A Marcelo Moya ya lo llamaron de la UFLO para "mantenimiento". Sueña poder traer a su familia desde Chubut. "Era más fácil quedarme a vivir de un plan pero mi familia me enseñó otra cosa", dice.
Las noches se hacen eternas y el sueño lo vence en una incómoda silla de la Terminal de Cipolletti. Pero más allá de que cada tanto "cabecea", sabe que no puede dormirse "porque la policía no te lo permite". El frío, en cambio, se vino con todo si bien no es problema para él: "Ya estoy acostumbrado, vengo de Esquel".
Se trata de Marcelo Moya -32 años-, el muchacho que llegó a nuestra ciudad en busca de trabajo y no tiene dónde vivir por el momento. Una buena es que, al difundir su historia en redes sociales, enseguida lo contactaron desde varios lugares, incluida una Universidad local, para ofrecerle empleo.
"De la UFLO me llamaron para hacer mantenimiento, ya realicé el pre-ocupacional así que Dios quiera... Lo que más me urge es el tema vivienda. Juro por mis hijos que no tengo antecedentes ni nada. Anoche la pasé en la terminal, igual que los últimos 3 días. Sentado porque no te deja dormir la policía. Las bajas temperaturas no las sufro tanto, ya estoy acostumbrado al Sur. Ahora tengo que esperar que me entreguen los estudios y que me llamen nuevamente", confiesa este padre de una nena de 7 y una nene de 2.
Arribó a Cipolletti "hace una semana" y los primeros días zafó con la ayuda de un generoso amigo que conoció en Esquel. "Dormí en su casa, que me prestó un lugarcito. Pero tiene su familia y es incómodo para todos, lo entiendo, no me gusta abusar", explica por qué la visita fue corta...
Consultado sobre las razones que lo llevaron a inclinarse por la región y por qué realiza semejante esfuerzo, explicó: "Como me quedé sin laburo, vine para poder terminar mi carrera: Seguridad e Higiene. Estudio a distancia en Universidad privada, me quedan 5 materias. Trabajaba en la construcción y ya entró la veda invernal. Cualquier cosa agarro, no le tengo miedo al trabajo. Si no me quedo en el sillón de mi casa viviendo de un plan como tantos otros, es la más fácil, pasa que mis padres me enseñaron a salir a trabajar".
La idea, cuenta, es que una vez que se instale traer a su familia si su pareja también consigue empleo por aquí.
Por lo pronto: " Estoy viendo si me sale algo ya, si no me volveré a Esquel hasta que me llamen de la UFLO. Y ahora estoy yendo a entrevistas en Neuquén por las dudas".
Claro que para regresar temporariamente a su casa, mientras aguarda la confirmación laboral, necesita juntar el dinero para el pasaje. "Si hoy me sale una changuita para pagarme el pasaje me voy mañana miércoles y vuelvo el lunes. Ahí si que no sé donde dormiré. Hablaré con mi señora y con la Universidad, si se da ese laburo, para definir dónde me quedaré. No pido que me den casa gratis, capaz me lo descuentan del sueldo... Veremos. Pero quien puede robarme esta ilusión", asegura.
"Con mi pareja me llevo perfecto, no tengo antecedentes de nada. Los dos somos nacidos en Catamarca, hace 15 años que estamos juntos. Y hace 8 llegamos a Esquel, porque ella es docente, se consigue trabajo y la paga es un poco mejor aunque el costo de vida más alto", argumenta.
Por último, Marcelo agradece "Me están llamando un montón, te dan una mano grande en todo, acá en Cipo y el Valle". Moya sueña, desde la terminal, con sacar "pasaje" a un futuro mejor.
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