La provincia tiene que resolver dos temas en transición con Rolando Figueroa. Aplicar la consulta previa por proyectos en Vaca Muerta y el registro de nuevas comunidades. Buscan un reaseguro estatal por si cambian las políticas nacionales.
El triunfo de Javier Milei en las PASO y el ascenso de una política corrida hacia la derecha generaron una suerte de “noche negra” con muchos fantasmas para la política mapuche en la provincia de Neuquén.
A tres meses de que asuma Rolando Figueroa -en una transición compleja- hay temas del sector mapuche que quedaron pendientes, en medio de la incertidumbre electoral a nivel país.
Uno es el procedimiento de consulta, que se aplica a los proyectos de obra pública, licitaciones y desarrollos de Vaca Muerta, que puedan interceder con los intereses de las comunidades; y el otro es el registro de nuevas comunidades, sobre todo las que no tienen personería, y que se autodeterminaron en estos últimos años, al calor de los conflictos con el petróleo.
La dilación tiene un trasfondo de incertidumbre, ligado a lo político, es por eso que las comunidades buscan una suerte de “paraguas legal”, por si acaso se cierne una noche negra jurídica, ante un eventual triunfo en las elecciones presidenciales de Milei o Patricia Bullirch, que pueda quebrar algunos resortes del estado nacional con financiamiento directo a las comunidades.
Los dos referentes del sector de derecha del país, sobre todo Bullrich, han sido muy críticos sobre el registro de nuevas comunidades, que no están dentro del relevamiento de la Ley 26.160, que prorrogó el gobierno de Alberto Fernández hasta el 2025.
Pero lo más jugoso es la ampliación de la consulta mapuche, que está vigente por decreto, pero las comunidades pretenden que tenga otro estatus jurídico en la legislatura de Neuquén.
“Está el decreto que reglamenta la consulta, previa, libre e informada, que establece el mecanismo, los tiempos, pero siguen licitando obras y no se está aplicando lo que se comprometieron”, dijo a LMNeuquén Jorge Nahuel, vocero de la zonal Xawnko de la Confederación Mapuche del Neuquén.
Cuando se licitó el gasoducto Néstor Kirchner aún no estaba reglamentado el procedimiento de consulta, establecido en el artículo 6° del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Hubo reclamos, pero nunca fueron escuchados.
El problema surgió ahora con el proyecto de Oleoducto Sur de Vaca Muerta, donde la Confederación Mapuche está pidiendo el procedimiento de consulta, tal cual se establece en el decreto 108/23.
“Hay una puesta en escena que se denomina audiencia pública, donde todo está preestablecido a favor de la industria y sus corporaciones. A pesar de que cuestionamos administrativamente este acto, no recibimos ni siquiera una respuesta burocrática”, aseguraron en un comunicado.
Tampoco se creó el registro de comunidades y organizaciones, que tiene el objetivo de incorporar las nuevas agrupaciones. Había 90 días desde el 13 de enero pasado cuando se publicó el decreto, y que vencía un mes antes de las elecciones para gobernador.
Pero el fracaso electoral del MPN y todo el andamiaje de políticas a favor de reglamentar los pedidos de las comunidades, aún están en el dilema de la transición, que tiene más urgencias sobre la situación financiera de la provincia, que del conflicto mapuche.
En estos días se sabe que hay reuniones entre los consejos locales de la Confederación Mapuche y algunos integrantes de la Secretaría de ambiente y Recursos Naturales, conducida por Jorge Lara, tal vez uno de los hombres que más conoce la dinámica de los parajes y los actores internos de las comunidades, están definiendo una salida legal antes de la transición. ¿Seguirá el funcionario en la próxima gestión de gobierno? Nadie lo sabe aún.
El trabajo se hace con el fiscal de Estado de Neuquén, Raúl Gaitán y un equipo de asesores jurídicos. La idea es generar un paraguas legal ante un eventual giro en la política nacional por el tema mapuche, y lograr un reaseguro estatal.
"No pasa", el oleoducto
La Confederación Mapuche del Neuquén busca darle un corte definitivo a las inscripciones de las comunidades mapuches en la provincia, con la creación de este registro, del cual hoy se sabe muy poco.
Este será el organismo por el cual las nuevas comunidades que se reconozcan mapuches podrán inscribirse, con una serie de requisitos, de territorio y familia, para lograr una personería jurídica otorgada por el gobierno de Neuquén, bajo el carácter de “personería pública”, pese a que el tema aún no parece cerrado.
El dilema es que no hay un corte final en la cantidad de comunidades en la provincia. El caso de la Fvta Xayen (Tratayén) fue paradigmático: varios de sus miembros hicieron un acuerdo de mediación penal por el delito de usurpación de campos, en 2017. La comunidad nunca estuvo registrada, y busca obtener una personería. Es la más cercana a la zona del gasoducto Néstor Kirchner, y otras de Vaca Muerta como Kaxipayiñ y Painemil, en Añelo y el yacimiento Loma La Lata.
Pero el procedimiento de consulta impera más en estos días, sobre todo por la licitación del oleoducto a Vaca Muerta, sobre el cual los mapuches ya se expidieron.
“Como ha ocurrido en repetidas oportunidades, levantamos la voz desde el corazón de nuestro territorio, hoy denominado Vaca Muerta, ya que la industria del fracking hasta los nombres de nuestros parajes se modificó. Se difunde intensamente en los medios regionales la aprobación de una obra que permitirá transportar la producción de Vaca Muerta hacia un puerto en el golfo de San Matías para la exportación de petróleo hacia otro extremo del mundo. Dicho oleoducto se aprobó sin cumplir las normas vigentes relacionadas a la seguridad sobre nuestras vidas, territorio y cosmovisión”, dijeron.
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