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La Mañana estafa

El drama detrás de los que confiaron en Participar

Se trata de las 61 familias que denunciaron la estafa de la mutual.

Carolina Diocare

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NEUQUÉN

Sus ilusiones, sus proyectos y todos sus esfuerzos quedaron cercados. “Es una estafa, es una estafa”, se fueron avisando entre sí y la impotencia inundó los ojos de más de uno. Se trata de 61 familias que quisieron tener su casa y hoy luchan en medio de una pesadilla por los terrenos que les prometió la mutual Participar.

Ayer, unas veinte personas se reunieron en el perímetro del loteo Plan G -que consta de unas seis hectáreas-, ubicado en el barrio Confluencia, entre las calles Ricchieri y Copahue y la costa del río Neuquén.

Ahí, con los ojos puestos en el límite, en los postes que los separan de lo que lo debería ser suyo y no es, los damnificados contaron en primera persona a LM Neuquén lo que ocurrió desde un comienzo y las consecuencias de una promesa que no se cumplió.

Lo único que ellos querían era concretar el sueño de la casa propia. Vendieron autos, pidieron créditos, tomaron otros trabajos.

En cambio, en el momento en que los terrenos tenían que ser entregados, se enteraron de la peor noticia: la chacra donde se iba a realizar el loteo ni siquiera había sido comprada.

“Hace tres o cuatro días recibimos un mail de la mutual en el que nos ofrecían a cambio otro terreno en Los Frutales II, que no tiene papeles, en Valentina”, contó Juan Pablo y advirtió que encima tiene menos metros cuadrados.

“Jamás nos imaginamos esto, sí que se podía demorar, pero no que nos iban a estafar”, afirmó otra de las víctimas.

Otro hombre recordó que en febrero les habían enviado otro email, donde indicaban que en octubre se iba a realizar el sorteo de los lotes.

“Ellos ya sabían que la chacra no estaba comprada y ya estaba José Vargas, el nueve presidente”, recalcó Juan Pablo.

En este sentido, los damnificados indicaron que, en mayo o junio, la nueva dirigencia de Participar les prometió una solución y que por eso se quedaron tranquilos.

“Se echan la culpa entre ellos”, refirió otro de los perjudicados en referencia a los representantes de la antigua y nueva gestión.

“No sólo somos nosotros, sino que nos enteramos de otros dos planes que están en iguales condiciones”, explicó Juan.

Sobre los motivos que los llevaron a confiar en Participar, señalaron que “tenían varios loteos avanzados”. “Además las personas que estaban al frente eran personas conocidas, médicos respetables”, explicó otra de las víctimas.

“Puse plata en un corralón”, precisó un joven, mientras otro parado a su lado afirmó que él había tenido la misma intención para ir comprando cemento.

“Estuvimos a fideos y arroz”, admitió indignado un hombre en relación con el sacrificio que le demandó juntar peso por peso para pagar.

Las familias perjudicadas ya demandaron a la mutual Participar por estafa y reclaman unos seis millones de pesos.

Acusan a la actual gestión de José Vargas y a la saliente, encabezada por Sebastián Aguiar.

Cuarenta denuncias y un allanamiento

El viernes se realizó un allanamiento en la sede de la mutual Participar, ubicada sobre calle Corrientes al 700. Fue parte de la investigación que se lleva a cabo por un total de 40 denuncias realizadas por los damnificados. Allí se secuestraron al menos 57 carpetas con numerosa documentación que estarían vinculadas al hecho. “Debemos analizar el material, todavía no tenemos establecida las responsabilidades, ni determinado si puede existir alguna imputación o detención”, subrayó Marcelo Jara, fiscal de Delitos Patrimoniales. De acuerdo con la información a la que tuvo acceso LM Neuquén, cada asociado pagó 105 mil pesos como base por cada terreno. Con el dinero entregado, la firma se comprometía a llevar los servicios y urbanizar la chacra. Un cuarto del predio quedaba en manos de Cordineu; de lo sobrante, la mitad era de Participar y el resto del chacarero dueño del terreno.

“Hace 6 años que estoy atrás de un lote que no existe”

Indignada, Clarisa contó sobre su situación familiar y confesó: “Un sueldo nuestro iba directo para el pago de la mutual; se cobraba y se pagaba”.

En cuanto a los abonos de los refuerzos que se debían pagar, montos que iban por fuera de la cuota estipulada, afirmó que hacían horas extra.

“Mucho esfuerzo, laburo, ilusiones de por medio”, sintetizó Clarisa en referencia a todo lo que su familia puso en juego. “Compramos el terreno en 2012 y confiábamos en la mutual porque nos seguían enviando mails”, afirmó la mujer.

“Esto te frustra, hace seis años que estoy atrás de un lote que no existe”, apuntó Clarisa.

Además, indicó que esto también conllevó un malestar familiar y discusiones al respecto.

“Negarle a tu hija que pinte la pared de su pieza porque nos íbamos a tener que mudar al año siguiente, y después nada”, recordó la mujer muy angustiada.

“Cuando me enteré de la estafa estaba viajando de Picún a Neuquén, me lloré todo el camino, mi marido no lo podía creer”, recordó sobre ese día, y enfatizó que por cumplir con la cuota de la mutual el dinero nos les alcanzaba ni para comprar un helado.

“Postergué formar mi familia para trabajar y ahorrar”

En medio del esfuerzo que realizaron las 61 familias para acceder a la oportunidad de tener el techo propio, está el caso de Virginia, de 32 años, quien debió salir a buscar otro trabajo para afrontar el pago de un terreno que hoy no tiene. “Trabajaba de 8 a 17 en una inmobiliaria y de 17:30 a 23 en una farmacia para poder pagar”, aseveró la mujer.

Actualmente, Virginia se encuentra alquilando un lugar como muchas otras familias y, con el estómago revuelto, afirma que esperaban tener su casa para poder tener hijos con su pareja.

Luego, la mujer relató que cuando se enteró de que se estaba ofreciendo el mismo terreno que ella estaba pagando, empezó a los gritos. Desde la mutual la respuesta fue: “Te damos el número de la abogada”. Desahuciada por la noticia, Virginia llamó, pero nunca la atendieron.

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