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La Mañana Luis Ortega

"Le agarré el gustito al mundo delincuencial"

Luis Ortega. El Ángel. El realizador habla de su nuevo film, en el que recrea la historia de un asesino emblemático: Carlos Robledo Puch. Recién empieza a rodarse y se verá en 2018.

Paula Bistagnino

Especial.- Luego del éxito de Historia de un clan, el director Luis Ortega vuelve a tomar la historia de un criminal emblemático en la historia argentina pero esta vez para llevarla al cine: Carlos Robledo Puch, el mayor asesino que se conozca y que revolucionó la década del 70 con sus crímenes, por los que aún sigue preso. “Estoy muy contento de estar presentando este proyecto y además con semejantes productores: Underground, K&S Producciones, Telefe y El Deseo. Siempre quise tener una presentación así”, dijo en referencia a los avances que se vieron en la presentación en el MALBA, donde se hizo la conferencia en presencia de los protagonistas: Daniel Fanego, Mercedes Morán, Cecilia Roth, el Chino Darín, Peter Lanzani (los dos últimos serán los secuaces del Ángel) y Lorenzo Ferro, un actor que debuta en esta película. El rodaje recién comienza y el film tiene fecha de estreno en 2018, con distribución de la 20th Century Fox. “Siempre soñé con hacer una película con esa presentación. Ahora hay que estar a la altura”.

¿Cómo llegás a esta historia y qué te atrajo?

Había leído El ángel negro de Rodolfo Palacios -periodista y escritor- y me pareció tan impactante… Pero además, como ya habíamos trabajado y muy bien, luego de Historia de un clan fue una cosa del destino. Vino solo el proyecto. La verdad es que le tomé el gustito al mundo delincuencial y encontré que es muy rico dramáticamente para hablar de las mismas cosas pero quizás de una forma más directa, porque estás frente al bien y al mal.

Decís que le tomaste el gusto al mundo delincuencial…

La idea de la muerte… En general, hay que dar muchos rodeos para llegar ahí y hay personajes como estos que te permiten llegar hasta el hueso de eso más rápido. Y de alguna manera esta historia es más una inspiración que una recreación de los hechos. Hay algo que queremos contar que es más grande que la anécdota.

¿La película está apegada al libro?

Cuando uno lee algo tan bueno, ¿para qué cambiarlo? Él ya lo había hecho. Rodolfo es la persona que más veces visitó a Robledo Puch y generó una relación con él muy intensa. Es difícil de explicar lo que es una afinidad con una persona. Pero escribimos a cuatro manos durante un año. Después se sumó Sergio Olguín -autor de la novela y posterior serie La fragilidad de los cuerpos-, pero con Rodolfo llegamos a una dinámica de un entendimiento muy profundo. Curiosamente, tanto en Historia de un clan como acá, él fue el que trajo el material para empezar con el proyecto. Esto está muy basado en literatura que transitamos juntos: de Gandhi a Roberto Arlt y Jean Genet, libros que nos dieron material para poder escribir esta historia con sensatez. Rodolfo pasó a ser un referente para mí. Él trabaja no el género policial, si no el delincuencial, que es totalmente distinto. El género policial en general escribe diciendo “mirá qué malos son los malos”. Y hay que castigarlos. En ningún momento se mete de verdad en la historia. Rodolfo lo hace.

Decías que la película va a contar algo más grande que el mundo delincuencial, ¿qué es?

Sí, a mí me gustan las películas con personajes y me gusta profundizar en las historias y en los matices. Hay algo que atraviesa a toda la película que es una historia de amor en relación con la amistad. Y la amistad en una edad en la que es de una entrega muy profunda, en la adolescencia. Y eso ocurre entre Ramón y Carlitos, quien se enamora de su amigo. Y trasciende toda la parte erótica… Es un enamoramiento muy profundo. Cuando uno está muy solo, encuentra otro quizás en lo mismo. Y empieza una relación muy profunda.

¿Cómo es el abordaje de un asesino para que no sea la mirada del malo pero tampoco la justificación?

Nuestro personaje es alguien que ve que todos están actuando y que el mundo es una puesta en escena. Y descree de eso. Y eso es un problema que puede transformarse en una patología, pero también, en principio, parte de una percepción muy aguda, en la que vemos que detrás de cada persona hay una batalla por querer ser alguien. Y eso hace que todos actúen de una manera que hace que nuestro personaje vea en ellos autómatas. Nuestro personaje tiene 17 años, por eso comete esos errores tan graves. Pero él está buscando una respuesta más grande de lo que puede abarcar cualquier vida. Él quiere saber algo que nunca se va a saber. Todo eso con la historia de amor y las familias tan opuestas, que lo llevan a armar el mundo que lo impulsa a cometer estos crímenes. Todo por amor a su amigo y esta familia que descubre, por querer sorprenderlos. Nuestro personaje cree que lo están filmando, actúa para alguien. Eso es muy común de la edad. Y si bien es una película que puede aparentar ser muy oscura, para mí echa luz sobre muchas cosas.

El protagonista es un actor desconocido, ¿fue una búsqueda?

Sí, para nosotros era muy importante que fuera alguien nuevo. Vinieron casi mil personas al casting y el que quedó fue el primero que vino: Lorenzo Ferro -hijo del actor Rafael Ferro-, quien debuta en la actuación y tiene un parecido impactante con Robledo Puch joven. Después vinieron mil, de verdad, pero volvimos a él.

Cecilia Roth y otra familia de criminales

“¿Qué es la normalidad, qué sería una familia normal? Yo no tengo la respuesta. Creo que florecen diferentes tipos de flores en distintas familias y que son situaciones que están provocadas por un entorno favorecedor. Y eso ocurre en esta familia”, dice Cecilia Roth, que en Historia de un clan fue la esposa de Arquímedes Puccio y ahora será la madre de Robledo Puch. La otra madre de la película es Mercedes Morán, mamá del amigo de Carlitos: “Hay un tipo de disfuncionalidad que sucede en cada grupo familiar. Somos dos familias opuestas, pero nuestros hijos son amigos. Y funcionan como emergentes de estas familias. No tenemos muchas cosas en común; hay un juego de ida y vuelta de Carlitos, de encontrarse con algo muy diferente en nuestra casa que lo atrae”. El elenco protagónico se completa con el Chino Darín y Peter Lanzani, los dos actores que hicieron de Alejandro Puccio en la tira y en el film, respectivamente, y que ahora son los secuaces del joven Robledo Puch.

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