Prepará estos geniales buñuelos de naranja
Una receta de buñuelos en plena estación de cítricos es una gran idea. Naranjas perfumadas y jugosas para un tentempié genial.
Los buñuelos son ideales para las medias tardes de invierno. Cuando el sol entra por la ventana, esa mezcla de frío de afuera y cobijo del interior hacen que prepararse un mate o un café y disfrutar de estas opciones sea una buena idea.
Los buñuelos se pueden hacer de múltiples formas y sabores. Aquí elegimos naranjas aprovechando que están en estación super frescas.
Ingredientes buñuelos
- 2 naranjas (ralladura y jugo)
- 250 g de harina
- 2 huevos
- 100 g de azúcar
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
- 100 ml de leche
- 50 g de manteca derretida
- Aceite para freír
- Azúcar impalpable
Desarrollo
Rallar la cáscara de las naranjas (solo la parte naranja) y exprimir el jugo.En un bol grande, mezclar la harina, el polvo de hornear, el azúcar y la pizca de sal. Reservar.
En otro bol, batir los huevos y añadir la leche, la manteca derretida, la ralladura y el jugo de las naranjas. Mezclar bien.
Volcar la mezcla de líquidos en el bol de los ingredientes secos. Mezclar hasta que se forme una masa homogénea y sin grumos. La masa debe quedar espesa pero suave.
Vamos a freír. Mucho cuidado y atención. Calentar el aceite en una sartén profunda o una freidora a temperatura media-alta (alrededor de 170-180°C).Con la ayuda de una cuchara, tomar porciones de la masa y llevarlas al aceite caliente. Freír los buñuelos hasta que estén dorados por todos lados, aproximadamente 2-3 minutos por cada lado.
Retirar los buñuelos con una espumadera y colocarlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Una vez escurridos, espolvorear los buñuelos con azúcar impalpable (opcional)
Tips
Podés acompañar los buñuelos con miel o una salsa de chocolate para un toque extra de sabor.
Para un sabor más intenso, añade un poco de licor de naranja a la masa.
Origen del buñuelo
El buñuelo es un dulce que tiene una larga historia y se encuentra en diversas culturas alrededor del mundo, con variaciones en su preparación y significado. Su origen es incierto, pero se cree que los buñuelos tienen raíces en la antigua Roma. Los romanos preparaban una masa frita similar llamada *globuli*, que se hacía con harina y agua, y luego se freía en aceite.
Con la expansión del Imperio Romano, esta preparación se difundió a otras regiones, y con el tiempo, cada cultura adaptó la receta a sus propios ingredientes y tradiciones.
En España, los buñuelos se convirtieron en una parte importante de la gastronomía y se hicieron populares durante celebraciones religiosas, como la Semana Santa y la festividad de Todos los Santos. Los colonizadores españoles llevaron la receta a América Latina, donde los buñuelos se transformaron en un dulce típico, adoptando diferentes formas y sabores según la región. Por ejemplo, en México se sirven con miel o azúcar, mientras que en Colombia son un elemento tradicional de la Navidad, elaborados con queso en la masa.
Así, aunque el buñuelo tiene raíces en la antigüedad, su evolución a través de los siglos y su adopción por diferentes culturas le han dado las diversas versiones que conocemos hoy.
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