El clima en Neuquén

icon
27° Temp
13% Hum
La Mañana gestión

2026, el verdadero año político: gestión, credibilidad y una sociedad que pide normalidad

Rolando Figueroa y el recambio en la política de Neuquén; Javier Milei, el termómetro social y las coincidencias con los gobiernos con anclaje territorial.

Hay años que pasan casi sin dejar huella y hay otros que concentran decisiones, tensiones y definiciones que marcan un rumbo. Para la política de Neuquén, y en particular para los gobiernos locales, 2026 pertenece claramente a este segundo grupo. Lo sabe el gobernador Rolando Figueroa, quien atraviesa la mitad de su gestión.

El mensaje es directo y, a la vez, incómodo para más de un actor político. El 2026 será el año para apurar el tranco. Para cerrar lo que se empezó, para ejecutar obras prometidas, para administrar con eficacia y para demostrar que el rol de intendente no se agota en administrar la coyuntura, sino que exige planificación, proyección y resultados visibles. No habrá demasiado margen para las excusas. Quienes quedaron a mitad de camino en la primera parte del mandato tendrán en 2026 la última gran oportunidad de mostrar capacidad de gestión antes de que el calendario electoral lo invada todo.

Así de claro lo manifiesta el gobernador, Rolando Figueroa. Hay muchas gestiones comunales que transitan sin sobresaltos y manteniendo el superávit como un compromiso social; pero hay algunas que no están a tono y deberán sobreexigirse para no quedarse al costado del camino.

MERCOSUR- JAVIER MILEI-2

El termómetro de Javier Milei

El gobierno nacional tiene un mapa en el que mide el termómetro de las sensaciones de la sociedad con respecto a los gobiernos provinciales, las comunas y especialmente con el presidente, Javier Milei.

Con respecto a Neuquén, la relación navega a través de las calmas aguas de la institucionalidad; con Vaca Muerta como garante y artífice de todo lo que se pretenda construir hacia adelante.

Milei le ha dicho a sus colaboradores y lo ha compartido con algunos gobernadores, que el respaldo que ha recibido su gestión, tiene relación con lo realizado, precisamente, desde el sillón que ocupa en Casa Rosada.

Respeta los respaldos obtenidos por cada uno de los gobiernos provinciales, no afines a su gestión; a excepción del de provincia de Buenos Aires, y entiende que en el 2027, si se hacen las cosas bien, él tiene su reelección asegurada. Lo mismo que cada uno de los gobiernos provinciales que resultaron airosos en los comicios de octubre pasado.

Hay que decir que del pensamiento del León, surge que para entretener a su manada pone bajo reserva dar batalla en cada comuna del país. En cada municipio en donde exista alguien con fuerzas para rugir, allí estará presente La Libertad Avanza con sus candidatos a intendentes.

En Neuquén, han tomado nota, ya todos han comenzado a ordenar ideas, estrategias y soldados.

rolando figueroa municipios norte neuquen

La “cocina” política ya está encendida

Porque si algo queda claro es que el 2027 no será un año de construcción, sino de puesta en escena. Será el tiempo del debate político, de las campañas, de los discursos y de la confrontación pública. Pero las decisiones reales, las que definen candidaturas, alineamientos y respaldos, se empiezan a tomar mucho antes. Y en Neuquén, según coinciden muchos dirigentes, ese proceso ya está en marcha. Pensar que “la política se define en 2027” es, como mínimo, una mirada ingenua. El verdadero año político es el 2026.

Este contexto vuelve especialmente exigente el rol de los intendentes. En una provincia donde las ciudades concentran cada vez más población, demandas y expectativas, los gobiernos locales se transforman en la primera cara del Estado. Es allí donde el vecino evalúa si la política sirve o no sirve para mejorar su vida cotidiana. Y es allí donde se juega buena parte de la credibilidad del sistema político en su conjunto.

