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Fueron novios a distancia por tres años hasta que ella se vino de Venezuela al encuentro del amor

Naymibel y Alejandro eran de la misma ciudad pero fue recién cuando él se vino a vivir a Neuquén que se conocieron a través de redes sociales y se enamoraron.

El amor puede estar en cualquier lado, puede aparecer cuando menos se lo busca, como les pasó a Naymibel y Alejandro, dos jóvenes venezolanos quienes crecieron en la ciudad de Cabimas, pero que nunca se habían visto. Fue recién cuando él vino a vivir a Neuquén que comenzaron una casual charla por redes que terminó meses después en un noviazgo a distancia, de casi tres años, y hoy en una vida juntos.

La familia de Alejandro Vargas como muchas familias venezolanas juntó fuerzas y dinero para salir de su país en búsqueda de un lugar con más oportunidades. Su papá es médico y su mamá enfermera y junto a sus dos hijos emprendieron el viaje. Llegaron a Buenos Aires y finalmente desembarcaron en Neuquén, donde más familiares ya estaban asentados.

Allá por el 2018 Alejandro era un joven de 15 años en otro país, con pocos amigos y con las redes sociales como herramienta para el intercambio.

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Naymibel López también tenía 15 años, vivía en Cabimas, junto a sus tíos y su abuela. Era una adolescente muy cariñosa y compañera de su tía, quien la crió como su hija. Tampoco era muy amante de las relaciones personales y muchas veces se escondía detrás de las redes, lugar donde se sentía cómoda y hasta atrevida.

Con la ayuda de las redes sociales

Por tener quizás algún amigo en común el algoritmo le prepuso que sume a Alejandro a sus redes y así lo hizo. Empezaron a charlar a través de su cuenta de Facebook y luego se sumaron al WhatsApp.

"Nosotros nunca nos habíamos visto en persona, habíamos coincido en varios lugares que frecuentábamos los dos, pero nunca nos llegamos a conocer. Yo le mandé una solicitud de amistad, siempre fui de las redes, siempre on line", contó la joven a LMNeuquén, sobre los inicios de su historia de amor.

Estos jovencitos de apenas 15 años se pasaron todo el 2018 charlando, día y noche. Ambos sentían que tenían muchas cosas en común y disfrutaban de escucharse y compartir a pesar de los 8 mil kilómetros que los separaban. "Era bastante raro porque yo por mi parte nunca había conocido a alguien con quien compartía tanto, él nunca había tenido novia, ni siquiera la intención de tenerla", indicó.

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Naymibel y Alejandro, en una de sus charlas.

Naymibel y Alejandro, en una de sus charlas.

A pesar de esa conexión que sentían los dos, ninguno había juntado el valor para declarar su amor al otro. Fue recién un año después que Alejandro le comunicó a Naymibel que le gustaba alguien y que no se animaba a decírselo ya que no sabía si ella sentía lo mismo.

"Me gustás vos", le dijo tímidamente en una de esas conversaciones eternas que tenían todos los días. "Y yo quedé como en las nubes, no me lo esperaba, en ese momento estaba complicada con mi vida, no tenía autoestima, no tenía amor propio y que alguien me dijera que le gustaba para mí fue como un "guauuu", un montón. A mí también me gustaba él pero ni se me pasaba por la cabeza decírselo", recordó con una sonrisa y su tono de voz neutro, al que casi no le quedan registros de su Venezuela natal.

Declaración de amor

Con el amor declarado charlaron sobre lo complicado que sería llevar una relación a distancia, principalmente porque eran muy chicos, pero decidieron ir para adelante igual. Ya de novios, ambos hablaron con sus familias para comunicarles el inicio de su noviazgo.

Con el correr de los días, los meses, Naymibel empezó a pensar que no podrían tener una relación a distancia toda la vida. Que en algún momento uno de los dos debería ir al encuentro del otro. Sabía que en Venezuela las cosas estaban complicadas y que la familia de su novio justamente emigró a Neuquén huyendo de esa situación, por lo que volver no era una opción. Debería ser ella la que tomara la decisión. Pero aún eran menores de edad, así que ese tan esperado encuentro se retrasaba.

Mientras, ella aprendía sobre maquillaje de la mano de su tía que tenía un salón de belleza, aunque no era fácil pensar en trabajar para juntar dinero y emigrar.

