Dos juezas unidas por una adopción con final feliz: una adolescente logró una nueva vida

Una jueza de Familia de Villa Regina y otra de Cipolletti trabajaron en conjunto para otorgar la adopción plena con una nueva identidad para la adolescente. La chica estaba en un hogar del Alto Valle y la primera magistrada le otorgó la guarda a un matrimonio, después de vivir un tiempo en Cipolletti una segunda jueza admitió los dictámenes favorables y autorizó la adopción definitiva.

La jueza Gabriela Lapuente de Cipolletti concedió la adopción plena de una adolescente a un matrimonio de la ciudad. La sentencia establece que la joven, nacida en 2008, integrará oficialmente la familia que ha ejercido su guarda preadoptiva desde diciembre de 2022.

El proceso judicial se inició cuando los solicitantes, bajo patrocinio letrado, presentaron la petición para adoptar a la adolescente, con quien ya habían formado un vínculo familiar. Durante el período de guarda, los adoptantes brindaron contención, educación y atención médica a la joven, integrándose plenamente en su núcleo familiar.

La adolescente expresó su deseo

Una defensora de menores de Cipolletti asumió la representación complementaria de la adolescente el 16 de mayo de 2024, conforme a lo prescrito por el Código Civil y Comercial de la Nación. Al día siguiente, Matías Vidovic, otro defensor de la circunscripción, fue designado abogado del niño, y la adolescente expresó su deseo de ser adoptada por la pareja.

El 10 de junio de 2024 se llevó a cabo una audiencia con la presencia de todas las partes involucradas, incluyendo a la Defensora de Menores e Incapaces y un integrante del Equipo Técnico Interdisciplinario. Un día después, la Defensora de Menores e Incapaces emitió un dictamen favorable, destacando la convivencia y el deseo mutuo de formar una familia entre la adolescente y sus futuros padres adoptivos.

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En la sentencia, la jueza a cargo, determinó que la adopción plena resultaba procedente, basándose en el cumplimiento de los requisitos legales y la integración de la adolescente a la familia adoptante. El fallo subraya que la adopción plena asegura la protección del derecho de los niños a vivir en una familia que les brinde los cuidados necesarios para su desarrollo afectivo y material.

El tribunal resolvió modificar el nombre de la adolescente, suprimiendo su segundo nombre y adoptando el apellido del progenitor adoptante, quedando su nombre como A.G. La jueza consideró que los motivos para el cambio de nombre eran justificados, ya que la joven manifestó no sentirse identificada con su segundo nombre.

Qué es la adopción plena

La adopción plena confiere al adoptado la condición de hijo con los mismos derechos y obligaciones que un hijo biológico, extinguiendo los vínculos jurídicos con la familia de origen, salvo en el caso de impedimentos matrimoniales. Este tipo de adopción se concede cuando se ha declarado la situación de adoptabilidad y se ha demostrado que no existen posibilidades de permanencia en la familia de origen.

La sentencia incluyó la orden de inscribir la adopción plena en el Registro Civil y Capacidad de las Personas, modificando oficialmente el nombre de la adolescente.

En este caso, la jueza Claudia Vesprini de Villa Regina y la jueza Lapuente de Cipolletti trabajaron en conjunto para otorgarle una familia a la joven, que venía de estar muchos años en un instituto del Alto Valle. La primera otorgó la guarda y la segunda la adopción plena.