Se trata de las universidades nacionales de Pilar, del Delta y de Ezeiza, en Buenos Aires; de Madres de Plaza de Mayo, en CABA, y de Río Tercero, en Córdoba.
El Gobierno nacional avanzó, a través de una resolución, con el freno a la apertura de cinco universidades nacionales creadas por el Congreso Nacional en septiembre de 2023, poco antes del cambio de Gobierno, e inició un proceso de revisión sobre ellas, lo que podría terminar en su eventual eliminación y dejar sin efecto la designación de sus autoridades.
La decisión llevó la firma de Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, y una de las personas de mayor confianza del presidente, Javier Milei, alcanzó a las universidades del Delta, Pilar, Ezeiza, Río Tercero y la de las Madres de Plaza de Mayo. La medida implica también la suspensión de los nombramientos de cinco rectores normalizadores nombrados con anterioridad, al tiempo que, según afirmaron fuentes del área, “recupera el presupuesto girado sin control alguno por el gobierno anterior”.
La resolución para el cierre de las universidades
El texto de la resolución, que todavía no fue publicada en el Boletín Oficial, establece "el proceso de revisión de la creación e inicio de actividades académicas de las nuevas instituciones universitarias nacionales creadas por las Leyes 27.727, 27.728, 27.729, 27.730 y 27.731 con el fin de determinar el efectivo cumplimiento del procedimiento para su creación y funcionamiento objetivo".
En los fundamentos, la resolución señala que la decisión atiende a "evitar la duplicación y superposición de estructuras jerárquicas y de garantizar que la oferta educativa cumpla con la calidad y pertinencia debida, resulta necesaria la adopción de medidas tendientes a revisar el inicio de actividades académicas de las Casas de Altos Estudios antes mencionadas, para determinar si el procedimiento administrativo exigido por la Ley de Educación Superior para crear nuevas universidades fue debidamente cumplido".
El texto también indicó que la revisión busca comprobar "si las condiciones allí establecidas fueron realmente satisfechas y se encuentren debidamente documentadas y si la pertinencia, oportunidad y la previsión del crédito presupuestario correspondiente, en base a un estudio de factibilidad, avaló la iniciativa".
En la Casa Rosada fueron terminantes a la hora de definir a los nuevos centros educativos como “universidades fantasmas” y “curros de la política”. Apuntaron además a que cada una de ellas “tiene un nombre”, en alusión a que responderían a intereses de diferentes figuras de la política. Por caso, mencionaban al senador Martín Lousteau, uno de los que votó a favor, y a Sergio Massa.
La votación se dio luego de que se tratara la modificación de la ley de alquileres y se eliminara la cuarta categoría del régimen de Impuesto a las Ganancias, en la Cámara Alta. Fue en el final de una sesión maratónica y se votaron cada una de ellas por separado. Para la Universidad del Delta se obtuvieron 58 votos afirmativos y 2 negativos. La de Pilar recibió 59 votos positivos y 1 negativo; la de Ezeiza, 41 votos a favor y 19 negativos; la de Río Tercero, 59 senadores positivos y 1 en contra, y la de Madres de Plaza de Mayo, 40 votos afirmativos y 20 negativos, por fuera del kirchnerismo.
La diputada nacional Marcela Pagano celebró la noticia en la red social X y tuiteó: "Lo prometido: devolverle a los argentinos la educación de calidad, administrar con sumo cuidado los fondos vinculados a las Universidades, impedir la utilización de esos fondos para financiar a políticos. Excelente decisión de (el subsecretario de Políticas Universitarias de la Nación, Alejandro Alvarez) @AleCiroAlvarez y la ministra (de Capital Humano, Sandra) Pettovello".
La publicación de Pagano fue reposteada por el Subsecretario de Políticas Universitarias, área que depende del ministerio de Capital Humano.
Las cinco universidades
Las iniciativas que dieron impulso a la creación de las universidades nacionales Del Delta, de Pilar, de Ezeiza, de Madres de Plaza de Mayo y de Río Tercero hacen hincapié en vincular los planes de estudio de esas cinco instituciones con la realidad socioeconómica y productiva de cada lugar, acercando la formación de grado a más personas.
La Universidad Nacional del Delta comprendería a los partidos de Tigre, Escobar, San Fernando y su zona de influencia en el norte del conurbano bonaerense, que alcanza a más de 700 mil habitantes.
En tanto, la Universidad Nacional de Pilar estará vinculada a las actividades productivas del Parque Industrial Pilar, por lo que estaba prevista adecuar programas y currículas de estudio a la industria de la alimentación, químicas, papelera, metalúrgicas, plásticas, farmacéuticas y de software, entre otras.
Esta institución estaba previsto que funcionase en los edificios del ex Instituto Pellegrini, cedidos al municipio, ubicados en la Ruta 25.
Por su parte, la Universidad Nacional de Ezeiza, que funciona como universidad de la provincia de Buenos Aires desde 2011 con más de 9.000 estudiantes, tendrá como área de influencia gran parte del sur del Gran Buenos Aires, principalmente los municipios aledaños de Esteban Echeverría, Cañuelas, Lobos, Presidente Perón y San Vicente y algunas localidades de La Matanza.
Con respecto a la creación de la Universidad Nacional de Río Tercero "se presenta como una oportunidad histórica de reparación de parte del Estado Nacional frente a las acciones que llevaron a la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero el 3 de noviembre de 1995, en donde perdieron su vida siete personas y 300 resultaron heridas", señaló la iniciativa que impulsó su creación.
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