En una semana agitada, los dólares operados a través de la Bolsa alcanzaron los mayores niveles en cuatro meses y el blue trepó $2.
Los dólares financieros (MEP y contado con liquidación -CCL-) terminaron la semana con importantes alzas luego de que siguieran cayendo los bonos argentinos en dólares usados para estas operaciones, algo que además impulsó al dólar blue.
En una semana agitada, los dólares operados a través de la Bolsa alcanzaron los mayores niveles en cuatro meses: el MEP hecho a través del bono AL30 trepó 1,6%, a $221, y el CCL con el GD30 subió 3,6%, hasta los $ 28.
Varios analistas ya habían advertido que la calma de los dólares financieros que venía de hace meses se interrumpiría por la fuerte suba inflacionaria, a lo que se sumó el reciente derrumbe del mercado de deuda local. La suba de las cotizaciones financieras a su vez puso presión al dólar blue, que el viernes subió $2 y llegó a $210 para la venta.
Los bonos ajustados por CER venían siendo muy demandados este año por la aceleración inflacionaria y la estabilidad cambiaria, pero ahora el mercado teme por los bonos más largos que vencen luego de las elecciones de 2023. Como ya ocurrió en el pasado, el temor es que el próximo gobierno decida estirar vencimientos, hacer quitas o bajar tasas para afrontar a la acumulación de vencimientos que habrá entonces.
El acuerdo con el FMI estipula que el déficit fiscal deberá cubrirse cada vez más con títulos en pesos para bajar la dependencia de la emisión monetaria, pero este panorama está complicado por la la menor receptividad del mercado para estos instrumentos. Ya en mayo había habido algunas alertas cuando el Tesoro no consiguió renovar totalmente sus vencimientos y debió colocar bonos de menor plazo.
Incluso el BCRA debió intervenir esta semana para evitar una crisis mayor comprando papeles de deuda ajustada por CER para sostener sus valores, algo que también acompañaron la Anses y otros organismos públicos. También, para calmar las aguas esta semana el ministro de Economía, Martín Guzmán, debió salir a decir que "nunca jamás" se va a defaultear la deuda en pesos y destacó que el acuerdo con el FMI marcha sobre ruedas porque “la primera revisión ha sido alcanzada y completada”..
Otra cuestión que preocupa al mercado es la dificultad que tiene el Banco Central para sumar dólares a sus reservas, pese a la temporada alta de liquidaciones por el alza de los precios internacionales de la soja y otras materias primas. El viernes, la entidad registró nuevamente un leve saldo de compras porque hay una elevada demanda de divisas para el pago de importaciones, sobre todo de energía, que la semana pasada demandó más de US$ 100 millones diarios.
El propio Guzmán debió reconocer que "el objetivo de acumular reservas es el más importante para que el país pueda seguir creciendo y atacando el problema de la inflación", aunque el mercado no sabe todavía cómo lo cumplirá. El único dato que dio el ministro fue que la política de acumulación de reservas “estará principalmente concentrada en la segunda mitad del año".
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