Se trata de Gino, hijo de Pablo Ansaloni, legislador por LLA. El hecho ocurrió el domingo 15 en la ciudad bonaerense de Colón. Buscan a un cuarto sospechoso.
La Justicia ordenó la captura de Gino Ansaloni, de 19 años, hijo del diputado nacional por La Libertad Avanza y sindicalista Pablo Miguel Ansaloni. El adolescente está acusado de haber participado en una violenta agresión en patota contra un menor de edad.
La fiscal Magdalena Brandt lo acusa de haber participado en la bestial golpiza en patota ocurrida el 15 de junio en la ciudad bonaerense de Colón, a la salida de la discoteca El Porteño, donde, luego de una discusión dentro del local, Ansaloni hijo y otros dos jóvenes, según la acusación en su contra, atacaron a un joven de 17 años que perdió dos dientes y sufrió una fractura en su mandíbula, un ataque idéntico al que le costó la vida a Fernando Báez Sosa en el verano de 2020.
Golpiza e intento de homicidio
El delito del que se acusa a Ansaloni y los otros dos involucrados es particularmente grave: tentativa de homicidio. La imputación fue definida por la fiscal Brandt, titular de la UFI N°1 de Colón, y ratificada por el juez del caso, César Solazzi, que firmó los pedidos de captura.
Las defensas de Ansaloni y otros acusados se constituyeron en la causa, donde presentaron varios recursos. La víctima, por su parte, constituyó un abogado querellante.
La fiscal Brandt, por otra parte, busca a un cuarto sospechoso, señalado por la víctima, del que se desconoce su nombre y, según la denuncia, participó de la agresión. Este sospechoso no fue filmado por la cámara de seguridad que capturó el hecho.
Mientras tanto, Brandt sigue de cerca la evolución médica de la víctima. Se esperan nuevas pericias en los próximos días.
Boliche y golpes, una realidad que se repite
El hecho ocurrió sobre la calle 16, a metros de la discoteca, luego de que los patovicas del lugar expulsaran a los implicados y a la víctima.
Allí, los sospechosos comienzan a golpear ferozmente al menor con patadas y puñetazos. Pese a los intentos de defensa del joven, la superioridad numérica y la violencia de los golpes resultaron determinantes. Por otra parte, nadie lo defendió: cuatro transeúntes observaron la escena sin interceder por él, lo mismo patovicas del lugar o efectivos de policía, tal como ocurrió con Fernando Báez Sosa.
Guadalupe, la hermana del joven agredido, aseveró en declaraciones a La Opinión: “Lo agarraron entre cuatro. Tenían todo preparado. En el video se ve todo lo que le hacen, es inhumano. Son asesinos”. El menor también sufrió hematomas, una lesión en su nariz y otra en un ojo. Su recuperación requerirá intervenciones quirúrgicas, rehabilitación prolongada y apoyo psicológico.
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