Las dos realidades de Mauricio Macri, que ponen en alerta a Casa Rosada
El jueves encabezó un acto en La Boca. ¿Por qué el expresidente preservó a Guillermo Francos de las críticas? El otro carril del vínculo con el PRO: la reunión Karina-Frigerio.
Le llevó su tiempo, pero finalmente Mauricio Macri pudo cerrar el jueves el proceso que comenzó hace dos meses cuando asumió la conducción del PRO. Sin Horacio Rodríguez Larreta ni Patricia Bullrich, el expresidente relanzó el partido, como si estuviera en pleno año electoral. Pidió apoyar a Javier Milei, pero le apuntó al entorno, le criticó la falta de gestión y "de equipo" y contó que cuando el presidente le propuso fusionar a La Libertad Avanza con el partido amarillo, Macri le contestó que, como en las parejas, para convivir primero había que intimar.
El apoyo crítico que estrenó Macri es una advertencia para el futuro y el primer termómetro del vínculo con el Gobierno transita por otros dos carriles: la negociación que ese mismo jueves sumó otro capítulo, cuando el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibió a los 10 gobernadores de Juntos por el Cambio y la reunión que al día siguiente mantuvo el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, con la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.
La expectativa de los cinco mandatarios del radicalismo, los tres del PRO y los dos aliados provinciales de Juntos por el Cambio, es conseguir un trato diferencial por parte de la Casa Rosada. Después de haber prestado asistencia perfecta en Tucumán, para firmar el Pacto de Mayo durante los primeros minutos del 9 de julio, esperan que Milei tenga una predisposición distinta a la que le destina a su antagonista preferido: el gobernador bonarense Axel Kicillof, como cabeza visible de una oposición panperonista que no logra reorganizarse y que incluye a los demás gobernadores kirchneristas, salvo aquellos que ya entablaron un diálogo fluido con la Rosada. Para radicales y macristas el Gobierno debe tratarlos mejor y en la reunión que tuvieron con Francos solo se llevaron propuestas amargas, porque el "trato especial" se resumió en beneficiarlos a costa de la postergación de las demás provincias administradas por opositores peronistas de todo pelaje.
Uno de los reclamos más importantes, que incluye a todo JxC, es que la ANSES les pague a 13 provincias las compensaciones que suspendió en diciembre para las cajas jubilatorias que no fueron transferidas en la Nación durante los 90. En 2017, durante el segundo año de la presidencia de Macri, los gobernadores firmaron un primer pacto fiscal, negociado con el entonces ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que actualmente conduce el Ejecutivo de la provincia de Entre Ríos. A cambio de una serie de concesiones provinciales, el gobierno nacional se comprometió a financiar el déficit de cada caja con un mecanismo de anticipos automáticos que se actualiza desde entonces por inflación en forma trimestral.
Según contó a LMNeuquén un testigo de la negociación, Francos les propuso "compensar deudas con deudas". La oferta es, por ahora, un bono que el Gobierno le entregaría en forma de pago a las provincias gobernadas por JxC y después a las demás. La propuesta es incómoda para los destinatarios y legitima un mecanismo discrecional del Ejecutivo para postergar a distritos como Buenos Aires. Otra vez Kicillof en la mira, en el marco de un nuevo esquema de relación financiera con las provincias, donde habrá garrotes y zanahorias.
De los tironeos de la Nación con los distritos por el PRO, ya hubo una primera aproximación, pero falta pulir. Es por los fondos coparticipables que le deben a la Ciudad de Buenos Aires desde que la administración de Alberto Fernández les quitó un punto. Fue la detracción de los fondos que Macri les había otorgado cuatro años antes, cuando les transfirió la porción porteña de la Policía Federal. La Corte Suprema falló a favor del gobierno porteño, pero Milei no pagará la deuda, sino que comenzará a regularizar los fondos de ahora hacia adelante. En el Gobierno argumentan que el estado porteño ya pudo equilibrar lo que le habían quitado, pero el alcalde Jorge Macri había anticipado que si no había una solución estarían seriamente comprometidos en materia financiera.
El principio de acuerdo fue en respuesta a los reclamos que hicieron el expresidente Macri, el titular de la bancada del PRO en Diputados, Cristian Ritondo y los principales dirigentes del macrismo. Resultó una concesión a regañadientes, con una posible entrega de bonos y luego de una pulseada de ocho meses. Para los macristas de paladar negro no fue agradable soportar que el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo estuviera del otro lado del mostrador, cuando había ocupado la cartera de Finanzas durante el gobierno de Mauricio.
