"Estamos al horno": bares, carritos y viviendas, a merced de los delincuentes
Comerciantes están hartos de la inseguridad. Denunciaron el acoso de los delincuentes y hasta dos robos al día en bares, carritos y viviendas de esta ciudad.
Como lo fue en la zona oeste, hace un tiempo, ahora el blanco son los bares, carritos y restaurantes cercanos al río Limay. El pull de locales gastronómicos que sufre el acecho de los delincuentes registra hasta dos robos al día. Un caso es Baruk, donde los delincuentes ingresaron el domingo a las 7 y volvieron a entrar el mismo día, a las 10. Este martes, sin ir más lejos, robaron dos bombas de agua de la cervecería OWE.
"Imaginen un hombre que va por la calle con dos bombas de agua debajo del brazo, a las 2 de la madrugada... otro que lleva un grupo electrógeno dentro de un tacho de basura a las 5 de la mañana o que se pone al hombro un termotanque, a plena luz del día ¿Nadie pregunta qué hace con eso? La Policía, evidentemente, no está controlando. La ausencia es absoluta y necesitamos que alguien se ocupe de nuestra seguridad", expresaron los comerciantes gastronómicos del sector.
En diálogo con LMNeuquén, Pablo Méndez, dueño de la cervecería OWE, sostuvo que roban todos los días. "Sin exagerar, hasta dos o tres robos diarios", dijo.
Hace 15 o 20 días, el sector viene muy "castigado". Todos los comercios que están sobre la calle Olascoaga, cerca del río; las canchas de fútbol y los carritos. Inclusive algunas viviendas del barrio. "Todos estamos al horno", enfatizó.
Piden medidas para frenar la inseguridad
Desde la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica del Neuquén (AEHGN) apoyaron el reclamo. "Esta situación no solo genera un gran daño económico y material, sino que también pone en riesgo a los trabajadores. No es la primera vez que expresamos nuestra preocupación como asociación, además del repudio hacia este flagelo que parece no tener fin. Neuquén se convirtió en tierra de nadie y necesitamos que las autoridades municipales, en conjunto con la Policía, tomen las medidas necesarias para frenar estos hechos que atentan contra la comunidad", manifestaron.
Para el propietario de OWE, uno de los damnificados, los robos son sistemáticos y sin control. "Es impunidad plena, miran a las cámaras y ni siquiera se cubren", comentó. Nada parece intimidarlos. "Lo que encuentran, se lo llevan...garrafas, termotanques, bombas de agua, grupos electrógenos, escaleras...hasta platos y cubiertos, con el agravante que para robar muchas veces tienen que romper algo: vidrios, puertas, rejas", se quejó.
Los comerciantes indignados advierten que por la noche no aparece un solo móvil en las filmaciones. Sin embargo, cada vez que se acercan a la Comisaría Segunda a denunciar los hechos, la misma Policía les dice que sabe quiénes son. "Algunos están en situación de calle, otros no. Hoy a la mañana nos dijeron que había un grupo de chilenos hace cuatro días cometiendo robos". comentaron.
Preocupados por esta situación, desde el sector advirtieron que no descartan que en algún momento, se atrevan a robar cuando estén trabajando y haya clientes. Está previsto una reunión con representantes del área de Seguridad de la ciudad, pero algunos no se confían de grandes resultados porque en la zona centro pasó lo mismo hace un tiempo y no hubo mayores cambios. "Ahora, la inseguridad explotó en la zona nuestra", sostuvo Méndez.
"Las cosas cuestan una fortuna. Cada vez es más difícil, la rentabilidad es más pequeña, hay menos plata, menos clientes. Encima reponer cosas es un garrón y sentirte vulnerable o vulnerado. Estamos abandonados", expresó el comerciante afectado.
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