Escrutinio definitio- recuento de votos- elecciones a Senador y diputado nacional 2025 (12)

Los partidos políticos, desgaste y descrédito

En paralelo, se da otro fenómeno que atraviesa a toda la Argentina y que en Neuquén se percibe con nitidez: el desgaste de las estructuras partidarias tradicionales. Las elecciones internas, la renovación de autoridades partidarias y las discusiones orgánicas generan cada vez menos interés social. Para muchos ciudadanos, los partidos han quedado reducidos a una función casi administrativa: ser el vehículo legal que habilita candidaturas. El contenido ideológico, que durante años encendió debates y pasiones, hoy ocupa un lugar claramente secundario.

No es que la sociedad haya dejado de pensar o de tener valores. Lo que sucede es que la urgencia cambió de eje. La gente está cansada de los ciclos cortos de euforia y frustración, de los picos de bonanza seguidos por caídas abruptas. Lo que hoy se reclama es algo mucho más simple y, al mismo tiempo, más difícil de garantizar: normalidad. Estabilidad. Previsibilidad. Poder proyectar la vida sin sobresaltos permanentes.

En ese contexto, las etiquetas partidarias pierden peso. Para una porción creciente de la ciudadanía, ya no resulta determinante si un dirigente se define como peronista, radical, libertario o de cualquier otro espacio. Lo que importa es si puede garantizar condiciones de vida mejores y sostenidas en el tiempo. Esa expectativa, tan concreta como profunda, explica también el nivel de desconfianza hacia gran parte de la dirigencia política actual.

Rolando Figueroa LU5 (6)

Neuquén, después del 2031

Rolando Figueroa, en una entrevista con el programa Al Final De Todo que se emite por LU5 AM600, anunció que en 6 años se retira de la política y que está trabajando en la generación de cuadros políticos y técnicos que garanticen la continuidad de las políticas de Estado que se llevan adelante en la provincia. Descartó cualquier limitación en lo partidario o ideológico. Puso el acento en capacidad y compromiso.

La nueva dirigencia podrá surgir desde el espacio gobernante o también podría nutrirse de espacios políticos en creación como los que lideran Carlos Quintriqueo, el petrolero Marcelo Rucci, el peronismo, el radicalismo, la izquierda, movimientos sociales, empresariales y sindicales. Según el mandatario neuquino, los desafíos que plantea la proyección de la economía provincial, excede cualquier mezquindad partidaria, ideológica o religiosa.

Allí aparece uno de los grandes desafíos del tiempo que viene: la necesidad de nuevos cuadros dirigenciales y de nuevas formas de organización. No se trata solo de cambiar nombres, sino de repensar vínculos. Quizás sea la propia sociedad la que empuje la construcción de nuevos liderazgos, surgidos desde la base de las demandas reales y no únicamente desde los acuerdos de cúpula. Liderazgos que entiendan que la legitimidad ya no se hereda ni se declama: se construye día a día con gestión, coherencia y cercanía.

El 2026, entonces, no será solo un año intenso desde lo electoral. Será, sobre todo, un año de prueba. Un año en el que se medirá quién está preparado para gobernar, quién puede sostener la confianza social y quién logra interpretar el clima de época. Las candidaturas se definirán más temprano que tarde, y las decisiones estratégicas ya se están tomando, aunque muchas no se anuncien públicamente.

p03-f02-neuquen-vista-aerea.jpg

Neuquén, fortalezas y tensiones

Neuquén llega a este punto con fortalezas y con tensiones. Con una sociedad exigente, menos ideologizada pero más atenta a los resultados. Con intendentes que saben que el margen para fallar se achica. Y con un escenario político que empieza a ordenarse mucho antes de que aparezcan los afiches, los slogans y la liturgia electoral.

Por eso, mirar al 2026 solo como la antesala del 2027 es un error. El año que viene será el verdadero campo de juego donde se definirá quién tiene futuro político y quién quedará en el camino. Un año intenso, desafiante y profundamente político. Pero no desde el ruido, sino desde la gestión. Porque, al final, es ahí donde hoy la sociedad pone la lupa.

Te puede interesar...

Leé más

Noticias relacionadas

Dejá tu comentario