El insólito robo de armas y chalecos antibala a la Policía

La Policía de Río Negro sufrió un robo que evidencia una larga cadena de fallas de seguridad. La fuerza policial tenía armas y chalecos antibalas guardados en un predio cuya custodia estaba a cargo de una psicóloga. Ladrones forzaron un portón lateral y huyeron con armas de fuego, municiones y chalecos protectores. Hasta el momento, las autoridades de Seguridad y Justicia no hablaron sobre el caso.

El robo se produjo en la madrugada del miércoles y, hasta el momento, no hay rastros de las armas que fueron robadas. El robo se produjo en la sede de la Mutual Policial en General Roca, que está ubicada sobre Ruta Provncial 65. Hasta el momento, desde la Policía y el Gobierno no se confirmó porque había armamento guardado en ese edificio, en lugar de estar bajo custodia en una sede policial.

En la sede e la mutual se lleva a cabo una capacitación para personal del servicio penitenciario por lo que ha ingresado gente que habitualmente no visita la mutual. Según confiaron fuentes de la Policía, el martes se habían reforzado algunas medidas de seguridad y se habían resguardado las armas. Los ladrones demostraron que las medidas preventivas fueron insuficientes.

El robo se descubrió durante la madrugada del miércoles y rápidamente se montó un operativo, informó el sitio AN Roca. La investigación pasó rápidamente a la Fiscalía, que detectó irregularidades en la cadena de custodia de las armas.

La investigación del robo

La sede de la Mutual, según informaron fuentes policiales, estaba a cargo de una psicóloga. Es decir, que no había autoridades de la Policía de Roca directamente afectadas a resguardar armas largas, municiones y chalecos.

Desde el Gobierno se confirmó el robo y se expresó que "se iniciaron las actuaciones correspondientes y se está investigando para esclarecer lo sucedido". La ministra Betiana Minor no habló públicamente sobre el robo, ni las graves fallas de seguridad.

La hipótesis más firme de los investigadores es que los ladrones fueron alertados de la presencia e armamento y la escasa custodia. Los delincuentes forzaron un portón y rompieron algunos vidrios para poder llegar hasta el lugar en el que estaban las armas. Lograron apoderarse de seis escopetas calibre 12/70 y municiones.