Una mamá internada por desnutrición y el increíble gesto solidario de una profe de fútbol conmueven a Trelew
La joven pesaba 30 kilos y la profesora de sus hijos, que la levantó de la cama y la llevó al hospital, los cuida en su casa. Ahora les busca adónde vivir.
Una historia durísima de pobreza extrema y a la vez de solidaridad conmueve a Trelew, donde una profesora de fútbol se convirtió en el ángel guardián de una madre y sus tres hijos en situación de extrema vulnerabilidad social.
Angie Alvarado, vecina del barrio Costanera, estuvo al borde de la muerte por desnutrición severa y neumonía. Su salvación llegó de la mano de Lorena Roht, la profesora de fútbol de sus hijos, quien al notar las faltas reiteradas de los nenes a sus clases deportivas decidió ir a su casa a ver qué pasaba..
Lo que encontró superó sus peores expectativas. La joven madre estaba postrada en una cama, sin fuerzas para levantarse, tras dos semanas de agonía. "La encontré sin poder moverse, pesando apenas 30 kilos", relató Lorena, quien forma parte del Club Defensores de Amaya junto a su esposo, Fabián.
El marido de la profesora había sido el primero en notar que algo grave podía avecinarse. "Un mes atrás, la había visto en un partido y ella misma le pidió sentarse en el auto porque no podía estar parada", explicó Lorena cuando se conoció el caso, el 10 de septiembre..
Una casa que se multiplicó por cinco
Sin dudarlo, Lorena cargó a Angie en su auto con la excusa de llevarla a dar un paseo. "Ella sacó fuerzas de donde no tenía, llegamos a casa, la bañé con su permiso porque sola no podía y le di de comer", recordó la profesora sobre esas primeras horas críticas.
El traslado al Hospital Zonal de Trelew no fue sencillo. Angie se resistía porque "no quería dejar a sus hijos, son muy apegados a ella". La solución fue que Lorena se comprometiera a cuidarlos durante toda la internación.
"Ahora soy mamá de cinco por el tiempo que Angie esté internada", explicó en su momento la docente. La casa de Lorena se transformó en refugio para los pequeños, quienes "todos los días lloraban por algo y era evidente que extrañaban a su mamá".
La situación que atravesaba la familia era desesperante. Angie "dormía en un colchón en el piso y compartía una casa precaria con su cuñada, que también tiene tres hijos", describió Lorena sobre las condiciones de hacinamiento y pobreza que padecían.
Neumonía y desnutrición
La madre había dejado pasar los síntomas pensando que tenía una gripe común. "Por miedo no pude ir al hospital, me quisieron llevar, dije que no. Y después, en un momento que ya no daba más, no me podía parar de la cama, no me podía sostener, mis hijos de ocho años me pedían que me levantara", relató Angie el jueves pasado a Jornada Radio, después de haber recibido el alta, pero todavía en plena recuperación.
"Me estaba dejando. Me sentía inservible, no podía hacer nada, parecía un trasto, no tenía fuerza para nada", confesó sobre esos días de postración total.
Tras más 21 días de internación, Angie salió del hospital el martes pasado, pero entre algodones. "La idea del médico era que salga únicamente con dos medicaciones y yo el día de hoy estoy con cinco medicaciones", explicó.
En busca de un techo
Ahora enfrenta otro desafío urgente: conseguir una vivienda digna. "El tema del alquiler es urgente, o sea, yo necesito también mi espacio. Lorena también necesita su espacio con su familia, su privacidad", planteó Angie, que dijo sentirse "como un peso" en casa de su salvadora.
"Tampoco quiero estar molestándola a ella y a su familia, que ya demasiado hicieron por mí, por mis hijos. Yo necesito un lugar donde quedarme con ellos, al menos hasta que pueda tener algo mío, propio", explicó.
El Servicio de Protección de los Derechos del Niño intervino tras el alta médica, realizando un acuerdo para crear una red de contención familiar. En ese momento, "llamó un señor diciendo que ya teníamos un alquiler donde ella podía ir", contó por su parte Lorena.
Sin embargo, la esperanza se desvaneció rápidamente. "Ese alquiler nunca existió, no lo pudimos tener porque a la tarde nos avisaron que no estaba disponible", lamentó la profesora. Además —según contó—, el jueves todavía estaban esperando un subsidio de alquiler prometido por las autoridades.
"Esperamos que las promesas no queden en el aire porque acá tendría que haber alguien que venga a firmar un contrato de alquiler o que nos diga por cuánto tiempo", reclamó Lorena.
La separación de 21 días entre madre e hijos no fue fácil. "Estar lejos de mis hijos veintiún días, fue la peor parte. Esto que pasamos, no se lo deseo a nadie", expresó Angie con dolor.
Lorena contó que "ella tiene un estado depresivo en el cual cualquier cosa le afecta emocionalmente". Los niños también sufren las consecuencias: "necesitan un lugar" estable donde recomponer la vida familiar.
La solidaridad de Trelew
Lorena no estuvo solo en un conmovedor gesto que todavía sostiene con increíble compromiso. En cuanto se hizo público el caso, se inició una ola de solidaridad en la comunidad de Trelew. "Mucha gente que no conozco se acercó a verme una hora (en el hospital) y me visita, o sea. Mmucha gente ayudó", agradeció Angie.
Los vecinos aportaron alimentos, productos de higiene y elementos básicos para equipar una futura vivienda. "Con todas las donaciones que recibimos, como frutas y cereales, los nenes buscan a cada rato una excusa para comer, porque saben que tienen alimentos a disposición", destacó Lorena.
Pese a las adversidades, Angie mantiene la determinación de reconstruir su vida. "Sí, sí, todas las ganas. Más que nada por mis hijos, porque ellos necesitan un bienestar el día de mañana", respondió cuando le preguntaron sobre sus ganas de salir adelante.
"Todo lo que sea, todo lo que sea necesario para que mis hijos estén bien. Para mí es todo", reafirmó su compromiso maternal.
Para colaborar con Angie y sus tres hijos, los interesados pueden comunicarse al 284-83-69-58.
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