Esa ciudad neuquina no cuenta únicamente con el museo paleontológico, sino que tiene el único museo de botones del país donde el recorrido es muy particular.
El Museo del Botón, ubicado en Villa El Chocón, resguarda muchas historias. No solo de los últimos 33 años de colección de su creadora, Mirta Palandri, sino de mucho más tiempo atrás y de varias personas de diferentes países. Cada pequeño botón tiene mucho para contar.
Esta colección está comprendida por 27 mil botones de todos los colores y medidas, de diferentes procedencias, buscados por Palandri hasta en Italia, o Inglaterra, pero también llevados por muchas personas hasta Villa El Chocón para su cuidado.
Todo este minucioso trabajo comenzó en 1992 con la recolección de botones y fue recién entre 2015 y 2017 -época en que Mirta se jubiló- que esta coleccionista logró construir el museo que le da habitad a sus tesoros.
Mirta es cordobesa, y allí en su provincia nació la idea de este museo. La muerte de su madre de muy joven y de manera muy repentina la tomó por sorpresa. Y fue su papá al que se le ocurrió encomendar a su hija la creación de una colección a partir de la tradicional lata de botones que tenía su mamá.
Esa lata que alguna vez guardó finas galletitas que se disfrutaron con un té y que después fue el inicio de esta inmensa colección llena de sorpresas.
"Aquella lata de mi mamá, como tenían todas las mamás, por supuesto que está en una de las salas del museo y siempre sirve para empezar a contar esta historia", compartió Mirta Palandri a LMNeuquén.
Esta mujer viajó por el mundo en muchas oportunidades y en cada uno de esos viajes fue a otros museos de botones donde logró intercambiar piezas, bibliografía, información y también ir acrecentando su patrimonio.
Inquieta por naturaleza, sus viajes son el principal espacio donde halla nuevos botones. También muchos otros s e los regalan, compra, son varias las formas en las que va incrementando su colección.
Las vitrinas de su museo solo exhiben un 50% de su amplio patrimonio, ya que en un principio había planificado que sea más grande. Quizás en algún momento llegará la ampliación que le de lugar a su colección, o simplemente sus piezas cambiarán de lugar para dar protagonismo a otras.
¿Cómo es el mundo de los botones?
"Yo diría básicamente que hay botones con historias. Tenemos botones de la Primera Guerra Mundial, de la Segunda Guerra Mundial, tenemos un botón del ejército de Mussolini con sus símbolos, botones de la Guerra del Paraguay, botones del primer gobernador de la provincia de Neuquén. Ese digamos es un tipo de botón y después están los botones con mucho aspecto artístico", describió.
Entre los botones artísticos contó que compró en Italia un botón que está y tiene pintada la playa de Nápoles, el mar Tirreno, y de fondo el Vesubio. "Entonces la artista que me lo vende me cuenta toda la historia de la destrucción de Pompeya", compartió un poco de toda la historia que guarda ese botón.
Hay otros que se caracterizan por el material con el que se hacen y que también se vuelven obras de arte. Pero todos están pensados para usarse. Aunque, Mirta contó que tienen dos aspectos, uno que es el funcional, prender dos partes de una vestimenta, y el otro que es más decorativo, y ahí es donde entra a jugar el tipo de material, el diseño. Hay botones que se hicieron de manera industrial por grandes cantidades, y otros de de manera artesanal y son realmente únicos.
Visitas
Para visitar el Museo del Botón hay que coordinar la visita al WhatsApp 2994 23 8462, su creadora hace recorridos en diferentes días y horarios y por eso lo mejor es coordinarlo con ella.
Siempre está abierto los viernes, sábados, domingos y feriados, pero también abre los días de semana. Si ella está en su casa, que es al lado, seguro va a estar dispuesta a un bello recorrido por su colección .
Y la visita va a tardar depende de las inquietudes de cada espectador. Hay historias apasionantes, aseguró Mirta y recordó una vez que no podía entrar a Inglaterra, y le empezó a gritar a los militares y finalmente logró hacerlo. "Gracias a eso después pude comprar botones muy interesantes, estuve a punto de gritarles que las Malvinas son argentinas, pero bueno. Hay muchas anécdotas que aparecen cuando muestro los botones", aseguró con emoción.
En la Argentina, el de Villa El Chocón es el único museo de botones, y su creadora no pierde de vista cada uno de los que hay en otras partes del mundo. El próximo al que le gustaría ir está en Polonia.
Historias neuquinas
Este museo resguarda botones de las primeras familias que se instalaron en V illa El Chocón para fabricar la represa. Por aquella época, décadas del ´60 y ´70 no era fácil encontrar una mercería y por eso hoy guarda botones hechos con monedas, de manera artesanal.
Pero el botón monetario es todo un capítulo dentro del mundo del botón, aseguró la coleccionista. "Hay muchos botones realizados con monedas en distintos países, por ejemplo en Hungría se han hecho con el diseño de florín, que es la moneda, tenemos uno japonés que va a cumplir 100 años, es de 1929 de una moneda que se llamaba Zen", describió.
"En este momento para mí los botones son casi todo casi todo. Me ocupo del museo, vivo investigando. Hace unos días estaba haciendo limpieza profunda en un sector y se me ocurrió abrir un frasco que había comprado en una anticuaria en el norte de Francia en 2009 y encontré ahí un botón de un colegio religioso y ya me voy a la computadora y se me hacen las dos de la mañana y me encuentra investigando" relató entusiasmada.
Es que esta coleccionista busca en cada botón el detalle, la señal que sus fabricantes le dejaron impresa pero que no está a la vista de todos.
Además de botones, esta mujer trae de sus viajes exquisitos chocolates y a cada uno de sus visitantes les ofrece al finalizar el recorrido un pequeño presente: un botón de chocolate para que todos se vayan con sabor a historia.
Búsqueda
Para Palandri la búsqueda de nuevos botones no descansa. Ahora está detrás de conseguir un botón que haya sido utilizado en un vestido de novia de color negro. En el museo hay un a vitrina que resguarda botones utilizados en vestidos de novias, que tradicionalmente son blancos.
"Sin embargo hubo un tiempo en que se usó mucho el tema del luto. Cuando fallecía algún familiar de los novios, la mujer que se estaba por casar correspondía que lleve el vestido de luto, negro y entonces el botón era negro. Ese todavía lo estoy buscando y cada vez que hablo con alguien le pregunto si conoce un vestido de novia negro. Ya lo voy a encontrar", confió.
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