ensalada keto de pollo frío, palta, pepino y limón. No requiere técnicas complejas ni ingredientes raros. El pollo puede estar cocido del día anterior, la palta se consigue en cualquier verdulería y el aderezo se arma en 30 segundos. Es, literalmente, una receta que te salva el almuerzo o la cena con muy poco esfuerzo.
La receta: ensalada keto de pollo frío, palta y limón
Ingredientes (2 porciones abundantes)
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1 pechuga de pollo cocida (a la plancha, al vapor o hervida)
1 palta grande y firme
1 pepino
1 puñado generoso de hojas verdes (rúcula, espinaca baby o mezcla)
2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
Jugo de 1 limón
Ralladura de limón (opcional pero muy recomendable)
1 cucharadita de mostaza
Sal y pimienta
Semillas de sésamo o nueces picadas (opcional)
Preparación
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Preparar el pollo. Si está recién cocido, dejarlo enfriar. Si es del día anterior, mejor: queda más firme para cortar. Desmenuzar con las manos o cortar en cubos.
Cortar vegetales. Pelar o no el pepino (a gusto) y cortarlo en rodajas finas o en cubitos. Abrir la palta, retirar el carozo y cortar en gajos.
Armar la base. Colocar las hojas verdes en un bowl grande.
Aderezo fresco. Mezclar en un frasco el aceite de oliva, el jugo de limón, la mostaza, sal y pimienta. Agitar hasta emulsionar.
Montaje final. Agregar el pollo, el pepino y la palta sobre las hojas verdes. Sumar la ralladura de limón y las semillas o nueces. Rociar con el aderezo.
En menos de diez minutos tenés un plato completo, nutritivo y fresco, ideal para cualquier día de calor.
Por qué esta receta es perfecta para una dieta keto
El pollo aporta proteínas magras que sostienen la saciedad y combinan perfecto con el resto de los ingredientes. La palta aporta fibra, potasio y grasas saludables, un componente clave para quienes siguen keto. El aceite de oliva suma lípidos naturales que completan el perfil nutricional, mientras que el pepino y las hojas verdes aportan frescura, volumen y prácticamente cero carbohidratos.
El resultado es una ensalada que alimenta sin caer pesada, que refresca, que llena y que puede repetirse durante toda la semana cambiando apenas un par de ingredientes.
Variantes para no aburrirse
Una de las grandes ventajas de esta receta es su flexibilidad. La base —pollo frío, palta y un toque cítrico— funciona con casi cualquier agregado. Algunas ideas:
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Sumar queso crema o queso azul para quienes buscan más intensidad.
Agregar aceitunas negras para un perfil más mediterráneo.
Cambiar el pepino por zucchini crudo, cortado en láminas finitas.
Incorporar tomatitos cherry, si bien aportan algunos carbos, siguen siendo aptos en cantidades moderadas.
Hacer el aderezo con yogur griego (keto-friendly) para lograr una versión más cremosa.
Cada variante mantiene la esencia keto del plato, pero permite jugar con sabores distintos durante toda la semana.
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