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El Pachy, la oveja negra de una familia de policías

Su papá es oficial principal y el tío subcomisario. El pibe fue demorado por el robo de 200 mil pesos en la playa de un mayorista y se investiga su participación en varios hechos con inhibidores.

Hijo de un oficial principal y sobrino de un subcomisario, la vida del Pachy parecía estar destinada a incorporarse la Policía, pero ya desde adolescente, tal vez por rebeldía, se asoció al delito y ahora está siendo investigado por una serie de robos con inhibidores.

Para el resto de la Policía el pibe es un “descarrilado mal” y se lamentan porque dicen que el padre es “un buen poli”. En definitiva, a los hijos se los educa y ayuda todo lo que se puede, pero ellos al fin de cuenta toman sus propias decisiones.

El Pachy tomó la suya en una edad donde se entra en conflicto en busca de la propia identidad. Los psicólogos explican que necesitan “matar al padre”, es decir romper el lazo para encontrarse ellos.

Así fue que comenzó a cometer delitos menores y ya de mayor incurrió en modalidades que no lo pusiera cara a cara con una víctima.

La aparición de los inhibidores de alarma se terminó transformando en la herramienta ideal para los delitos del Pachy. De hecho, los investigadores sospechan que podría estar relacionado a varios robos, pero puntualmente lo tienen vinculado a dos en concreto.

Estación Puma

A principios de este año, fue demorado a bordo de un Renault Clio a metros de la Estación de servicio Puma, ubicada sobre la Ruta Nacional 22.

Allí lo habían identificado por un par de hechos y al momento de la detención le secuestraron dos inhibidores de alarma.

Pese a esa demora, como fue notificado de la causa y volvió a la calle, el Pachy continúo en la suya.

Hace dos semanas, un empleado del mayorista resultó positivo.
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El robo ocurrió en la playa de estacionamiento del mayorista Vital.

Robo en la playa del Vital

El martes 11 de agosto hubo un robo en la playa de estacionamiento del mayorista Vital. A una camioneta Volkswagen Amarok le rompieron una ventanilla, mientras su dueño se encontraba en el interior del mayorista haciendo una compra. La víctima fue profesional del sistema provincial de Salud al que le llevaron dos mochilas que contenían 200 mil pesos en efectivos y dos sellos médicos.

Testimonios del personal de seguridad del predio de calle Paimún y Ruta 22 más el relevamiento de cámaras de seguridad fue clave para establecer que el ladrón se había movilizado en un Citroën C4 de color negro con vidrios polarizados.

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Así fue como la brigada de investigaciones de la Comisaría 19 comenzó a atar cabos y descubrió que el involucrado era el Pachy, un viejo conocido de esa modalidad delictiva.

La investigación se realizó en conjunto con la Fiscalía de Robos y Hurtos y cuando confirmaron el domicilio donde estaba residiendo el joven, se libró la orden de allanamiento.

Fue así que este miércoles 19 de agosto la Policía irrumpió en una vivienda del barrio Limay, ubicada sobre calle Nordestrom al 1100, y se demoró la Pachy, secuestraron el Citroën C4, un celular, un inhibidor de alarma y 25.600 pesos en efectivo.

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Tras la identificación de rutina, la fiscalía ordenó que se lo notifique de la causa, mientras avanza con la investigación para ver cuántos hechos pueden reunir para formularle cargos. Por ese motivo se dispuso su libertad supeditada al caso.

Es así que el Pachy volvió a la calle a sabiendas de que está complicado y que si continúa haciendo de las suyas, ni recurriendo a su familia podrá zafar de la cárcel.

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