Conocé la historia del primer niño captado por la "Escuela de Yoga", que logró escapar y denunciar el horror oculto en las sectas argentinas.
El año pasado, una secta criminal que operaba en Argentina y en el extranjero fue desbaratada en una serie de allanamientos que se realizaron en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. La organización se dedicaba principalmente a la trata de personas con reducción a la servidumbre mediante la coerción. La investigación reveló que la secta captaba a personas ofreciéndoles un tratamiento para "terminar con los males del SIDA y las drogas" y lograr el "desarrollo de la felicidad". El testimonio de Pablo Salum, víctima y denunciante de la organización, fue clave en el proceso judicial que permitió desmantelar la secta.
Salum, que fue el primer niño captado por la secta a los 8 años de edad, relató varias veces que pasó su infancia en ese lugar y que la organización comenzó como una escuela de filosofía y cultura New Age en la que se practicaba yoga. Sin embargo, a medida que el lugar fue creciendo y empezó a tener más adeptos, la captación y el sometimiento se fueron agravando. "Los nenes eran obligados a tener relaciones sexuales con adultos y con sus propios padres", afirmó Salum.
El joven denunció que Juan Percovich y su hijo Marcelo Guerra, los encargados de la organización, captaron a políticos, famosos y gente de los derechos humanos. Según Salum, intercambiaban favores sexuales con personas de la organización, incluyendo a su propia madre y hermana.
Salum logró escapar y denunciar lo que estaba sucediendo en la secta. En sus testimonios, relata el horror que tuvo que vivir durante su infancia y cómo su familia fue destruida por la organización. Sin embargo, sus primeras denuncias, realizadas entre 1991 y 1992, no tuvieron consecuencias.
El testimonio de Salum puede verse en varios videos y podcast en YouTube, por ejemplo la extensa entrevista que le hizo el famoso youtuber Jordi Wild.
Las sectas en el mundo
Según datos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina, existen alrededor de 200 sectas activas en el país, aunque se cree que la cifra real podría ser mucho mayor, ya que muchas operan de manera clandestina. Estas sectas van desde grupos pequeños y poco conocidos hasta organizaciones más grandes y establecidas que tienen influencia política, económica y social.
A nivel mundial, la situación no es muy diferente. Según estimaciones del Centro de Estudios sobre las Nuevas Religiones (CESNUR), existen alrededor de 5.000 nuevas religiones y movimientos espirituales en todo el mundo, muchos de los cuales se consideran sectas.
Algunas de estas sectas han ganado notoriedad por sus prácticas abusivas y peligrosas. Por ejemplo, el grupo estadounidense “La Familia”, que se autodenomina “el más peligroso culto del mundo”, ha sido acusado de cometer todo tipo de delitos, desde lavado de dinero hasta abuso sexual y tráfico de drogas.
Otro ejemplo es el grupo japonés Aum Shinrikyo, responsable del atentado con gas sarín en el metro de Tokio en 1995, que causó la muerte de 13 personas y dejó a miles más heridas.
A pesar de la existencia de estas sectas extremas, la mayoría de los grupos religiosos y espirituales son inofensivos y buscan proporcionar a sus seguidores un sentido de comunidad y conexión espiritual. De hecho, según una encuesta realizada por el Centro de Investigación Pew, el 27% de los argentinos afirman que la religión es muy importante en sus vidas, mientras que el 56% dice que es algo importante.
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