La Justicia tiene que dirimir cuanto antes esa cuestión y difundir sus conclusiones sin dejar márgenes para las dudas. Los hechos son indivisibles del contexto electoral.
Crónica de una operación anunciada. Desde el jueves corrieron versiones sobre la organización de saqueos en la ciudad. El viernes se calentó el clima con la distribución de videos de viejos hechos en los comercios adjudicados al presente. Luego, se registró una serie de ataques a comercios organizados por grupos movilizados en vehículos y con aparente organización de sus actos, cometidos en medio de un clima electoral que no aguanta más conflictos.
La magnitud de los botines rescatados en los robos a comercios bajo el formato del saqueo no justifica los riesgos que corrieron los actores en el territorio. Alguien organizó las acciones desde el exterior de los teatros de operaciones elegidos para las mismas, al menos el gobierno de la provincia dio por descontado la existencia de un instigador para la comisión del vandalismo.
Es clave desentramar si las acciones violentas del fin de semana tuvieron como fin el robo de mercadería por su propio valor, como reza la hipótesis que impera, o si detrás hubo intencionalidad de desestabilización institucional.
Los hechos violentos se precipitaron en la semana que comenzó con las PASO por la sucesión presidencial y una de sus primeros efectos sobre el gobierno nacional: la devaluación del peso frente al dólar en el mercado oficial en el orden del 22 por ciento, con fuerte impacto en la inflación.
Lo que pasó no tuvo nada que ver con una turba de vecinos enardecida por los efectos de la economía o la política que se la agarra con los comerciantes. La movida que se activó en Neuquén mientras la provincia era recorrida por miles de turistas durante el fin de semana largo tuvo correlato en otras provincias, incluso con desenlaces muchos más violentos.
"No consideramos que sean saqueos. Pareciera que hay una intencionalidad. Los saqueos suponen la movilización espontánea de mucha gente, por lo menos yo lo viví así en el 2001", advierte el presidente de Acipan, Daniel González.
El referente empresario participó de las reunión urgentes que se desarrollaron en el ámbito gubernamental mientras se multiplicaba el despliegue policial para frenar la escalada de una movida con varias aristas no esclarecidas.
El gobernador Omar Gutiérrez enfatizó la necesidad de llegar a los instigadores de los robos organizados contra algunos comercios. "Esto no es como en 2001, hay que buscar a los instigadores", espetó el mandatario en diálogo con la prensa.
"El saqueo no está tipificado de esa manera, pero no es lo mismo de 2001, son grupos minúsculos que tienen antecedentes delictivos quienes llevaron adelante estos delitos", agregó.
Luego Gutiérrez fue más allá: "El grupo instigador estudia las vulnerabilidades de los comercios para perpetrar el ataque y difundirlo por las redes sociales", dijo sin puntualizar sobre las intenciones de fondo para estas acciones.
La Justicia dictó preventivas y formuló cargos penales contra los detenidos por los hechos del fin de semana.
"La respuesta judicial, más allá de acciones puntuales que rechazamos, ha sido ágil y ya se han aplicado detenciones en algunos casos, habiendo más de 24 individuos que serán llevados a proceso de manera inmediata", consideró Acipan en un comunicado.
"Estamos cansados, agotados, no dormimos. Seguimos en alerta, en contacto constante con la Policía, y con ganas de que esto pare para seguir trabajando tranquilos. Parecen los tiempos prehistóricos, estamos defendiéndonos entre nosotros", relató Georgina Ñanco, presidenta de la Cámara de Comercio de Neuquén. ¿Cómo puede ser que hemos llegado a ese extremo?", preguntó.
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