Una médica retirada vivió nueve meses en su casa con el cadáver de su hijo momificado

Un macabro hallazgo realizó la Policía de Nueva Orleans cuando ingresó a la casa de una médica retirada debido a la denuncia de un vecino. En primera instancia, observó un panorama desolador compuesto por basura y los excrementos de gallina acumulados, además de una plaga de moscas y otros insectos.

Sin embargo, lo peor estaba por ser descubierto, porque al continuar con la inspección encontraron en una de las habitaciones había un hombre de casi 270 kilos momificado.

El agente policial había llegado hasta la vivienda ubicada en la calle Argonne Street luego de que un vecino advirtiera que la casa tenía la puerta abierta y que las gallinas estaban caminando en sus alrededores.

Según informaron medios locales, la dueña, una profesional de la medicina a la que le habían quitado la licencia, no estaba en su hogar. Después de unos minutos, la Policía la encontró a unos pocos metros, en la esquina, y le preguntó acerca del cadáver que había en su domicilio. La respuesta los conmovió.

“Murió hace nueve meses”: reconoció la mujer

Según el informe oficial de la ciudad, la mujer, identificada como Barbara Hainsworth, no dudó al momento de contestarle a las fuerzas de seguridad. "Ese es mi hijo. Murió hace unos nueve meses", admitió sin titubeos. Dijo, además, que el hombre padecía múltiples afecciones médicas.

El mismo reporte indicó, en paralelo, que ante ese escenario el agente policial llamó a una unidad de crisis móvil para que pueda evaluar a la mujer. Después de cumplir ese paso, la trasladaron a un hospital de la zona para que pueda recibir un tratamiento adecuado. Al menos en un primer momento, no fue detenida.

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Dentro de la casa de la mujer estaba el cadáver de su hijo momificado además de un montón de basura y excremento de ave.

Lo que no pudieron establecer es por qué la señora no informó sobre la muerte de su hijo, cuyo cuerpo fue retirado de la vivienda por un forense. Las aves, en tanto, fueron rescatadas por la SPCA Luisiana, una organización sin fines de lucro dedicada a la protección de animales.

La palabra del forense

El forense de la parroquia de Orleans, Dr. Dwight McKenna, aseguró que el olor que salía de la casa fue lo que alertó a los vecinos. "El cuerpo había estado allí durante meses, se estima que unos 9 meses", dijo.

"El olor es bastante fuerte. Se extendió por el barrio y alertó a los vecinos", aseguró en declaraciones a 4WWL.

Además, habló sobre el proceso de descomposición de un cuerpo humano y destacó lo rápido que se deterioran luego de la muerte.

"En 24 horas la gente no se da cuenta de lo rápido que se descompone un cuerpo; este cuerpo solo serían huesos, cenizas y una vista no muy agradable", manifestó.

Sostuvo, en tanto, que no encontró indicios de violencia en el cadáver y que el hombre presentaba obesidad extrema. “Estamos a la espera de los resultados de las pruebas de toxicología y drogas para determinar si existen otras causas de muerte”, completó.

La declaración oficial de Nueva Orleans

A través de un comunicado oficial, la ciudad ubicada en el estado de Luisiana, en el sur de Estados Unidos, precisó que “el Departamento de Cumplimiento de Códigos (DCE) se enteró de la condición de la propiedad ubicada en 6355 Argonne Blvd. en Lakeview el 7 de mayo, por un miembro del Departamento de Salud de Nueva Orleans”.

En ese sentido, indicó que “un investigador de la Oficina de Cumplimiento de Códigos (DCE) fue enviado de inmediato a la propiedad ubicada en un vecindario llamado Lakeview” y señaló que “la investigación reveló condiciones terribles”.

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La Policía de Nueva Orleans encontró el cadáver momificado dentro de la casa de la médica a la que le habían quitado la licencia.

Eso incluyó, entre otras cosas, “los restos de un cuerpo masculino momificado y evidencia de condiciones extremas de acaparamiento, además de montones de basura dentro y alrededor de la propiedad”.

Ante ese descubrimiento, “el DCE informó a su contratista de demolición que estuviera disponible para realizar una evaluación para limpiar y retirar la basura, y sellar el agujero en el piso del baño”, mientras que el Departamento de Policía de Nueva Orleans (NOPD) programó el cierre de la propiedad.

Era, según la descripción, un panorama desolador. La propiedad debía ser desinfectada debido a la presencia de moscas y roedores, mientras que esperaban que se eliminaran los riesgos biológicos de las instalaciones para llevar a cabo esos y otros procedimientos de emergencia.

“Antes de ser notificado por el Departamento de Salud el 7 de mayo, el DCE celebró una Audiencia Administrativa sobre la propiedad el 6 de mayo y declaró a la propietaria culpable de tres de las cuatro infracciones”, se indicó.

Por esas infracciones, sobre la dueña recayó una multa de 6,125 dólares y la propiedad fue declarada una molestia pública.