El joven dejó de responder mensajes y llamadas, y su familia está desesperada.
La desaparición de un joven de 25 años que viajó a la costa en busca de trabajo mantiene en vilo a su familia y a las autoridades. Desde hace más de tres semanas no existe ningún contacto con él y los operativos desplegados hasta ahora no arrojaron resultados concretos.
La mañana del 1° de diciembre, Susana Schechtel acompañó a su hijo, Maximiliano Echarri, hasta la terminal de ómnibus San Francisco de Asís, en Bahía Blanca. El joven subió a un micro con destino a Mar del Plata con la idea de conseguir empleo durante la temporada de verano. El plan era simple: instalarse, buscar trabajo y mantenerse en contacto con su familia mientras avanzaba en esa nueva etapa.
Durante los primeros días, intercambiaron mensajes con normalidad. Maximiliano avisó que había llegado a destino y comentó algunos movimientos iniciales. Sin embargo, el 10 de diciembre todo cambió. Dejó de responder el celular y el silencio se volvió absoluto. No hubo mensajes, llamadas ni actividad en redes sociales que permitiera saber dónde estaba o cómo se encontraba.
Con el correr de los días y ante la ausencia total de noticias, la preocupación familiar creció. El 20 de diciembre, Susana formalizó una denuncia policial por averiguación de paradero, lo que activó un protocolo de búsqueda tanto en Bahía Blanca como en la ciudad balnearia.
La investigación y las primeras medidas
La causa quedó radicada en la UFIJ N°20 de Bahía Blanca, con intervención de la Comisaría Cuarta y la Subcomisaría Harding Green. Desde allí se ordenaron distintas medidas para intentar reconstruir los últimos movimientos del joven. Una de las primeras decisiones fue la difusión de fotos y videos, con autorización de la familia, para facilitar su identificación por parte de la comunidad.
Según consta en los informes policiales, los familiares no saben dónde se alojaba Maximiliano, con quiénes se vinculaba ni si logró acceder a algún empleo tras su llegada a Mar del Plata. Ese vacío de información complica el rastreo y amplía el abanico de hipótesis.
Fuentes vinculadas a la investigación señalaron que no se descarta ninguna posibilidad. Entre los escenarios considerados figuran problemas técnicos con el teléfono, un robo o incluso un traslado a otra ciudad sin aviso previo. Aun así, el paso de los días sin ningún indicio concreto incrementa la inquietud y refuerza la necesidad de obtener datos nuevos.
En paralelo, los investigadores solicitaron la triangulación de antenas de telefonía para determinar la última ubicación conocida del celular del joven. Ese análisis podría aportar una referencia clave sobre el punto donde se interrumpió el contacto.
Quién es Maximiliano, el joven que llega más de tres semanas desaparecido
Maximiliano Echarri tiene 25 años, es de contextura delgada, mide alrededor de 1,70 metros, tiene tez morocha y cabello corto. Al momento de viajar llevaba su DNI, contaba con poco dinero y utilizaba redes sociales de manera activa. Sin embargo, no registra movimientos digitales desde el 10 de diciembre, fecha que coincide con la interrupción del contacto familiar.
Ese mismo día realizó su última publicación en Instagram. En la imagen se lo ve en una calle de Mar del Plata, con lentes de sol, una remera blanca y un chaleco negro. Desde entonces, no hubo nuevas señales.
La familia insiste en mantener visible el caso y solicita la colaboración de la sociedad. Cualquier dato, por mínimo que parezca, puede resultar relevante. Ante información que ayude a dar con el paradero de Maximiliano, se pide comunicarse al 911, acercarse a la dependencia policial más cercana o contactar a la Subcomisaría Harding Green al 291 486-0512. También se reciben aportes a través de Red Solidaria Mar del Plata, al 223 531-1774.
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