Mauricio Macri le apuntó al entorno de Javier Milei
El tablero de Milei con los gobernadores es la otra mesa de negociación que Mauricio Macri sigue de cerca y no quiere complicar en esta etapa de "apoyo crítico". El expresidente dijo en La Boca que una de las grandes deudas de este gobierno "es armar equipo" y apuntó al entorno del mandatario. Los presentes al evento interpretaron que estaba apuntando al consultor Santiago Caputo y a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
La alocución fue después de dos movimientos: primero se reunió con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el resultado fue un distanciamiento que asoma irreversible. Luego cenó con Milei el lunes pasado y le anticipó buena parte de sus críticas: desde la falla en el elenco de Gobierno y su negativa para promover al juez Ariel Lijo para la Corte. También se quejó de Caputo. El asesor supo de antemano que esos lamentos retumbarían en La Boca y dos días antes concedió una entrevista al portal del canal Todo Noticias. Se despegó del rediseño del aparato de inteligencia estatal y la exhumación de la SIDE y aprovechó para destinarle elogios a Macri. Lo hizo para curarse en salud antes de la embestida creciente que el expresidente le dedicará.
El expresidente aprovechó otra entrevista para negar que apuntó contra la hermana del Presidente. Dijo que no la conocía y que solo se la había cruzado dos veces, pero nunca tuvo la oportunidad de hablar con profundidad respecto al vínculo del PRO con el Gobierno. La aclaración sorprendió y deslizó suspicacias. Luego de correr a Bullrich, Macri dejó claro el jueves que si el Gobierno necesita ayuda del PRO, tienen que hablar con él y no con otro interlocutor, como la ministra de Seguridad, que sigue dentro del partido y asegura que peleará desde adentro. En ese contexto, la aclaración que hizo Macri para negar una crítica hacia la hermana del presidente, sugiere que está buscando hablar con ella y sortear para siempre al joven Caputo. "El que le pega a Santiago le está pegando a Javier", acotó un funcionario de la Rosada.
En Balcarce 50 los voceros formales e informales salieron a cuestionar la legitimidad e importancia del mensaje de Macri. Ninguno habla sin la autorización de Caputo y todos le bajaron el precio porque proviene de uno de los dirigentes con peor imagen negativa. Algo muy parecido al método que utiliza el joven consultor: en público le dedican elogios y respeto al magnate, pero en privado aseguran que ya fue, que todavía no sale del aturdimiento que le provocó la derrota del año pasado, junto a su creciente antagonismo con Bullrich.
El cerco que buscó alejarlo de Milei desde que asumió la presidencia tuvo otros impulsores: el exjefe de Gabinete Nicolás Posse y su sucesor Francos. El expresidente eligió preservarlo de sus críticas, quizás porque estima que el exministro del Interior no tuvo compromiso personal con la idea de correrlo. Fue parte de una decisión impulsada por los hermanos Milei junto a Santiago, que conoce al fundador del PRO desde que trabajó para su gobierno y rompió en la era gradualista que postergó el shock.
El apoyo crítico que ahora será repetido por todo el elenco del PRO tiene un límite. Ambas fuerzas políticas comparten el mismo electorado. El tema estuvo sobre la mesa que compartieron Karina y Frigerio. El gobernador fue por temas exclusivos de su provincia y la hermana del presidente, además de tener una acción de oro en la mesa chica de decisiones, también está encargada del armado electoral para el año que viene.
Aunque Juntos por el Cambio ya no existe a nivel nacional, sí tiene presencia en las provincias que gobierna. En esos territorios imaginan el año que viene junto al oficialismo, pero con listas definidas en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) que el Gobierno amaga con anular, pero no tiene los votos para hacerlo en el Congreso. Una división extrema entre el PRO y LLA podría permitir un fortalecimiento del peronismo en distritos donde perdió, como Entre Ríos.
La foto con Karina Milei puso al gobernador en otro lugar dentro del universo del PRO. Rogelio Frigerio pudo tener la reunión que Macri dice que nunca consiguió. Aunque haya ido por temas puramente vinculados a su gestión provincial, su presencia en el primer piso del ala norte de la Casa Rosada es un encuentro que los demás mandatarios del PRO, ni de JxC han tenido hasta ahora. Sucedió con hermetismo. El exministro del Interior tiene un amplio conocimiento sobre la relación con las provincias y su vinculación con el entorno del presidente puede ser una ventana que oxigene la tensión que desnudó Macri este jueves.
Te puede interesar...
Lo más leído
Leé más
Memes e insultos: los libertarios atacan a Macri mientras se reúne con Milei
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario