Desde abril de este año los salarios comenzaron a ganarle por estrechos márgenes a la inflación. Pero eso no se refleja en las compras en comercios.
Existe un dilema que el gobierno no puede resolver por el momento y es que si los salarios vienen ganando a la inflación en los últimos cuatro meses, por qué el público no nota una mejora. Es lo que se llama como “sensación térmica” de los precios.
Sobre todo a partir de septiembre, que como van anticipando algunos datos privados, la inflación nacional habría perforado el piso de 4% que se mantuvo desde mayo. Con más razón, las mejoras salariales generan una pequeña ganancia de poder de compra.
La consultora Analytica plantea al respecto que “los salarios privados registrados acumularon en julio cuatro meses consecutivos al alza, con un 10,8% de crecimiento en términos reales desde abril”. “Por su parte, el salario del sector público también creció en el mes, un 2,6%, después de caer levemente en junio. A su vez, el crédito subió. Sin embargo, el consumo no reacciona”, advierte el informe.
En ese sentido, el estudio indica que “en los supermercados durante julio las ventas se mantuvieron en un nivel similar al mes anterior, con una ligera caída del 0,1% al ajustar por estacionalidad”.
“En comparación con el año anterior, la caída fue del 12,3%. Este nivel de ventas, que se mantiene relativamente estable desde la caída mensual del 9,2% de diciembre, es sumamente bajo”, remarca Analytica.
La consultora añade al respecto que “el nivel promedio de este año es el más bajo de toda la serie histórica que inicia en 2017”.
“En paralelo, las ventas en autoservicios se contrajeron un 1% respecto a junio, marcando la segunda caída consecutiva y la séptima desde diciembre, acumulando una disminución total del 17% en ese periodo. Los niveles de ventas en estos comercios son los más bajos desde septiembre de 2019”, abunda en detalles el estudio privado.
Ventas minoristas y créditos para abajo
El estudio plantea además que “en la misma sintonía se encontraron los datos de ventas minoristas relevados por CAME, con caídas mensuales del 1,6% en julio y en el dato adelantado de agosto, al mismo tiempo que desde diciembre la caída es del 19,5%”.
“El EMAE de comercio repuntó un 3,3% sin estacionalidad en julio, pero tiene un comportamiento oscilante desde mayo, ubicándose un 6,2% por debajo de noviembre. Asimismo, los créditos con tarjeta crecieron 8,4% en términos reales y sin estacionalidad en julio y, aunque aún continúan por debajo de noviembre, aumentaron un 19,3% desde el mínimo de febrero”, dice la consultora.
Por qué no mejora el consumo: los servicios
Analytica sostiene que la disociación entre mejora de ingresos reales y caída del consumo “en parte se explica por el incremento del peso de los servicios en los ingresos”
“Cambió la composición de los gastos de los hogares: mientras que el índice de salarios creció un 128,5% frente a noviembre, los gastos en electricidad, gas y combustibles lo hicieron en un 320,2%, que se suma al incremento del 252,6% en los gastos de transporte público, entre otros servicios”, señala el reporte.
En ese sentido, concluye que “es por esto que la mejora de los salarios no es suficiente para recuperar los niveles de consumo del año pasado y el incremento del crédito en tarjeta estaría evitando una caída aún mayor”.
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