La silenciosa guerra de Dubái para atraer familias millonarias de China e India

La monarquía árabe de Dubái no sólo explota petróleo a nivel económico, también viene apostando por la diversificación. Desde hace tiempo cuenta con una poderosa industria financiera de más de 5.500 empresas radicadas en el Centro Financiero Internacional de Dubái (DIFC), que les deja una suculenta ganancia.

La muestra de este imperio de lujo es la enorme autopista Sheikh Zayed Road, que va uniendo distintas ciudades a lo largo del Golfo Pérsico, donde se agrupan modernos y sofisticados edificios de entidades bancarias y financieros de todo el mundo.

Busca fortunas gestionadas por las "Family Offices"

Si bien este poderoso estado de Emiratos Árabes Unidos ya es un importante productor de fondos, ahora la familia real busca dejar de lado las grandes corporaciones y apunta a las enormes fortunas gestionadas por lo que se conoce como las “Family Offices”.

Se trata de entidades encargadas de gestionar el patrimonio de un único grupo familiar. Por lo general, familias que cuentan con fortunas mayores a los 100 millones de dólares.

Esta tendencia llevó a Dubái a una guerra comercial con China e India, de donde provienen muchas de estas acaudaladas familias.

El Gate Village, uno de los núcleos del arte y el comercio de Dubái.

El Gate Village, uno de los núcleos del arte y el comercio de Dubái.

Turismo Dubái

La comunidad de ultra ricos

La suntuosidad y el esplendor de Dubái ha sido un atractivo permanente para los magnates y multimillonarios, tanto árabes como de otras partes del mundo.

De acuerdo a los últimos datos oficiales, esta población privilegiada alcanzó las 72.500 personas en 2024, frente a los 68.400 del año anterior, lo que demuestra claramente que el pequeño estado tiene éxito en su campaña.

En un desglose de las cifras se puede ver que el Centro Financiero Internacional de Dubái cuenta actualmente con más de 600 familias con un patrimonio total de un billón de dólares.

Dubái ya tiene 600 familias multimillonarias

En esa línea, sus autoridades decidieron crear otro centro financiero, en este caso dedicado exclusivamente a las grandes fortunas familiares. Se trata del DIFC Family Wealth Centre.

La belleza y sofisticación de Dubái.

La belleza y sofisticación de Dubái.

Turismo Dubái

No cualquiera podrá tener allí sus oficinas. Los requisitos para registrarse en este exclusivo club son un millón de dólares líquidos en efectivo, y un mínimo de 50 millones de dólares en patrimonio.

El millonario que ponga allí su fortuna tendrá todas las ventajas de un paraíso financiero. Hay absoluto secreto de datos y movimientos.

El emirato también ofrece un bajo impuesto de sociedades (tipo del 9%), así como la resolución privada de litigios, sujetos al derecho británico aplicable en toda la zona económica para garantizar seguridad a las inversiones.

Un sector del DIFC Family Wealth Centre.

Un sector del DIFC Family Wealth Centre.

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De dónde vienen los principales clientes

Hasta hace poco tiempo eran los magnates rusos quienes más requerían estos servicios en Dubái. Pero las presiones internacionales tras la guerra en Ucrania hicieron que la situación cambiara.

Ahora los mayores solicitantes son multimillonarios de India, según la inmobiliaria Betterhomes, citada por la agencia Reuters. El pequeño emirato espera la llegada de 4.300 familias ricas de Nueva Delhi.

Jacques Visser, director jurídico de la autoridad del DIFC, explica a la agencia Reuters que el centro financiero “ha recibido una gran afluencia de familias de alto poder adquisitivo de ascendencia india”. “Hemos visto que han llegado familias grandes y muy conocidas a Dubái”.

La ciudad emiratí espera 4.300 familias de India

Al otro gigante asiático al que Dubái le está “robando” sus millonarios es China. El emirato estima que este año recibirá a unos 15.000 ricos chinos, cansados de las restricciones económicas del gobierno de Xi Jinping.

´La famosa isla artificial con forma de palmera en Dubái.

´La famosa isla artificial con forma de palmera en Dubái.

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Las autoridades del emirato aseguran que no son un nuevo “paraíso fiscal” a nivel mundial. De hecho, remarcan que el Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF), encargado de controlar este tipo de negocios, los sacó de la “lista gris” de blanqueo de capitales.

“No somos una jurisdicción offshore. Siempre hemos sido controlados por la FATF y siempre es algo que nos tomamos muy en serio. Llevamos a cabo un proceso muy exhaustivo contra el blanqueo de capitales”, destacó Visser.