La extraordinaria cábala que tiene Julián Álvarez antes de empezar a jugar cada partido

Julián Álvarez se ha convertido en muy poco tiempo en uno de los mejores jugadores del mundo, y al parecer esto se debe a un secreto muy particular. Es que en las últimas horas se ha revelado una particular cábala que lo conecta directamente con la historia de River, el club que lo vio nacer futbolísticamente.

Este curioso ritual se ha convertido en una tradición para el delantero y ha llamado la atención de los hinchas de River gracias a un video compartido por el usuario @barberanaquino en la plataforma X (anteriormente Twitter).

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Julián Álvarez

En la secuencia muestra cómo Julián Álvarez, actualmente en el Manchester City, realiza una peculiar costumbre antes de cada partido. En el video, se puede observar al delantero metiendo un gol durante el precalentamiento y luego corriendo a toda velocidad hacia el vestuario, momentos antes de que comience el encuentro.

Esta cábala, que ha llamado la atención de los hinchas , se remonta a los años en que Julián Álvarez formaba parte del plantel de River, donde jugó entre 2018 y 2022 y ganó seis títulos. Lo sorprendente es que esta tradición tuvo su origen en la historia misma del club.

De qué ídolo de River, Julián Álvarez copió su cábala

La trilogía sobre el ídolo de River Plate, Ángel Labruna, escrita por el periodista Diego Borinsky, revela que Labruna, quien fuera una figura emblemática del club entre las décadas de 1940 y 1950, adoptó una estrategia similar en su época de futbolista. Esto se debió al consejo de Renato Cesarini, otro histórico del club.

Cesarini le aconsejó a Labruna en la temporada de 1946, cuando pasaba por un período de sequía goleadora. El Tano le indicó: "Tenés que volver a hacerte amigo del arco. Vos estás enojado con el gol. Antes de cada partido, pateá la pelota adentro, sin arquero. Vas a ver que eso te dará más confianza". Labruna siguió el consejo de Cesarini en un partido contra Huracán y logró marcar dos goles después de varios partidos sin anotaciones.

Con el tiempo, esta costumbre se convirtió en una tradición y la hinchada de River comenzó a esperar el momento en que Labruna hiciera su tiro sin arquero antes de cada partido, coreándolo con entusiasmo.