La novedad se comunicó mediante un decreto este mismo lunes. La idea es disminuir el impacto en el bolsillo de los ciudadanos.
El Gobierno ha dado un giro en la regulación de las prepagas mediante el Decreto 102/2025, anunciado este lunes. Con esta medida se pretende mitigar el impacto de las tarifas en los bolsillos de los afiliados, abriendo un nuevo panorama en la forma de ajustar los planes de salud, en una apuesta por equilibrar costos y fomentar la competencia.
Con el cambio implementado, las compañías de medicina privada contarán con la posibilidad de modificar las cuotas de sus planes de forma diferenciada, dejando atrás la práctica de aplicar un único porcentaje para todos. Esta flexibilidad, consagrada en el ajuste del artículo 17 del decreto 1993 de 2011, marca un paso innovador en el sector.
La nueva normativa permite a las prepagas establecer libremente el valor de las cuotas durante la vigencia de cada contrato, con porcentajes de ajuste que se adaptan a las características particulares de cada plan. Este cambio busca corregir distorsiones previas y ajustar los costos según el perfil de cada usuario.
Asimismo, la medida introduce una regla clave para los planes destinados a mayores, al limitar que la cuota de la última franja etaria no supere el triple de la primera. Esta disposición, que garantiza acceso sin restricciones de edad para nuevos afiliados y los existentes, refuerza la protección a los usuarios mayores.
Cómo serán los cambios en las prepagas
Las entidades deberán informar a los usuarios de cualquier modificación en el valor de las cuotas o copagos de manera clara y destacada. La comunicación, que debe incluir el porcentaje aplicado y el nuevo monto mensual, se emitirá dentro de los cinco días posteriores a la publicación del último IPC por el INDEC, garantizando transparencia en el proceso.
Antes de esta reforma, las prepagas podían fijar el valor de las cuotas sin restricciones, salvo por la limitación en el aumento de planes costosos. Tal situación generaba una asimetría en la que la mayoría, afiliada a planes económicos, acababa subsidiando indirectamente a quienes disfrutaban de coberturas más completas y caras.
Expertos señalan que el ajuste uniforme previo implicaba un subsidio de la base de afiliados a los usuarios de mayor poder adquisitivo, creando desequilibrios en el sistema. La nueva medida busca corregir esta situación, permitiendo que los incrementos se apliquen de forma proporcional y acorde a las características de cada plan.
En otro aspecto, el decreto redefine el tratamiento para afiliados de mayor edad, estableciendo que el costo del plan para la última franja no debe superar el triple de lo que pagan los jóvenes. Esta disposición refuerza el compromiso de brindar igualdad de acceso a un servicio de salud de calidad, sin discriminación por edad.
Además, la nueva normativa obliga a las prepagas a mantener sus planes abiertos para mayores sin imponer límites de edad, tanto para afiliados nuevos como para los ya existentes. Con esta medida, se pretende incentivar una competencia más libre y promover un uso más eficiente de los recursos destinados a la salud.
Finalmente, la reforma se implementa en un momento crucial, coincidiendo con el fin de la triangulación de aportes. Con esta acción, cerca de 1.400.000 afiliados verán integrado en su prepaga el total de sus contribuciones, lo que podría facilitar una reducción en las tarifas, al desembocar aproximadamente $180.000 millones mensuales en recursos directos.
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