México: un cartel narco salió a la caza de policías corruptos que le robaron un cargamento de drogas
Hasta el momento fueron asesinados seis policías. Se cree que la cocaína pertenecía al cartel de Sinaloa.
La realidad volvió a superar a la ficción. En este caso en México, donde un cartel de narcotraficantes demostró que lo que ocurre en la vida cotidiana sobrepasa ampliamente los entretenidos guiones de televisión.
Una reciente ola de asesinatos de policías en Tijuana, ciudad dominada por los carteles, puso al descubierto un operativo lanzado por los narcos contra un grupo de policías corruptos que le había robado un importante cargamento de drogas.
Hasta el momento asesinaron cruelmente a seis policías, al menos. Dos de ellos estaban implicados directamente en el robo de la droga, según reveló la Fiscalía local. Pero se teme que la cifra suba porque los líderes del cartel están enfurecidos.
Tijuana es una ciudad fronteriza con Estados Unidos sobre el Pacífico que tiene el récord de homicidios en México: 2.000 por año.
Incluso se cometen el doble de asesinatos que en Ciudad Juárez, otra población fronteriza con altos grados de violencia.
El robo
La justicia mexicana, a través de la Fiscalía General de la República, admitió que media docena de policías locales, en complicidad con otros de la Guardia Nacional, tramaron un complot para robar un gran cargamento de drogas de un almacén donde los traficantes lo almacenaban.
Se trata de cocaína y metanfetamina, que pertenecía a un sector del poderoso Cartel de Sinaloa, que maneja el temido Ismael “El Mayo” Zambada.
El propio cartel afectado difundió un video de una camioneta policial saliendo del edificio con “fardos de cocaína envueltos en plástico”.
La fiscal estatal María Elena Andrade confirmó esta semana que tres detectives estatales estaban siendo investigados en el caso, junto con un número similar de policías municipales de Tijuana.
La venganza
Las autoridades judiciales ya comenzaron una investigación interna, pero los narcotraficantes van mucho más rápido que ellos.
El Semanario Zeta, que se dedica a investigar hechos vinculados al narcotráfico, reveló que el Cártel de Sinaloa envió un grupo de sicarios con la orden de asesinar a todos los implicados en el robo de la partida.
El Mayo Zambada supo rápidamente quiénes habían cometido el robo de su droga. Los agentes fueron identificados por sus jefes en los videos, y esa información llegó inmediatamente al cartel a través de un delator.
El 24 de noviembre un grupo de hombres armados atacó el edificio de la Fiscalía estatal en Tijuana con una ráfaga de disparos. Fue sólo una advertencia y nadie resultó herido.
Pero tres días después comenzaron los asesinatos directos. Una detective estatal, investigada por el caso, fue acribillado a tiros en su automóvil mientras cargaba nafta en una estación de servicio de Tijuana.
Otros dos compinches intentaron desaparecer, pero también fueron alcanzados por los narcos, que los asesinaron a quemarropa en las calles de la ciudad, a plena luz del día.
Estos dos policías habían rechazado una oferta para integrarse a un programa estatal de protección de testigos a cambio de testificar en el caso.
Alberto Capella, exjefe de la policía de Tijuana, le dijo a la agencia Associated Press que al menos otros tres agentes fueron asesinados desde el robo de las drogas, lo que implica que el cartel lanzó una “represalia generalizada”
"Esto es muy preocupante. Tijuana nunca había visto algo de esta escala y eso es mucho decir”, señaló Capella.
Guerra narco
Tijuana es uno de los lugares claves del tránsito de droga de México hacia Estados Unidos. Su control es fundamental para las bandas que operan en la región.
En los últimos años hubo varias divisiones internas en los carteles, provocando enfrentamientos armados entre ellos.
Ahora, según los especialistas, las batallas territoriales más importantes se están dando entre Nueva Generación de Jalisco y los sicarios del Cartel de Sinaloa.
De todas maneras, en la zona siguen operando otras agrupaciones delictivas. Entre ellos el Cartel de Tijuana o de los hermanos Arellano Félix, y el Tijuana Nueva Generación, un grupo muy violento que se alió a otros sectores del narcotráfico.
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