El supuesto cómplice neuquino de Cositorto fue policía de la provincia

Miguel Echegaray, el neuquino investigado por tener un vínculo estrecho con el presunto estafador Leonardo Cositorto por estas horas aún no da señales de vida, pero su legajo sigue dando de qué hablar.

Cabe recordar que en los últimos días, la Policía neuquina se sumó a la búsqueda de Echegaray, presunto contador, coach ontológico del grupo Zoe y mano derecha de Leonardo Cositorto, el líder de la empresa investigada por estafa.

Aunque recién esta semana trascendió la búsqueda del supuesto contador y coach ontológico neuquino a raíz del allanamiento a su domicilio registrado en la capital neuquina, la Justicia ya lo tenía en la mira porque el propio Cositorto puso la responsabilidad del manejo del dinero de su empresa en manos de Echegaray, en un intento por desvincularse de la causa.

Según la investigación, Echegaray incluso figuraba como número dos en ZOE Empowerment S.A. (la firma del holding que estaba encargada de realizar los cursos de coaching, liderazgo emocional, valores o negociación) y al mando de una empresa de turismo propiedad del grupo.

Es por ello que la Justicia lo viene buscando por Buenos Aires, Corrientes y Neuquén, su ciudad natal. Aunque se logró recabar documentación y dólares en efectivo en oficinas y domicilios vinculados a éste, su paradero sigue siendo un misterio.

El dato que se sumó recientemente, de acuerdo a la información obtenida por LMNeuquén, es que Echegaray no sólo solía ser empleado estatal neuquino previo al comienzo de su relación laboral con Cositorto, sino que se desempeñaba para la Policía provincial.

Por el momento, se desconocen ciertos detalles de su carrera policial, pero sí se sabe que se habría retirado como sargento tras cumplir con los años de servicio en 2010, computando como último lugar de desempeño la Comisaría Tercera del barrio Islas Malvinas.

Al menos eso es lo que se pudo saber extraoficialmente, aunque sí se destacó que también cumplió tareas durante unos meses en la Unidad de Detención 11 previo a su retiro, un dato que no es menor. Es que, al menos hasta hace unos años, quienes se encontraban dentro de las filas de la fuerza provincial sabían que una estadía de pocos meses en el penal actualmente más poblado de toda la provincia, significaba una suerte de "castigo". Es por esto que se estima que Echegaray puede que tenga alguna "manchita" en su legajo, aunque no haya confirmación de esto.