Un vuelo de American Airlines con destino a Nueva York debió regresar a Ezeiza tras reportarse ruidos y supuestos gritos en la bodega de equipaje.
El jueves por la noche, un vuelo de American Airlines que partió desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza rumbo a Nueva York se convirtió en el centro de un despliegue policial sin precedentes. El avión, que operaba el vuelo 954 y despegó a las 21 horas, tuvo que interrumpir su ruta cuando sobrevolaba Córdoba debido a una alarma de seguridad.
La situación llevó a que el avión regresara a Buenos Aires, donde un equipo comando de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) ingresó a la bodega en busca de una posible amenaza.
La alarma comenzó tras reportarse "ruidos" y supuestos "gritos" provenientes de la bodega de equipaje. Según un testigo, el piloto del vuelo comunicó que una persona podría estar encerrada en el área de carga golpeando un objeto contundente. Este anuncio generó una mezcla de sorpresa y preocupación entre los pasajeros, quienes, en su mayoría, desconocían la magnitud del operativo que se desataría en los minutos siguientes.
El piloto optó por regresar al aeropuerto de origen ante la potencial amenaza, desencadenando una intervención de los efectivos del Grupo Especial de Asalto Táctico (GEAT) en tierra. Este equipo de élite, encargado de operaciones críticas como toma de rehenes y sabotajes de aeronaves, desplegó un procedimiento rápido y exhaustivo en busca de cualquier indicio que confirmara los reportes iniciales.
Inspección del GEAT y falsa alarma
Al aterrizar de nuevo en Ezeiza, el avión fue rodeado por personal especializado del GEAT, quienes ingresaron a la aeronave y la bodega de carga en busca de posibles sospechosos. Las operaciones de esta unidad de élite, integrada por efectivos con experiencia en tácticas de asalto y manejo avanzado de armamento, se realizan bajo normas estrictas de seguridad para minimizar los riesgos y dar respuestas certeras en situaciones críticas.
A pesar de la rigurosa inspección, las autoridades confirmaron que no se encontró a ninguna persona en el área de carga. La situación resultó ser una falsa alarma, y la aeronave recibió el visto bueno para retomar su trayecto hacia Nueva York. Aunque el operativo provocó demoras considerables, la página oficial de la aerolínea comunicó que el vuelo estaba en condiciones normales para continuar.
Reacciones de los pasajeros y registro en redes
Mientras la tensión aumentaba, los pasajeros a bordo manifestaron una serie de reacciones. Algunos grabaron el momento en que el avión aterrizaba y compartieron videos en redes sociales donde se observa a los efectivos del GEAT ingresando con rapidez. "Esto es insólito, de película", comentó uno de los pasajeros, reflejando la sorpresa de los presentes. Otros mostraron señales de preocupación y nerviosismo ante la inusual situación.
Este despliegue no solo generó reacciones inmediatas entre los pasajeros, sino también cuestionamientos en torno a la seguridad y los protocolos de emergencia. El rápido accionar del equipo de seguridad y la pronta respuesta de la aerolínea fueron determinantes para evitar mayores problemas, aunque la causa de los ruidos y los supuestos gritos sigue sin aclararse del todo.
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