Conmovedor: la abuela de Santa Cruz que pelea por la rehabilitación de su nieta, atropellada por un camión
Ni la obra social ni la compañía de seguros se hicieron cargo del accidente ocurrido en Caleta Olivia. Bianka fue operada este miércoles y la espera un largo tratamiento de recuperación.
Para Edith Segovia, una abuela de Santa Cruz, no hay nada ni nadie más importante que su nieta, Bianka Reyes. En especial, desde el 24 de agosto, cuando la joven circulaba con su motocicleta por la calle Don Bosco, de Caleta Olivia, y un camión la atropelló en el cruce con la calle Guillermo Siekmann, dejándola con severas lesiones.
Desde entonces, la familia de Bianka realiza rifas y colectas para solventar el costoso tratamiento y la rehabilitación, y Edith no deja de moverse en busca de ayuda para su nieta.
Este miércoles, después de una espera de más de un mes, Bianka por fin fue intervenida quirúrgicamente. Ahora la espera una larga rehabilitación. “Tras largas semanas de sufrimiento, hay una luz al final del túnel”, se esperanzó Edith.
“Ella transitaba en moto por la avenida cuando el camión, que venía por la calle Siekmann, no frenó. Si Bianka no hubiera logrado frenar a tiempo, la situación podría haber sido mucho peor”, contó la mujer en una entrevista que publicó el medio local La Opinión Zona Norte.
Luego del choque, Bianka quedó abandonada en el lugar. El conductor no se detuvo para ayudar a la muchacha, a pesar de haber visto lo que había pasado.
Edith reconoció que fue gracias a la intervención de algunos testigos, que el conductor fue retenido hasta que llegaron la Policía y la ambulancia.
“El chofer insistía en que todo estaba en manos del seguro, sin ofrecer asistencia a mi nieta”, relató, aún con la impotencia de aquel momento a flor de piel.
El comienzo de una odisea
Bianka fue trasladada al hospital de Caleta Olivia y allí, inicialmente un médico de guardia la declaró fuera de peligro, a pesar de estar herida.
“Cuando finalmente la vio el traumatólogo, se le detectó una fractura de rótula y un desprendimiento de tendón“, detalló Edith-
Tras la atención médica inicial llegaron las complicaciones. El proceso no sólo fue -y es- largo, sino también frustrante, porque nadie se responsabilizó por la atención médica de la joven que había sido víctima, y no causante, de un accidente
“A pesar de tener todos los documentos requeridos, nuestra vida se volvió una odisea, con trámites que parecían interminables”, comentó Edith. “Tras múltiples intentos de obtener cobertura médica, nos informaron que no era aplicable porque había sido un accidente en la vía pública”, agregó.
Así, la familia quedó sin apoyo, obligada a asumir los gastos médicos, y se vio arrastrada a un laberinto burocrático, con la obra social negándose a cubrir los costos y el seguro del camionero dilatando todo y tratando de eludir la responsabilidad.
“El dueño del camión vive su vida normal, mientras Bianka está aquí en cama, sufriendo“, expresó Edith con dolor.
En medio de las dificultades, el padecimiento y la frustración, la familia Reyes se hizo oír. Luego de que la situación fuera compartida en las redes sociales, comenzó a recibir atención de las autoridades locales.
Un contacto del gobierno de Santa Cruz
“El gobernador (de Santa Cruz) y otros funcionarios se comunicaron rápidamente para ayudar en la gestión”, explicó Edith. Pero Bianka igual esperaba que, siquiera, programaran su cirugía.
Como la situación no avanzaba, Edith decidió empezar a pelear por Justicia, además de por el bienestar de su nieta. La familia decidió llevar a juicio al propietario del camión y la compañía de seguros Mercantil Andina que, afirmaron, les realizó ofertas irrisorias que no consideraron el sufrimiento ni las secuelas que la joven enfrenta.
“El último ofrecimiento fue de dos millones y medio de pesos, que consideramos un insulto. La vida de mi nieta no tiene precio”, sostuvo Edith.
Mientras tanto, la familia se dispuso a recaudar fondos a través de rifas, para cubrir sus gastos en medicamentos y traslados, con la solidaridad de la comunidad. También recibieron una donación de muebles, para ayudarlos en su recaudación de dinero.
“Estamos muy agradecidos con quienes han colaborado“, reconoció la abuela.
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