Tras el femicidio de Silvia, aceleraron la investigación por el abuso
Los hoy acusados fueron identificados a inicios de este mes, cuatro meses luego del hecho. El sospechoso del femicidio, detenido y liberado días atrás, no es investigado por el abuso.
La identificación de los presuntos abusadores de Silvia Cabañares, la víctima de femicidio cuyo cuerpo fue encontrado días atrás en Balsa Las Perlas, se produjo días después de su asesinato. La demora en la investigación llama la atención y habla de un Estado que, una vez más, no llegó dar una respuesta a tiempo.
Cabe recordar que este martes se conoció que la mujer de 30 años víctima de femicidio había radicado en la Fiscalía neuquina una denuncia por violación contra cinco hombres de su entorno. Sea que el hecho esté o no relacionado a su muerte, la demora en la investigación implicó que la víctima nunca llegó a tener una respuesta concreta y el acompañamiento que se le brindó desde Salud no alcanzó.
Como informaron desde el Ministerio Público Fiscal (MPF), "a principios de julio, sobre la base de apodos mencionados por la víctima en la denuncia, el MPF recibió un informe policial que indicaba nombres de personas como los supuestos autores del abuso sexual. El informe identificaba a una persona y mencionaba a otras que frecuentaban el lugar donde fue cometido el hecho, pero no asociaba esos nombres con los apodos (aportados por la víctima). Por esta razón fue desestimado".
No obstante, las actuaciones no continuaron, sino que LMNeuquén pudo conocer que la investigación para dar con ellos recién fue retomada casi dos meses más tarde por orden del fiscal Manuel Islas, el 30 de agosto: 4 días después del hallazgo del cuerpo de Silvia. Esto finalmente llevó a la formulación de cargos contra los cinco sospechosos.
Puntualmente, hay dos cuestiones que al menos llaman la atención. En primer lugar, la demora en la asignación de un turno para la pericia de Cámara Gesell, clave para la causa. Aunque la víctima hizo su denuncia en mayo, el turno se le otorgó para el 2 de octubre. Se sabe que ese turno depende de la decisión del Gabinete de Psicología y Psiquiatría del Poder Judicial, pero, tratándose de una víctima tan vulnerable (era paciente de salud mental y tenía vinculación a las drogas), ¿no podría la Fiscalía haber pedido -y el Gabinete accedido- que se le diera celeridad a la pericia como ocurre en muchos otros casos?
En segundo lugar, está la demora en la investigación de los apodos otorgados por Silvia para identificar a sus abusadores. Recién un mes y medio luego de recibida la denuncia estuvo el primer intento por identificarlos, que la fiscalía declaró fallido y desestimó. Finalmente, la búsqueda de los autores se reanudó otros casi dos meses más tarde y, llamativamente, luego del hallazgo de la víctima asesinada.
Queda de manifiesto que la fiscalía parecía pretender esperar a la declaración en Cámara Gesell de octubre para avanzar en alguna otra pesquisa.
La pregunta clave que pesa sobre las cabezas de la Justicia neuquina: ¿Alguno de los involucrados tuvo participación en el femicidio de la mujer? O peor aún: ¿Se podría haber evitado su femicidio si se hubiera reunido la prueba para acusar y detener a los abusadores más rápido?
Por el momento, la Fiscalía sostiene que no hay indicios que apunten a la violación como un posible móvil del femicidio. De hecho, el abogado querellante César Alfaro -que representa a la familia de Silvia- confirmó a LMN que el hombre señalado como sospechoso por el femicidio que fue detenido y luego liberado a las horas días atrás por la Justicia de Río Negro, actualmente no es parte de la investigación por abuso que lleva adelante la Fiscalía neuquina.
Ahora, los investigadores de Río Negro y Neuquén trabajan de manera conjunta en caso de que se descubra tal vinculación entre los hechos.
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