El Gobierno de Javier Milei avanza con la concesión de rutas nacionales para poner peajes. En la región aún esperan señales de los traspasos a las provincias.
El gobierno de Javier Milei dio un paso decisivo en su plan de privatizaciones al llamar a licitación de los corredores viales nacionales mediante el Decreto Nº28/2024, con unos 741 kilómetros de rutas. En el mapa de los tramos que pasarán a manos privadas todavía no aparece ninguna ruta de Neuquén ni Río Negro, dos provincias fundamentales para el desarrollo energético de Vaca Muerta.
El decreto establece, de acuerdo como lo pretende el ministro de Economía, Luis Caputo, un nuevo paradigma para el mantenimiento vial en Argentina, aunque nada que no se haya intentado antes.
En su momento fue la licitación de peajes de cinco corredores viales, en la época del expresidente Mauricio Macri, financiados por el sistema de Participación Pública Privada (PPP). Un sistema que fracasó y no se puedo continuar.
Si bien es el inicio de un sistema de privatización de rutas nacionales (se pretende llegar a unos 9.000 kilómetros) en la provincia de Neuquén y Río Negro urge conocer qué pasará con los caminos turísticos y en los alrededores de Vaca Muerta, donde los gobernadores Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck pidieron el traspaso de rutas a las provincias.
Privatizaciones de rutas: la conexión con el Mercosur
El anexo del decreto se detallan los tramos de la Red Vial Nacional sujetos a concesión, en distintas regiones del país, donde se llamará a licitación en el plazo de un año. Los segmentos incluidos abarcan rutas nacionales claves, principalmente en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes y conexiones internacionales hacia Brasil y Uruguay.
Se trata de la Ruta Nacional 12, en tramos desde el empalme con la Ruta Nacional 9 en Zárate hasta el empalme con la Ruta Nacional 14 en Ceibas, y otros tramos hacia Gualeguay. La Ruta Nacional 14, desde Ceibas hasta Paso de los Libres, en Corrientes. La Ruta Nacional 135 y A-015 entre los accesos a los puentes internacionales Gral. Artigas y Salto Grande, respectivamente
También la Ruta Nacional 117 desde el empalme con la Ruta Nacional 14 hasta el acceso al Puente Internacional Agustín P. Justo, frontera con Brasil y la Ruta Nacional 174, desde Rosario hasta Victoria, Entre Ríos.
Pero por ahora, para la región no hay nada de este sistema privatizador en rutas nacionales, donde el flujo de tránsito es mucho menor y hacer pensar otra manera de sostener el sistema vial. ¿Pondrán peaje incluso en rutas donde no hay tráfico ni repago? Es algo que se verá en el futuro.
El vacío de Nación a las dos provincias genera incertidumbre en una región clave para la economía del país. Están las rutas nacionales, como la 22, la 40, la 237 y la 242, que son esenciales para el transporte de insumos, el personal hacia los yacimientos y el desarrollo turístico en la cordillera.
Muchos de esos tramos están destruidos y, como si fuera poco, el traspaso de las rutas nacionales, pedido por las provincias, está estancado, según confirmó a LM Neuquén el ministro de Planificación, Rubén Etcheverry. No hay avances en el proceso de provincialización de estas rutas, y los gobernadores están esperando cuáles serán las señales que dará el gobierno libertario.
Nación mandan al freezer el traspaso de rutas nacionales
En mayo del año pasado, Figueroa y Weretilneck solicitaron a la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) que transfiriera el mantenimiento y la operación de los tramos de rutas nacionales que recorren sus territorios a las respectivas direcciones provinciales de Vialidad. La propuesta buscaba garantizar un esquema de gestión adaptado a las necesidades locales.
A pesar de la presentación de un convenio en septiembre por parte del entonces ministro de Infraestructura, las negociaciones no avanzaron. El estancamiento se vuelve ahora más relevante, ya que la exclusión de Neuquén y Río Negro del primer proceso de licitación nacional de corredores plantea interrogantes sobre el futuro mantenimiento de estas vías.
Las rutas que conectan con Vaca Muerta son estratégicas para la producción de hidrocarburos, sino que también soportan un tráfico pesado que incrementa su deterioro. Si bien Figueroa tiene resuelto el financiamiento de las rutas provinciales a Vaca Muerta, aún no se sabe nada de las arterias de alto tránsito, como la Ruta 22 de Neuquén a Zapala.
El futuro de las rutas de Vaca Muerta está entre el modelo privatizador y el reclamo provincialista que quiere hacerse cargo ante el desguace de Milei en organismos como Obras Públicas y Vialidad Nacional.
Las dudas que surgen en torno al financiamiento y mantenimiento de las rutas están ancladas sobre el repago y los peajes, en arterias donde no hay demasiado tránsito y donde la obra pública ha sido clave. Por ejemplo, si es viable un peaje en la Ruta 237, desde Neuquén a Bariloche. O en otros tramos de la Ruta 40, donde el paisaje inhóspito de la Patagonia, no le cierra la modelo privatizador.
El "modelo chileno" que quiere alcanzar Nación con inversión en obras de infraestructura es chico con la realidad vial que hay en la Patagonia, donde el flujo de vehículos no permite el repago inmediato con peajes. Hubo un sistema en los ’90, con la Multitrocha Centenario-Neuquén, que al poco tiempo se debilitó. Duró 15 años y los sacaron debido a las protestas y rechazos.
En Chile está la Ruta 5 que tiene, 3336 kilómetros de Norte a Sur, mantenida por peajes. Es sólo un ramal que cruza 14 de 16 regiones, donde la mayoría del flujo vehicular y los costos pasan por esa raíz troncal.
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