Rolando Figueroa y los cambios que se vienen en el gabinete: los que suenan para el nuevo ministerio
Habrá rotación, modificación de funciones y una nueva designación para el ministerio que se creará. La danza de nombres ya empezó.
Rolando Figueroa comenzó a diagramar un nuevo esquema de gabinete provincial, en torno al anuncio que hizo la semana pasada respecto de la creación de otro ministerio que se sumará a la actual estructura de Gobierno.
Los cambios no se darán de manera inmediata y tienen que ver, fundamentalmente, con una incorporación para el Ejecutivo, cuyo nombre ya se había filtrado la semana pasada: Marcelo Severini, actual presidente de la cooperativa eléctrica CALF.
Se supo que Severini viene colaborando con el gobierno provincial como asesor desde hace algunos meses y Figueroa le solicitó que se incorpore al gabinete.
Pero para que eso suceda, el titular de CALF debería dejar ese cargo (la cooperativa tiene que definir nuevas autoridades en diciembre para que asuman en enero).
En el mientras tanto, lo que trascendió es que Infraestructura pasará a depender de otro ministerio: el de Economía, Producción e Industria que conduce Guillermo Koenig.
Y Rubén Etcheverry (actual titular de Infraestructura) asumiría en el nuevo ministerio de “Planificación” que Figueroa anunció días atrás.
Esa cartera de Infraestructura, que contiene a la Secretaría de Obras Públicas y que pasará a depender de Economía, es el área que, a futuro, podría conducir Severini. De hecho, se supo que ya hay gente de su entorno trabajando en esta dependencia de gobierno.
Cambios
Figueroa había hecho pública la semana pasada la decisión de meter mano en la estructura del gobierno de la provincia. Lo primero que anunció el mandatario neuquino estuvo relacionado con la administración del Instituto de Seguridad Social de Neuquén (ISSN), que quedó a cargo de la actual subsecretaria de Optimización de la Gestión Pública, Mariane Bartusch. En tanto, Daniel Daglio, que ocupaba ese cargo, se sumó al equipo del Ministerio de Salud como Coordinador Regional.
El otro anuncio fue el del mencionado nuevo ministerio de Planificación, que absorberá organismos como el COPADE y que no implicará, según se encargó de aclarar el propio Figueroa, más gasto público.
El gobernador advirtió en ese entonces que es preciso actualizar leyes de vieja data, como la de Obras Públicas, sancionada en la década del 70. Dijo que la gestión pública tiene “que ser mucho más rápida” y mencionó, a modo de ejemplo, que esa antigua normativa no contempla el efecto de la inflación, lo que generó, según su visión, que este año se perdiera mucho tiempo en la renegociación de contratos y el llamado a nuevas concesiones para obras de infraestructura. Es más, se conoció que muchas obras anunciadas en su momento con bombos y platillos aún no fueron ni siquiera licitadas.
En esto último puede encontrarse la explicación al movimiento de piezas que Figueroa inició en función, según deslizó una fuente del gobierno neuquino, de imprimirle un mecanismo más aceitado a las políticas de Estado.
Desde otro lugar, el análisis que se hace es que la movida también busca dar un mensaje con tirón de orejas para los funcionarios a cargo de temas que, a criterio del gobernador de la provincia, no tuvieron la mejor resolución.
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