Tenían de noviazgo a distancia tres años y las cosas se empezaban a complicar. Si bien hablaban por horas eran pocas las videollamadas. A él no le gustaba mucho eso y las evitaba. A veces los mensajes pueden ser malinterpretados y generar rispideces. "Pero igual siempre teníamos una buena comunicación y siempre fuimos sinceros sobre nuestros sentimientos y creo que eso ayudó mucho a que todo anduviera bien", explicó la joven.

A punto de cumplir sus 18 años él comenzó a trabajar haciendo diseño gráfico y ella como maquilladora, por lo que a veces les era difícil encontrarse de día y su encuentro llegaba recién a la noche. Se pasaban charlando todos los días entre las 22 y las 4 de la madrugada.

"A él no le gustaban las llamadas de ningún tipo, siempre fue muy tímido pero sí nos mandabamos fotos a cada rato de lo que estábamos haciendo, de lo que estábamos comiendo, si salíamos", recordó.

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Fue una tarde a mediados del 2021 cuando la joven le comentó a su novio que se empezaba a sentir un poco vacía por estar lejos de él y que ya no sabía qué iba a ser de ellos. Casi sin pensarlo, o mejor dicho después de haberlo pensado mucho, la respuesta de este joven fue la propuesta de pagar el viaje y los gastos para que su novia llegara a Neuquén. "Le dije que sí", confirmó.

Una pareja fuerte

La familia de Naymibel pensó que no sería una buena idea que se vaya 8 mil kilómetros de distancia, en otro país, con otras costumbres y con un novio que nunca había visto en persona. El tiempo corría, se convirtieron en mayores de edad y con eso se abrían las posibilidades para tomar su propio destino.

La joven conoció a la abuela y los tíos de su novio que aún vivían en Venezuela y se enteró que ellos también querían venir a Neuquén, lo que fue un respiro para esta jovencita que nunca había salido de su país. "Me daba miedo irme sola, así que saber que haría el viaje junto a parte de la familia de mi novio fue una alegría para mí", confesó.

Ahora todo parecía más certero. Comenzaron con los trámites migratorios, aunque no lograron sacar su pasaporte. "Misión imposible en Venezuela", aseguró la joven que descartó el avión y confirmó un viaje largo, con varios kilómetros por tierra.

"Cuando él me da la noticia que ya habían comprado los pasajes, a mí fue como si me tiraran un balde con agua helada, no lo podía creer, era algo que yo lo veía imposible pero que ya era una realidad. Es muy de la cultura del venezolano ver todo lo negativo, esperar lo peor. Así que yo pensaba que algo iba a salir mal, que no iba a poder viajar, y que no nos íbamos a conocer nunca", recordó.

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Los pasajes estuvieron en diciembre del 2021 y eran para viajar en febrero. Pasó más de un mes para que esta pequeña se animara a decirle a su familia que partiría hacia Argentina detrás de su gran amor.

El apoyo que recibió, que recibieron ambos, de los padres de Alejandro ayudó mucho a poder concretar este encuentro. En Colombia todo eran nervios para este chica que se dedicó esos días a ultimar todos los detalles para este cambio de vida.

"Cuando les conté a mis tíos y abuela fue todo como una montaña rusa de emociones, al principio se enojaron, pero después que pasó el enojo me apoyaron un montón, y esas últimas semanas que nos quedaban juntos las aprovechamos mucho, no nos separábamos para nada. Ellos sabían que yo venía sufriendo mucho por estar lejos de mi novio y que esto me iba a hacer feliz", contó con un nudo en la garganta.

Para Naymibel todo parecía un sueño, no podía creer que una familia que no la conocía en persona la estuviera ayudando tanto, sentía que en cualquier momento se iba a despertar de ese sueño y confirmar que las cosas eran diferentes.

El viaje a Neuquén

Llegó el 10 de febrero de 2022. Toda la familia se reunió para despedirla. Aunque hubo llantos y preocupación también muchos deseos de felicidad y amor. Y esta joven salió de su ciudad junto a los tíos de su novio y su abuela. Como no tenían pasaporte sabían que tenían un viaje largo. Fueron 10 días hasta Neuquén. Pasaron por Maracaibo, Caracas, Bolívar, Santa Elena, Pacaraima, Boa vista, Foz Iguazú y Misiones, Buenos Aires: Terminal de Neuquén.

El cansancio, la angustia y la ansiedad se apoderaron de aquella jovencita enamorada y cuando aquel micro ingresó en la Terminal el miedo fue muy fuerte. Naymibel caminó, pero hacia atrás. Dejó que cada uno de los pasajeros baje antes que ella. Incluso cuando logró bajar saludó primero a su suegra y dejó a su novio para el final.

Alejandro la esperaba con un arreglo en su mano. Era un globo con chocolates que decía "bienvenida sweetie", como solía llamarla en sus charlas por WhatsApp.

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El día en que finalmente se conocieron.

El día en que finalmente se conocieron.

"Cuando nos abrazamos fue una cosa increíble para los dos. No puedo describirlo, una mezcla de alegría y nostalgia", trató de describir la joven. Ese día no hubo beso. A pesar de los años de noviazgo el beso para esta pareja llegó recién tres días después. ¿Tres días después? "Sí, necesitábamos un empujón y me lo dio mi tía desde Venezuela. Ella me preguntó si ya nos habíamos besado y cuando le dije que no, no lo podía creer, entonces le mostré ese mensaje a mi novio y me besó muy lentamente", recordó.

La jovencita vivió al principió en la casa de unos amigos de la familia de su novio, consiguió trabajo en un salón de belleza y empezó a construir su perfil neuquino como maquilladora. "Me iba super bien, tenia bastante clientas, estuvo bueno eso porque en Venezuela nunca lo había podido hacer", aseguró.

Pedido de matrimonio

La pareja iba de maravillas, compartían todo lo que les pasaba, se contaban de sus trabajos, paseaban. Una tarde de invierno Alejandro le propuso a su novia ir hasta el río. Le dijo que tenía que hacer unos videos, en ese momento estaba estudiando edición.

"Y me metió la escusa que quería grabar unas tomas. Yo me sentía descompuesta por el frio, pero igual lo acompañé. Llegamos y se puso acomodar su trípode, su cámara y yo di unos pasos observando la belleza del lugar. Cuando me doy vuelta lo veo arrodillado con un anillo en la mano. Quedé más fría de lo que estaba. Siempre había sido mi sueño casarme, en venezuela es común casarse de jovencitos y se estaba cumpliendo mi sueño ahí", describió con emoción en su rostro y recordó que se fundieron en un abrazo que terminó con el anillo de compromiso en su dedo.

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En noviembre de 2022 se casaron. Tuvieron cuatro meses para organizar su boda. La mayor preocupación de la joven era su vestido. Empezó a buscar diseñadoras y todos los presupuestos se excedían del suyo.

"Mi familia en Venezuela estaba super feliz y mi tía, que también es costurera, siempre había soñado con hacerme el vestido. Entonces en el momento que se entera del compromiso se puso mal que no iba a poder. Pero unas semanas después nos enteramos que una amiga que vivía cerca de mi casa se venía a Neuquén y encajaba perfecto que me trajera el vestido", revivió con emoción.

Su tía puso manos a la obra y con mucha paciencia, amor y conocimientos cosió para su sobrina el mejor vestido que hizo en su vida. Aquel sueño se hizo realidad y Naymibel pudo disfrutar de su boda con un gran regalo de su familia.

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Naymibel luciendo el vestido de novia que le hizo su tía desde Venezuela.

Naymibel luciendo el vestido de novia que le hizo su tía desde Venezuela.

Como la mayoría de las bodas de los migrantes, todos los invitados ayudaron para que se haga. Aunque los novios e incluso casi todos los invitados eran venezolanos, la fiesta fue muy argentina con asado de plato principal y cerveza y fernet para tomar.

Luego de aquella noche inolvidable con varias horas de baile y canto la pareja se mudó sola, aunque hace unos meses que el costo del alquiler se fue muy alto por lo que decidieron compartir departamento con los padres y hermana de Alejandro.

Ella se dedica al maquillaje, él a la edición de video y ambos tienen varios clientes como comunity manager. Trabajan juntos y lo disfrutan, aunque también cada uno tiene su tiempo a solas.

"Me gusta Neuquén, me encantó desde el primer día en que llegué, la verdad que se me abrieron muchas puertas aquí, tuve oportunidades increíbles, y no solo en lo laboral, sino que también junto a mi amor con el que cada día soy más feliz, cada jornada parece como si fuera la primera vez, seguimos sintiendo la misma emoción cuando nos vemos. Somos dos personas creativas juntas y todos los días es una aventura diferente", terminó.

Fueron novios a distancia por tres años, ella se vino de Venezuela

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