Silvia Cabañares: qué se sabe del detenido, la sorpresa en los allanamientos y el rol de la Policía de Neuquén
Tras darse a conocer hoy la detención de un hombre por el femicidio de Cabañares en Balsa Las Perlas, algunos detalles de la causa que permanece en estado reservado.
A casi dos años del hallazgo sin vida de Silvia Cabañares en Balsa Las Perlas, la investigación por su femicidio sumó un giro significativo e inesperado: este miércoles fue detenido un sospechoso a partir de un cruce de información territorial y telefónica, realizado en conjunto por las policías de Río Negro y Neuquén. La medida podría derivar en una audiencia de formulación de cargos.
Silvia fue hallada muerta el 26 de agosto de 2023. Desde entonces, la causa tramita en el Ministerio Público Fiscal de Cipolletti, con la intervención del fiscal Martín Pezzetta. Durante meses, la investigación avanzó sobre distintos frentes, pero fue el juicio por el abuso sexual grupal que ella denunció en vida lo que permitió consolidar una nueva línea de trabajo.
LM Cipolletti dialogó con el abogado que representa a la madre de Cabañares, César Alfaro, quien aseguró que la detención sorprendió pero también dio esperanzas ya que desde el entorno familiar y en la comunidad en general no se confiaba en el avance de la causa.
"Todavía no se puede revelar la identidad y se maneja con estricta confidencialidad ya que la causa es muy compleja y además el detenido no fue imputado" señaló Alfaro. Según pudo averiguar este medio, se trata de un joven rionegrino, sin causas judiciales.
Los allanamientos se produjeron en dos viviendas particulares, una ubicada en Neuquén capital y otra en Balsa Las Perlas, en donde también se trabajó en un terreno. En los operativos se secuestraron un importante cantidad de armas, municiones y otros elementos que serán peritados.
Lo que más llama la atención al menos hasta acá, según fuentes vinculadas a la investigación, es que el hombre tenga esa gran cantidad de elementos sin tener antecedentes. Al parecer, se trataría de una persona con un perfil relacionado al vandalismo. Otro de los puntos que mantiene a todos con incertidumbre es que el sujeto no aparece nombrado en ninguno de los testimonios que se han obtenido hasta hoy en estos casi dos años.
"Es imposible que sea el único involucrado, debe haber más gente, más que nada por cómo la mataron" reflexiona el letrado de la querella. Según la autopsia, a Silvia le habrían quitado la vida con una botella cortada que le generó una herida en el cuello, luego de eso, la apuñalaron 27 veces. Silvia, era paciente de salud mental y sin acceso a teléfono celular, fue víctima de un entramado de violencia que se vuelve cada vez más visible con el avance de estas investigaciones.
Aunque aún no se confirmó cuando, se espera que le formularán cargos por la autoría del hecho este viernes, sin embargo, es probable que su defensor solicite una prorroga para estudiar el caso. De todas maneras, existe la posibilidad de que mañana le dicten prisión preventiva. Por el momento, el detenido permanece alojado en sede policial.
Tecnología para dar con el sospechoso
Con las condenas firmes por el caso de abuso, se habilitó una nueva línea investigativa en la causa por el femicidio. A partir de fines de 2024, la Policía de Neuquén fue incorporada para realizar un análisis técnico de datos telefónicos, claves para reconstruir los movimientos previos a la muerte de Silvia.
El trabajo se centró en el estudio de registros de antenas de telefonía celular, rastros de neumáticos, huellas de calzado, manchas hemáticas y cientos de horas de videovigilancia. La información permitió detectar trayectos coincidentes con los movimientos de Silvia entre el balneario municipal y Balsa Las Perlas —una extensa zona de tránsito poco monitoreado— y delimitar la presencia de dispositivos desconocidos en esos recorridos.
Ese análisis llevó a identificar un “teléfono de interés” que, cruzado con datos de circulación aportados por la Policía de Río Negro, derivó en tres allanamientos simultáneos en distintos domicilios. De allí surgió la detención del sospechoso, cuya identidad aún no fue revelada oficialmente.
De la denuncia por abuso al inicio de otra causa
En septiembre de 2023, la madre de Silvia, se constituyó como querellante particular en la causa por femicidio. Pocos días después, se conoció que la víctima había denunciado haber sido víctima de un abuso sexual grupal ocurrido en la madrugada del 15 de mayo de ese mismo año. Ella misma identificó a uno de los agresores, Darío García, y señaló al resto por sus apodos: "el Chino", "el Tano", "el Tata" y "el Chiquito". Con el correr de la investigación se identificó formalmente a los implicados.
Los hechos fueron elevados a juicio bajo la modalidad de jurado popular en 2024. Allí se dictaron condenas contra cuatro de los cinco acusados: García, Laurín y Vidal recibieron 15 años de prisión como autores materiales, y Guerrero fue condenado a 12 años como partícipe necesario. Lautaro Jerez fue absuelto. Luego, el Tribunal de Impugnación redujo esas penas a 12 y 8 años respectivamente.
Aunque los hechos del abuso y el femicidio se investigaron en jurisdicciones distintas, la coordinación entre fuerzas permitió un abordaje integral.
Reconstrucción del caso de abuso contra Silvia Cabañares
El caso por el abuso sexual grupal contra Silvia Cabañares, ocurrido en Neuquén entre la noche del 14 y la madrugada del 15 de mayo de 2023, culminó con un juicio por jurado que emitió condenas contra cinco acusados. Según lo reconstruido en los alegatos finales, Silvia fue llevada por Darío García a un taller mecánico del barrio Confluencia, donde fue golpeada, drogada y agredida sexualmente por un grupo de hombres identificados como Raúl Horacio Vidal (“el Chino”), Jairo Luciano Laurín (“el Tano”), Oscar Alejandro Guerrero (“el Tata”) y Lautaro Emilio Jerez (“el Chiquito”).
La denuncia fue radicada el mismo día, cuando Silvia se presentó en la Comisaría 21 con lesiones visibles y en estado de crisis. La atención médica en el Hospital Castro Rendón confirmó signos físicos compatibles con una agresión sexual múltiple de carácter violento.
Las pruebas genéticas recolectadas arrojaron coincidencias con cuatro de los cinco acusados, y permitieron individualizar responsabilidades. En septiembre de 2024, el jurado declaró culpables a García, Vidal y Laurín, quienes fueron condenados a 15 años de prisión como autores. Guerrero recibió 12 años como partícipe necesario. Jerez, en cambio, no fue condenado.
El hecho fue calificado como abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas, conforme al artículo 119 del Código Penal.
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