El clima en Neuquén

icon
27° Temp
24% Hum
La Mañana Navidad

Prohibido: los países donde festejar Navidad es castigado con multas o cárcel

Decorar un árbol o cantar un villancico en público se considera una falta grave para las autoridades.

La Navidad figura entre las celebraciones más extendidas del planeta. Cada diciembre, ciudades enteras se iluminan, los hogares incorporan árboles y adornos, y millones de personas organizan reuniones familiares que combinan rituales religiosos, tradiciones culturales y consumo. La festividad se presenta como una experiencia casi universal, asociada a la idea de encuentro y celebración colectiva.

Sin embargo, esa imagen no se replica en todos los rincones del mundo. Existen países donde la Navidad no solo carece de reconocimiento oficial, sino que se encuentra directamente prohibida. En esos territorios, exhibir decoraciones, cantar villancicos o intercambiar regalos en espacios públicos puede derivar en sanciones económicas, interrogatorios o penas de prisión.

Las restricciones responden a decisiones políticas, religiosas o ideológicas, que consideran a la Navidad una influencia ajena o incompatible con la identidad nacional.

Mientras gran parte del mundo vive diciembre como un mes de celebraciones, en otros lugares transcurre bajo controles estrictos y vigilancia estatal, con calles sin luces ni símbolos festivos.

Ideología, religión y control cultural

En Corea del Norte, la Navidad quedó fuera de la vida pública desde 2016. El gobierno considera que cualquier reunión con música o alcohol contradice los valores oficiales del Estado. Aunque el país reconoce formalmente la libertad religiosa, esa garantía no se traduce en la posibilidad de practicar ritos cristianos de manera abierta. Un árbol iluminado o un saludo navideño se interpretan como gestos de desafío político.

corea
En Corea del Norte, la Navidad se considera una influencia extranjera y su celebración pública puede derivar en sanciones severas.

En Corea del Norte, la Navidad se considera una influencia extranjera y su celebración pública puede derivar en sanciones severas.

Durante diciembre, la vigilancia sobre la población se intensifica. Las sanciones pueden incluir detenciones y penas de cárcel, y la celebración, si existe, queda confinada al ámbito privado. No hay villancicos en las calles ni decoraciones visibles, y cualquier expresión pública resulta motivo de castigo.

Un enfoque similar se observa en Brunei. Desde 2014, la aplicación estricta de la sharía prohibió la celebración pública de la Navidad, incluso entre ciudadanos extranjeros. La legislación penaliza decoraciones, saludos y reuniones festivas, al considerar que interfieren con las prácticas religiosas locales. Solo se toleran celebraciones discretas dentro del hogar y sin visibilidad externa. La línea entre lo cultural y lo religioso no existe en la normativa vigente, y cualquier manifestación navideña se interpreta como una transgresión.

Identidad nacional y rechazo a influencias externas

En Tayikistán, la Navidad desapareció del espacio público tras un proceso de redefinición identitaria posterior a la disolución de la Unión Soviética. Desde 2015, las autoridades prohibieron símbolos navideños en escuelas, oficinas y dependencias estatales. Árboles, disfraces de Papá Noel, regalos y fuegos artificiales quedaron excluidos de los ámbitos oficiales.

El argumento central es la preservación de la identidad nacional y religiosa. La Navidad se considera una celebración extranjera, sin lugar en el proyecto estatal. Mostrar símbolos asociados a la festividad puede interpretarse como falta de alineamiento con los valores oficiales y derivar en sanciones administrativas.

Una lógica parecida rige en Somalia. Desde 2015, toda manifestación pública de la Navidad quedó prohibida. El gobierno declaró que no se permitirían celebraciones religiosas no islámicas en espacios abiertos. Los extranjeros pueden reunirse en la privacidad de sus viviendas, pero sin música ni decoraciones visibles. La prohibición se vincula tanto a motivos religiosos como a cuestiones de seguridad, en un país atravesado por tensiones políticas persistentes.

Restricciones selectivas y control regional

El caso de China presenta matices. No existe una prohibición nacional uniforme, pero en varias regiones las autoridades restringen la celebración de la Navidad en espacios públicos. Las medidas apuntan sobre todo a limitar la influencia cultural extranjera y a reforzar valores considerados propios.

china

En zonas con mayor control ideológico, se desalientan decoraciones, eventos y actividades vinculadas a la festividad, especialmente en escuelas y universidades. En grandes centros urbanos, algunas expresiones persisten de forma discreta, asociadas más al consumo que a lo religioso. La Navidad queda relegada al ámbito privado, bajo observación y con márgenes acotados de tolerancia.

Estos ejemplos muestran que la Navidad, lejos de ser una celebración universalmente aceptada, funciona como un termómetro político y cultural. Allí donde se percibe como amenaza a la identidad, al orden religioso o al control estatal, la festividad se transforma en un gesto prohibido.

Te puede interesar...

Leé más

Noticias relacionadas

Dejá tu comentario