Rolando Figueroa toma distancia de Javier Milei
La provincia de Neuquén está atravesando un proceso trascendental en sus relaciones con Nación que aún no se ha terminado de pulir.
“Neuquén País” reza el himno provincial. Una breve y poderosa expresión, esgrimida por Marcelo Berbel y Osvaldo Aravarco, que puede interpretarse de dos formas. Neuquén es parte inequívoca del país y es una expresión de lealtad nacional o Neuquén es en sí mismo un país y la frase contiene un tinte diferenciador, casi separatista. Quizás haya una tercera interpretación, ubicada entre ambos extremos, que implique un poco de cada cosa.
Lo cierto es que las relaciones entre los gobernadores neuquinos y los presidentes de turno son definitorias en el éxito o el fracaso de las grandes gestiones. Hoy, la provincia de Neuquén, con los nuevos gobiernos de Rolando Figueroa y Javier Milei, está atravesando un proceso trascendental en sus relaciones que aún no se ha terminado de pulir.
El componente distintivo es que Neuquén lleva 61 años gobernada por partidos políticos provinciales que no están comprometidos con ninguna fuerza política de extracción nacional, lo que permite matices: durante la mayor parte de la historia de Neuquén, las relaciones han sido en general buenas, cercanas, pero no demasiado íntimas, siempre con excepciones, claro está.
Neuquén y su relación con Nación
Por ejemplo, Felipe Sapag siempre tuvo una excelente relación con los gobiernos radicales, con la sola excepción de la disputa por el paso de un gran gasoducto por Neuquén en 1986, que disparó la campaña “no al caño” contra el gobierno de Raúl Alfonsín. Una interesante historia de búsqueda de más recursos para la provincia que al MPN le salió como “tiro por la culata”, en una pintoresca historia que en sí misma merece un capítulo aparte para el análisis.
También se puede recordar el 2006, cuando Jorge Sobisch intentó liderar una coalición anti Néstor Kirchner, convocando a figuras de la -en ese entonces- oposición, tales como Ricardo López Murphy, Mauricio Macri y Roberto Lavagna. Dicha gesta tampoco redundó en mayores beneficios para la provincia.
Ubicándonos nuevamente en el presente y con las variables existentes en mano, podemos afirmar que Figueroa tiene motivos para no pelearse con Milei, así como tiene otros que le indican que debe mantener distancia, pero ninguno que lo inste a un abrazo incondicional.
Los motivos para no pelearse
El voto positivo de Javier Milei: los teléfonos neuquinos se encuentran actualmente invadidos por números desconocidos provenientes de diversas encuestadoras, que están tratando de medir semana a semana la evolución de la imagen de los mandatarios.
Es sabido que la imagen del “León Libertario” sigue siendo muy alta. En Neuquén bastante más que en otros distritos del país, cosa que preocupa a los estrategas políticos del gobierno provincial.
Cualquier manual de estrategia política podría indicar que no es conveniente antagonizar con un rival que goza de tanta popularidad.
Además, es necesario tener siempre la lapicera presidencial a favor de los intereses provinciales para, por ejemplo, determinar que los petroleros no paguen ganancias, como se le ha impuesto a los demás rubros del trabajo.
Los motivos para mantener distancia
Neuquén goza de una independencia económica que la distingue de otras provincias. Con el 80 por ciento de los recursos del tesoro provincial de origen no nacional gracias a Vaca Muerta, no es necesario rendir pleitesía para destrabar recursos para la supervivencia.
Recientemente, el ministro de Infraestructura provincial, Rubén Etcheverry, disparó en LMNeuquén que "la obra pública de Nación en Neuquén no existe" y reclamó al Gobierno Nacional no haber cumplido ninguna de las obras pactadas en Neuquén. Clara señal política de distanciamiento.
Si bien el Gobierno Nacional ha decidido realizar la mega obra del siglo, consistente en una planta de GNL en los puertos de Río Negro que implica inversiones por 30.000 millones de dólares, beneficiando directamente a Neuquén en detrimento de la Provincia de Buenos Aires, la empresa Petronas, principal inversora del proyecto, ha pisado el freno con posibilidades de cambiar de dirección hacia otros países.
De esta forma, la decisión presidencial, muy beneficiosa para la Norpatagonia, se esfumaría en el recuerdo de los pomposos anuncios.
Afortunadamente, los hidrocarburos de Vaca Muerta pueden ser exportados de otras formas. Sin ir más lejos, en 2025 se finalizará un importante oleoducto hacia el atlántico que permitirá aumentar la exportación de crudo de 36.000 a 86.000 metros cúbicos por día, que implican unos 8.000 millones de dólares en exportaciones anuales.
Por último, la identidad política es un capital que debe ser resguardado. El principal lema del gobierno de Figueroa fue y es “Neuquinizate”. El voto neuquino históricamente ha favorecido a los candidatos de extracción provincialista, frente a las erráticas y generalmente desgraciadas propuestas nacionales. El gobernador lo sabe a tal punto que cuando Javier Milei visitó Neuquén, se limitó solamente a recibirlo en el aeropuerto, sin acompañarlo en su recorrido y evitar abrazos y sonrisas ante los fotógrafos.
¿Qué resultado arroja la balanza?
Sin dudas que gran parte del destino de Neuquén está atado al nacional. Si hay inflación de la moneda, en Neuquén también la habrá.
Pero también es cierto que el último informe del INDEC sobre la pobreza arrojó que mientras que en Argentina alcanza el 52.9%, en Neuquén fue mucho menor, con el 40,4%. Si bien el provincial no deja de ser un número aterrador, es 12,5% menor que en el promedio nacional, marcando una muy holgada diferencia, que indica que los destinos, provincial y nacional, son parecidos, pero no iguales.
La imagen presidencial de aquí a las elecciones del 2025 es aún una incógnita, puesto a que estará atada al éxito de su plan económico, que por estos días evidencia importantes déficits de diseño y desarrollo, que han hecho dudar hasta a los inversores más arriesgados. Sin embargo, de reactivarse la economía en el corto o mediano plazo, un proyecto libertario en Neuquén podría amenazar una eventual reelección de Figueroa.
En cambio, la política neuquina goza de más certidumbre. El rumbo económico hacia el alza está prácticamente garantizado y por ello, Provincia toma distancia desde lo ideológico con plena intervención del Estado en el territorio, pero también desde lo discursivo con declaraciones como las del ministro Etcheverry, quien descartando cualquier tipo de inocencia interpretativa, es fácil deducir que no son producto de un impulso individualista, sino que es parte de una estrategia comunicativa.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario