El actual entrenador de Boca fue recibido entre silbidos por algunos hinchas de la Academia, pero se llevó el abrazo de los jugadores que dirigió.
Fernando Gago volvió al Cilindro de Avellaneda. Esta vez, a diferencia de la última, llegó en calidad de rival -acérrimo-. La previa del encuentro entre Boca y Racing denotaba que el recibimiento para Gago podía ser hostil entendiendo que cuando fue entrenador de la Academia no tuvo feeling con los hinchas a pesar de algunos resultados positivos (dirigió más de 100 partidos y ganó dos títulos). Todo lo contrario sucedió con los jugadores.
Ni bien fue anunciado por la voz del estadio fue recibido con una silbatina por un sector de la hinchada académica generando un clima difícil para el entrenador que llegó a la institución en octubre de 2021 y renunció a su cargo dos años más tarde. Sin embargo los jugadores que ahora son entrenados por Gustavo Costas lo recibieron con mucho cariño.
Rápidamente Pintita fue recibido con abrazos y mensajes al oído para mantener la privacidad. Agustín Almendra, Gabriel Rojas, Nazareno Colombo, Gabriel Arias, Baltasar Rodríguez, Santiago Quiros, Juan Nardoni, Gaston Martirena y Facundo Mura fueron quienes se acercaron saludar al entrenador que previamente no se había inmutado ante el recibimiento de los hinchas.
El resumen de Racing-Boca
En el arranque, los dos equipos se mostraron ordenados y enfocados en evitar cualquier error en defensa. Así, las mejores ocasiones durante los primeros minutos fueron de pelota parada: tras un centro de Luciano Vietto, Agustín Almendra quedó solo y remató pifiado. Un rato después, Boca respondió con un gran envío aéreo de Williams Alarcón que Ayrton Costa cabeceó al lado del arco, pero su testazo pasó por encima del travesaño.
A los 15 minutos, una extraordinaria jugada colectiva le dio el primer tanto del encuentro al local: la Academia salió rápido desde el lateral con Gastón Martirena -y la colaboración inestimable del alcanzapelotas-, se la cedió a Santiago Solari y Vietto apareció solo por el centro del área para estampar el 1-0.
El Xeneize siguió golpeado y, en pos de atacar para conseguir la igualdad, presionó de manera irregular en más de una acción. El local aprovechó el desconcierto inicial para tener la pelota y, de media distancia, casi amplía diferencias gracias a un remate potente del propio Solari. Promediando la parte inaugural, Maravilla Martínez le bajó el balón al ex Villarreal, que disparó demasiado alto.
El equipo de Fernando Gago ensayó una tibia reacción que apenas generó zozobra en el arco rival: Alan Velasco probó desde lejos, pero Gabriel Arias contuvo sin problemas. Antes de que los conjuntos se retiraran al vestuario, la visita tuvo otra desatención luego de un saque de banda y Solari no fue preciso en su disparo. Con poco, el campeón de la Copa Sudamericana fue superior.
El comienzo del complemento le permitió a la visita acomodarse y ganar confianza con la pelota en los pies. Así y todo, solo logró algunas aproximaciones poco concretas desde los pies del Changuito Zeballos, desequilibrante, y Edinson Cavani. El uruguayo comandó, con un centro desde el costado izquierdo, una contra que cortó el arquero con un puñetazo.
La mejor del club azul y oro, curiosamente, surgió de una linda jugada individual de Juan Barinaga: el lateral ex Belgrano se sacó a un hombre de encima con un pequeño toque, dio media vuelta y sacó un bombazo con el empeine que pasó muy cerca del palo. La postura ultra ofensiva del cuadro de La Ribera lo dejó mal parado más de una vez y Martín Barrios contó con una inmejorable oportunidad para sentenciar el triunfo: mano a mano con Agustín Marchesín, la quiso pinchar y le salió un tiro débil.
De todas formas, a diez minutos del final apareció la polémica de la noche: en su afán de marcar a Frank Fabra, Juan Nardoni levantó ambos brazos dentro del área y el balón lo golpeó en una mano cuando estaba de espaldas. Si bien la situación provocó la intervención del VAR y que el árbitro Yael Falcón debiera revisarla más de una vez, el juez consideró que no correspondía cobrar penal.
Más allá de que lucía acorralado, Racing tenía una bala más y jugaba con la ventaja a su favor. Toto Belmonte cometió un error insólito, dio un pase para atrás y le dio inicio al segundo tanto de la Academia: Maxi Salas puso el cuerpo tras recibir de Matías Zaracho, remató y Maravilla apareció en el rebote para liquidar el clásico. Segundos después, Kevin Zenón, que acababa de ingresar, se fue expulsado por una fuerte patada.
Sin mostrar una gran versión, el anfitrión fue el justo ganador de un encuentro en el que Boca volvió a dejar varias cuentas pendientes en cuanto al juego. De todas formas, el Xeneize tendrá revancha rápidamente: el martes y ante su gente, será local frente a Independiente Rivadavia para volver a la senda del triunfo.
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