Además del monto involucrado, que rondará los US$ 20.000, se conocieron otros detalles del acuerdo alcanzado con el organismo.
En un conferencia empresarial, el ministro de Economía, Luis Caputo, dio detalles del acuerdo alcanzado con el FMI y otras fuentes de financiamiento que reforzarán las reservas del Banco Central.
Uno de los puntos principales fue la confirmación de que el acuerdo será por US$ 20.000 millones, mucho más de los US$ 5.000 millones que estimaban los mercados. El staff del Fondo ya aprobó la cifra, pero falta la aprobación del Board.
Según Caputo, si a esto se suman posibles financiamientos que podrían dar otros organismos multilaterales como el Banco Mundial, el BID y la CAF, las reservas brutas del Banco Central podrían incrementarse hasta los US$ 50.000 millones. Desde el Gobierno aseguran que las reservas duplicarán la base monetaria en dólares, algo que daría una cobertura sólida para levantar el cepo sin corridas contra el dólar.
Como parte central del acuerdo, Caputo aseguró que no se emitirán pesos para financiar el déficit fiscal como hicieron administraciones anteriores, ya que uno de los pilares seguirá siendo un equilibrio fiscal. Otro objetivo del acuerdo es reducir el riesgo país, algo que permitiría al país volver a los mercados internacionales y refinanciar deuda externa.
Lo más sobresaliente del acuerdo con el FMI
El acuerdo incluiría un período de gracia superior a cuatro años para el pago de capital e intereses. Según el Gobierno, los fondos se usarán para cancelar deuda del Tesoro con el Banco Central mediante letras intransferibles.
La negociación se desarrolla en medio de una presión para las escasas reservas, agravado por un aumento en la compra de dólares para viajes al exterior durante el verano. El Gobierno enfrenta además el desafío de calmar los mercados, donde la perspectiva de un nuevo acuerdo generó aumentos en los dólares financieros, que llegaron a los $ 1.300.
El presidente Javier Milei anticipó que el acuerdo se anunciaría para mediados de abril, tras la aprobación de un decreto de necesidad y urgencia que autorizó las negociaciones sin requerir consenso parlamentario completo, aunque tuvo 129 votos a favor en Diputados.
El Fondo, por su parte, destacó que el programa busca consolidar las reformas económicas iniciadas, aunque aún no se revelaron detalles sobre condiciones específicas que se exigirán, como determinadas políticas monetarias.
Algunos analistas esperan que el FMI insista en un marco más estricto para el manejo del déficit fiscal, incluyendo recortes en subsidios energéticos y un aumento en las tarifas de servicios públicos. También las provincias podrían enfrentar reducciones adicionales en sus presupuestos, especialmente en sectores como salud, educación y transporte.
A diferencia de acuerdos anteriores, este programa no incluye una reestructuración previa de los compromisos con acreedores privados, que seguirán recibiendo pagos completos mientras continúa el ajuste sobre las finanzas públicas. Esto generó críticas entre algunos economistas que consideran que una renegociación más amplia habría sido necesaria para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del endeudamiento.
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