Marcelo Polino contó cuántos moños tiene en su placard
El histórico jurado del Bailando detalló cómo nació su fanatismo por los moños. Además, contó por qué "desistió" su deseo de adoptar un niño.
Pasan los años y hay algo que no cambia en el polémico e histórico jurado del Bailando Marcelo Polino: su utilización de moños. Hay pocos recuerdos del periodista sin utilizar este elemento esencial en su carrera, qué apareció en su vida de manera inesperada.
“Hacíamos acá en eltrece un programa llamado ‘Soñando por bailar’, que era la previa del ‘Bailando’. En ese momento le hacíamos contra a Gran Hermano”, comenzó diciendo, y agregó: “Una amiga mía, Mirtha, que tiene un programa de turismo en A24, me dijo que me iba a traer un regalo de un viaje y yo le pedí un pañuelito, pero me trajo un moño. Me lo puse y ese día le ganamos por primera vez a Gran Hermano. El Chato me dijo ‘nunca más vengas sin moño’”, detalló el jurado del Bailando, en diálogo con Mirtha Legrand durante el programa “La Noche de Mirtha”.
Desde ese momento se volvió un símbolo del periodista. Pero, con el paso del tiempo, apareció un problema: “Lo que pasaba es que nadie hacía moños divertidos o con color fantasía acá, así que primero fue complicado conseguir”, contó en una parte de su relato.
Además, dijo: “Mi mamá me empezó a hacer algunos con pedazos de tela, Teté Coustarot me trae siempre que viaja con el marido, Antonio Gasalla también. Así arrancó”.
Lo llamativo de esta relación entre este accesorio de moda es la variedad con la que cuenta para mostrarse diariamente en la televisión y no repetir el diseño. En continuación con su relato, Polino afirmó que tiene una gran variedad de moños en su casa.
“Y, debo tener más de 700 moños a esta altura”, confirmó Marcelo, para despertar la sorpresa de todos los presentes. Además, luego de una pregunta realizada por el periodista Luis Majul, Polino detalló cómo son sus moños: “Hay diferentes maneras. Este tiene un velcro porque es para la tele”.
Su deseo de adoptar un hijo
“Estuve casi diez años en lista de espera, son carpetas que cada dos años se renueva”, comenzó relatando Marcelo, y agregó: “Voy a contar lo que sucedió. Primero no me daban y cuando yo empecé a venir acá y a decirlo, me empezaron a ofrecer grupos de hermanos. En su momento, yo fui a la quinta de Olivos y hablé con Mauricio Macri y me llamaron para cuatro hermanitos, después para cinco. Al no tener una gran familia y una gran estructura, no podía hacerme cargo de la adopción de cinco niños. Así que por eso desistí de la adopción”.
En el cierre de su relato, contó que Luciana Salazar, íntima amiga de Polino, ofreció donar óvulos para ayudarlo, pero esa idea no se llevó a cabo. “Me ofreció y yo le agradecí. Mi idea era adoptar a alguien para que todo lo que yo había logrado en la vida podría dejárselo a alguien que tuviera alguna carencia”, cerró.
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