El increíble casting que lanzó a Lali Espósito a la fama: un monólogo improvisado y con insultos
Hoy 10 de octubre la polifacética artista cumple 32 años. El error de "tres cuadras" que le ayudó a dar los primeros pasos en su impactante carrera artística.
De Rincón de Luz a Floricienta y Chiquititas. De Casi Ángeles a las tiras de Pol-ka, la música y los reality shows. La carrera de Lali Espósito es realmente asombrosa. En coincidencia con su cumpleaños número 32, repasamos cómo fue que llegó por “error” a la productora de Cris Morena.
El 10 de octubre de 1991 nació Mariana Espósito en el barrio porteño de Parque Patricios. Es la hija menor de la visitadora médica María José Riera y del entrenador de fútbol Carlos Romualdo Espósito, y tiene dos hermanos: Ana Laura y Patricio.
Fue su hermano, tres meses mayor, quien ante la imposibilidad de nombrar como “Mari” la rebautizó. Así las cosas Mariana pasó a ser “Lali”, primero para los suyos; y luego para el mundo entero.
Por qué Lali Espósito llegó “por error” al casting que le abrió las puertas de su carrera
Con sólo 10 años, meses antes de que el país transitara la Crisis de 2001, Lali Espósito y su hermana Ana Laura vieron un anuncio televisivo de un casting para Canal 9, donde buscaban chicos y no lo dudaron. Juntas se dirigieron en colectivo hasta Palermo Hollywood.
Lo cierto es que en un radio de tres cuadras se estaban realizando dos casting diferentes. Uno, el de la publicidad que su hermana y ella habían visto en Conde 70, Colegiales; y otro privado, para agencias que representan niños, llevado a cabo por Cris Morena en Ravignani 1470. Y ella acudió a este último.
Así lo reveló Lali durante una entrevista realizada por Alejandro Fantino en el programa Animales Sueltos (América TV). La actriz y cantante argentina contó, años atrás, los pormenores del error geográfico –la mano invisible del destino– que la hizo formar parte del elenco de la telenovela Rincón de luz (2003).
“Me subí a un bondi como mi hermana. Teníamos 10 y 15 años. Nos bajamos mal y llegamos a un casting pensando que era una cosa y era otra. Y me encontré en un casting de Cris Morena de pedo”, reconoció Lali.
Según sus propias palabras, una energía la condujo a su destino, todo se fue dando casi de manera natural. “Me toca mi turno y entro. Había tres personas detrás de una mesa, como si fuera un reality de Pop-stars. Me hacen poner frente a la cámara y me preguntan de dónde vengo. Yo les contesté de mi casa, de Parque Patricios”, compartió entre risas.
Los productores que llevaban adelante las pruebas continuaron con las preguntas de rigor y, si bien Lali no entendía bien qué estaba sucediendo, se dejó llevar por su frescura y espontaneidad. “¿De qué agencia venís? No tengo. ¿Quién es tu representante? No tengo. ¿Alguna vez trabajaste? No. ¿Qué hacés acá? Vi la publicidad…”, respondió en una suerte de ping pong.
Amablemente le explicaron que se encontraba en un casting privado, cerrado al público, que no había ningún anuncio. De todos modos, le tomaron los datos y se despidieron de ella. Pero antes de irse, Lali redobló la apuesta y mostró que había algo en ella, que tenía pasta para el mundo del espectáculo.
Tras preguntar si no le iban a tomar una prueba, luego de comentar el sacrificio que le había significado haber cruzado la ciudad de Buenos Aires, Lali optó por improvisar: “Empecé a hacer un monólogo, recontra caliente. Era una gnomo puteando, diciendo malas palabras. ‘Váyanse a la m…., me vine hasta acá y traje una coreografía’. Vi que se reían y me fui”, recordó la artista del Disciplina Tour.
Lejos de haber sellado su suerte, ese exabrupto de una nena de 10 años fue la llave de la “puerta grande”. “A la semana suena el teléfono de mi casa y atiende mi mamá. Eran de la producción de Cris Morena, que me querían volver a ver”, concluyó.
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