Detectaron rastros suyos y de la menor que lo denunció en la camioneta donde la habría atacado, en Rawson. Ofrecía a las víctimas curarles el mal de ojo y les daba jugo con somníferos.
Danko e Indiana. Así se llaman los dos perros de la policía de Chubut que dejaron más cerca de la condena a un hombre que se hacía pasar por curandero y está acusado de abusar de sus “pacientes”.
El sospechoso fue detenido a principios de septiembre, denunciado por la familia de una menor de edad luego de un fin de semana en el que, según el testimonio que dieron, habría engañado a dos víctimas más. Y eso no es todo: ya estaba siendo investigado por cinco casos similares en Trelew.
Unas 48 horas después de aquella denuncia de abuso de menores, “El Curandero”, como se lo llamó en los medios locales, fue detenido. Le dictaron la prisión preventiva por 6 meses, mientras avanzara la investigación. Y ahora, dieron un paso que podría terminar de probar su participación en el hecho denunciado en la capital de Chubut.
Como parte de las pericias, se organizó en el salón de usos múltiples del Centro de Retirados de la Policía de Chubut, en Trelew, un operativo para realizar una pericia en la que, gracias a su olfato entrenado, los dos canes hicieron marcaciones positivas que son clave para vincular al imputado y a la víctima con la camioneta donde habría ocurrido el abuso.
Acompañados por sus guías y entrenadores, el sargento Walter Urrutia y la cabo primero Brenda Mansilla, el perro y la perra policiales olfatearon varias muestras tomadas en el vehículo en cuestión, y las identificaron como pertenecientes al imputado y a la presunta víctima. Un indicio contundente.
A pedido de la fiscal jefe de Rawson, Florencia Gómez, quien encabeza la investigación junto a la fiscal Gimena Marote, la medida de prueba fue organizada por la Sección Odorológica Forense del Área Criminalística y CMF de la Policía, con la comisario Analía Medina y la cabo primera Stefania González como peritos de sala.
Cómo actuaba el "Curandero" de Chubut
Según la investigación, el "Curandero” engañaba a sus víctimas ofreciéndoles "curar el mal de ojo" o "quitar la envidia", para luego, durante la sesión, ofrecerles un jugo de limón mezclado con “alguna sustancia que las dejaba mareadas e incapaces de reaccionar”, según precisó la Fiscal.
Gómez describió en una audiencia que una vez que tenía a las mujeres adormecidas, el acusado las llevaba hasta su camioneta Peugeot Boxer, donde las abusaba. Luego, sencillamente, las abandonaba.
En la primera etapa de la investigación se identificaron al menos diez posibles casos de abuso que habrían sido cometidos por el imputado con este modus operandi. A los tres mencionados por la parte denunciante en Rawson, se sumarían otros cinco en Trelew, justamente el lugar donde fue detenido el acusado.
Si bien la identidad del Curandero nunca se difundió, se sabe que es oriundo de Caleta Olivia y que no tenía un lugar fijo de residencia. De hecho, dormía en su vehículo tipo combi, generalmente en Trelew. Tiene un hermano con casa en Comodoro Rivadavia, donde el defensor oficial que le asignaron pidió la preventiva domiciliaria.
Además de la causa de Rawson por la que terminó detenido, ya enfrentaba otras tres investigaciones judiciales en su contra en Trelew, también por denuncias de abusos.
Persecución en Trelew
Tras la denuncia de los familiares de la menor, la Policía inició una búsqueda que culminó con una persecución cinematográfica por el centro de Trelew, en la que debieron involucrarse varios móviles policiales y hasta agentes del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) para poder detener al Curandero, quien se resistió al arresto y emprendió una huida.
Durante la persecución, incluso, el hombre chocó a un patrullero, y por un momento logró que lo perdieran de vista. Pero más tarde fue interceptado en una estación de servicio ubicada en la salida de Trelew, presuntamente camino a Puerto Madryn.
Lejos de darse por atrapado, una vez más mostró resistencia e intentó escapar, pero esta vez sin éxito. Luego, en la primera audiencia ante la Justicia, el sospechoso declaró ser curandero y vendedor ambulante: dijo que se ganaba la vida “vendiendo cositas en la calle”.
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