Economista advierte que el modelo de Javier Milei se puede "quedar sin nafta"
Se debe a que plantea un tipo de cambio real atrasado, que genera un desbalance en el flujo de dólares. La convertibilidad fue un caso.
Dado de que el equipo económico se dirige a lograr una combinación de baja de la inflación con estabilidad del tipo de cambio, la duda que plantean los economistas es cuán sostenible puede ser el esquema que propone el gobierno de Javier Milei.
En principio, y aunque el ministro de Economía, Luis Caputo, le diga a los inversores que pueden confiar en Argentina porque “esta vez va a ser distinto”, la realidad es que el modelo luce bastante similar a otros programas de estabilización basado en el retraso del tipo de cambio.
El más exitoso de ellos fue la convertibilidad durante el gobierno de Carlos Menem, que sirvió para matar la hiperinflación. Más allá de la regla nominal que decía que un peso era igual a un dólar, el tipo de cambio real, que es el valor que determinan los precios del intercambio comercial del país, era bajo, lo que desalentaba la exportación y favorecía a la importación, además un balance general de dólares deficitario que se tenía que suplir mediante endeudamiento.
Al respecto, el economista de la consultora Equilibra Emiliano Libman plantea que lo que está haciendo el gobierno libertario no es nada nuevo, y que ya ha ocurrido en otros momentos y otros países.
“No tengo la bola de cristal y a esta altura creo que está claro que veo el proceso con mucho escepticismo”, sostiene Libman en una explicación que brindó a través de redes sociales. Afirma que si bien “no lo tenía tan claro al principio, evaluando casi un año de gestión me atrevería a describir el esquema en curso como un programa de estabilización ‘basado en el tipo de cambio’”.
No es la primera vez que se estabiliza bajando el precio del dólar
Libman explica que “en los países avanzados la estabilización se asocia casi inexorablemente con una proceso de contracción económica” por lo que “la discusión no suele ser si cuesta bajar, sino cuánto cuesta”. Ante una consulta de LM Neuquén, respecto de que en esta oportunidad la Argentina está haciendo un fuerte ajuste fiscal, a diferencia de otros programas, el analista indicó: “si, es cierto. Pero los ciclos se dan también en países con ajuste fiscal y superávit de las cuentas públicas”.
El profesional plantea que “en economías de ingresos medios, los programas presentan un componente expansivo en el corto plazo”. “En Argentina esto es cierto, me atrevo a decir siempre, excepto durante 2016-2017. La clave suele ser la consolidación de un ancla cambiaria”, señala el profesional.
En ese sentido añade que “existe una dinámica ‘clásica’ en la cual el tipo de cambio aumenta menos que los precios y las tasas de interés bajan (por el efecto de la menor expectativa de devaluación)”. “Se produce entonces un cóctel que combina un tipo de cambio real y tasas de interés reales más bajas, la expansión del crédito y una recuperación o incluso expansión de la actividad”, advierte Libman. Se trata de algo que está ocurriendo ahora.
El modelo se queda sin nafta
Pero advierte que “en algún momento, el proceso se queda sin nafta, porque el déficit por cuenta corriente se suele incrementar”. “Esto se debe a la combinación de un mayor el endeudamiento externo total, su correspondiente carga de intereses y el mayor déficit comercial”, plantea el economista de Equilibra.
En ese sentido, agrega que “al acabarse la nafta, la economía ingresa en una recesión que suele terminar con el ancla cambiaria”. “No hay que necesariamente alarmase por esto. En algunos casos el proceso culmina en una crisis o en un salto cambiario”, plantea el profesional.
El analista indica que la literatura ofrece dos explicaciones de esta dinámica. Un grupo de hipótesis está basada en la existencia de inercia inflacionaria y contratos que miran hacia el pasado, y el otro grupo aduce problemas de credibilidad.
“Como los actores asumen que la política no va a durar para siempre, aprovechan que el país está caro en dólares para gastar, generando el déficit por cuenta corriente (y la dinámica inflacionaria). Cuando la regla cambiaria se abandona, las expectativas de que la política era transitoria se ven validadas en la práctica”, explicó Libman.
Sensación de confianza
En ese sentido, el profesional afirma que “lo interesante es que en estos días vivimos una sensación de que hay mucha confianza en el actual esquema”. “Lo que me lleva la siguiente pregunta: si hay confianza, ¿por qué cayó el tipo de cambio real tan bruscamente? Ninguna de las explicaciones ofrecidas por la literatura es consistente con ello”, sostiene.
Libman dice que “es difícil racionalizar los cambio de precios relativos por cuestiones asociadas exclusivamente a un programa de estabilización” pero cree que “en el caso Argentino, sin embargo, es bastante particular”.
Sostiene que los niveles del tipo de cambio real de fines del 2023 eran demasiado altos. Es decir, la Argentina era muy barata en dólares y hay sectores, como la minería y Vaca Muerta, que pueden volar si se levanta el cepo.
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