Ya quedan pocos consumidores que, al menos, no hayan oído hablar alguna vez de esta variedad bordelesa, que viene con estrella ascendente en Argentina.
A esta altura del partido, justo cuando ayer se celebró el día Mundial del Cabernet Franc (4 de diciembre ), quedan pocos bebedores que al menos no hayan oído hablar de esta variedad bordelesa. Hace una década y media, sin embargo, juntar un puñado de Cabernet Franc para reseñar podía ser una tarea ardua. Las cosas cambiaron rápido: sólo en mi último reporte de Argentina probé más de un centenar, lo que ya es todo un índice de que en materia de tintos el Franc viene con estrella ascendente. Y por eso el consumidor está cada vez más familiarizado con ella.
En pocas líneas el Cabernet Franc es una variedad oriunda de Burdeos que, en nuestro país, echó raíces profundas en el período que va del 2000 hasta hoy. Con una punta herbal en aromas, que a veces llega al pimiento verde y otras vira a la ceniza, ofrece también una atractiva combinación de frutas negra y roja; en boca es algo delgada para los tintos clásicos del país y ofrece unos taninos justos. Pero si hay algo que hace del Franc una rica posibilidad en la góndola local, es la capacidad de ofrecer diferentes sabores según el terruño.
A esta altura del partido, repetimos, es posible que incluso el lector ya tenga su favorito. Para otros, sin embargo, es aún un vino por descubrir. Cualquiera sea el caso, en este listado de 15 etiquetas estará la próxima compra.
El Enemigo Cabernet Franc 2018 de Gualtallary, es complejo, con una fruta negra y roja sobre una pizca de ceniza y jalapeño; de paladar suelto, el paso es suelto y lleno de sabor.
Rutini Single Vineyard Cabernet Franc 2018, de Gualtallary. Complejo, lleno de matices, ofrece un perfil de fruta negra y roja con paladar jugoso y con taninos de grip. Energía y delicadeza combinadas.
Luigi Bosca De Sangre Cabernet Franc 2018, Luján de Cuyo. Con una delicada nota de ceniza y pimiento verde, fluye en boca con elegancia y carácter.
Bianchi Particular Cabernet Franc 2018, Los Chacayes. De fruta roja y negra precisas, es intenso y caudaloso y llena la boca de sabor.
Trapiche Cabernet Franc Gran Medalla 2018, de La Consulta, despliega una nota de tomillo y hierbas sobre frutas negras; en boca los taninos pulidos dan relieve.
Mendel Cabernet Franc 2018 de Paraje Altamira, propone fruta negra y un trazo de jalapeño atractivo; en boca es tiene taninos de grano finos y paso jugoso.
FIN del Mundo Single Vineyard Cabernet Franc 2018, de San Patricio del Chañar, abre aromas de ceniza y fruta negra, con una boca fluida y de cuerpo medio.
Trivento Golden Reserve Blanck Series Cabernet Franc 2019, de Paraje Altamira, recuerda a cenizas y fruta negra, con pizca de tomillo; boca fluida, con taninos de tiza.
Riccitelli Viñedos de Montaña Cabernet Franc 2019, de Los Chacayes. Complejo, con matices de pólvora y ceniza, arándanos y frambuesa. Bien jugoso y con taninos pulidos.
Tinto Negro Uco Vallet Cabernet Franc 2020 propone una aromática herbal y de fruta negra, una pizca licorosa, con paladar de grano fino y frescura jugosa.
La Celia Pionner Cabernet Franc 2019. El primer ejemplar de Franc embotellado de Argentina sigue tan vigente como hace 19 venidimias: fruta roja y negra con pizca herbal y paladar lleno de sabor.
Terrazas de los Andes Cabernet Franc 2020 proviene de Los Chacayes. Recuerda a fruta negra y pizca herbal, con buena intensidad y paladar lleno y fluido a la vez.
SaurusBarrel Fermented Caberent Franc 2017, proviene de San Patricio del Chañar y ofrece una combinación de arándanos y ciruela, con trazo de ceniza, sobre n fondo de rica madera. Al paladar es delgado y con paso envolvente.
Pulenta Estate Gran Cabernet Franc 2018, de Agrelo, recuerda a morrón asado con pimienta y pizca de fruta negra; caudaloso e intenso, los taninos tersos suman suavidad.
Don Nicanor Barrel Select Cabernet Franc 2019 viene de Vista Flores y despliega aromas de hierbas y cerezas puros, sobre una madera fina; en boca es jugoso y con taninos rugosos que dan carácter.
Dónde está el Franc en el país
En Argentina hay 1352 hectáreas plantadas, de las que 1057 están en Mendoza, a razón de unas 286 en Luján de Cuyo, principalmente en Agrelo, mientras que 599 están plantadas en el Valle de Uco (281 en Tunuyán, 165 en Tupungato y 153 en San Carlos). En Patagonia hay 29 hectáreas en Neuquén y 23 en Río Negro. Si en 2002 apenas llegaba 252 hectáreas, el crecimiento da buena cuenta del interés que despierta hoy esta uva.
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