México es uno de los países con más continuidad de los partidos de gobierno. El PRI, el PAN y ahora MORENA, de López Obrador.
Hay una tendencia notable en la política mexicana y es el predominio histórico de los candidatos oficialistas en las distintas elecciones. Esta llamativa situación se extendió por décadas y sólo en muy contadas ocasiones se pudo romper con la continuidad.
Durante más de 70 años ganaron los postulantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), casi sin rivales. Después vino el Partido Acción Nacional (PAN), con Vicente Fox, que tuvo continuidad con Felipe Calderón. Y luego volvió el PRI de la mano de Enrique Peña Nieto. Todos gobiernos conservadores.
Recién en 2018 el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) el partido de Andrés Manuel López Obrador, quebró la hegemonía. Con el triunfo de Claudia Sheinbaum, el oficialismo logra permanecer en el poder.
La política es un terreno muy dinámico y sujeto a variaciones. Sin embargo, mientras estas condiciones persistan, el oficialismo en México continuará teniendo una ventaja significativa en las elecciones futuras.
Las razones detrás de la victoria del oficialismo actual.
1. Economía dinámica
En términos generales, la economía mexicana muestra signos de estabilidad y crecimiento en sectores clave, como la industria automotriz y manufacturera, potenciada por la cercanía de Estados Unidos.
La inflación proyectada para todo el 2024 se ubica alrededor del 4,5%. Para los mexicanos, que no están acostumbrados a los altibajos económicos, es un poco alta, pero no preocupante.
El tipo de cambio ha sorprendido favorablemente a algunos sectores, fortaleciendo el peso mexicano frente al dólar más de lo esperado.
La percepción sobre los salarios es otro aspecto crucial. El incremento del salario mínimo ha sido una medida bien recibida, mejorando el poder adquisitivo de muchos trabajadores.
2. Políticas Sociales y Popularidad de AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha implementado numerosas políticas sociales que han tenido un impacto significativo en las comunidades más necesitadas.
Programas como "Sembrando Vida" y "Jóvenes Construyendo el Futuro" han contribuido a mejorar su imagen.
La cercanía de AMLO con el pueblo y su estilo de comunicación directo también han sido cruciales para mantener un fuerte apoyo electoral.
En esta línea, López Obrador supo capitalizar su popularidad para mantener el apoyo no solo hacia su persona, sino también hacia su partido, Morena.
3. Debilidad de la Oposición
La fragmentación y falta de cohesión en los partidos de oposición han facilitado la permanencia del oficialismo en el poder.
La coalición "Va por México", que agrupa al PAN, PRI y PRD, no ha logrado presentar una alternativa convincente ni unida para desafiar al gobierno de Morena.
Además, los casos de corrupción y escándalos pasados siguen pesando sobre los partidos tradicionales, mermando su credibilidad ante el electorado.
También fue un factor determinante la ausencia de líderes opositores con la misma capacidad de movilización y carisma que López Obrador.
4. Alianzas Estratégicas
Morena ha consolidado alianzas estratégicas con partidos menores como el Partido Verde y el Partido del Trabajo (PT), lo que le ha permitido obtener una mayoría en varias elecciones estatales y en el Congreso.
Estas alianzas han sido esenciales para expandir su control territorial y legislativo.
5. Eficacia en la Comunicación
Pese a las críticas, el gobierno de López Obrador ha manejado con cierta eficacia la comunicación política, utilizando conferencias de prensa diarias ("mañaneras") para establecer la agenda pública y responder directamente a los cuestionamientos.
Esta estrategia ha mantenido una alta visibilidad del presidente y sus políticas, reforzando su imagen positiva ante el electorado.
6. Iniciativas de Infraestructura
Proyectos emblemáticos como el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía han sido promocionados como símbolos del desarrollo y la transformación del país, lo que ha resonado positivamente entre muchos votantes.
Estos proyectos han sido presentados como logros tangibles del gobierno, fortaleciendo la percepción de progreso y gestión efectiva.
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