El árbitro del partido terminó protagonizando una polémica situación luego terminado el primer tiempo.
Este miércoles por la noche, cerrando la fecha del fútbol argentino, Boca le ganó por 3 a 0 a Banfield. En el Xeneize los grandes protagonistas de la noche fueron sus delanteros uruguayos; Edinson Cavani y Miguel Merentiel, quienes marcaron el primer y segundo gol del encuentro, sin embargo, quién también se robó todas las miradas fue Fernando Espinoza, el árbitro del partido, que terminó protagonizando un polémico momento.
Es que cuando terminó el primer tiempo, y el encuentro por ese entonces solo estaba con un gol a favor del Xeneize, todas las cámaras apuntaron al árbitro, que mientras estaba yendo al túnel, para poder descansar en el entretiempo empezó a hacer un duelo de miradas con los jugadores de Banfield, de una manera muy agresiva, en especial al defensor del Taladro, el paraguayo Cristian Núñez. Incluso los jugadores del equipo de Lomas de Zamora tuvieron que ir a calmar al árbitro, quien no parecía poder olvidar su rencilla con el defensor banfileño. Por suerte, el enfrentamiento no pasó a mayores, pero sí despertó mucha indignación por parte de los usuarios, quienes no vieron de buena manera la actitud del referí.
Cómo fue el triunfo de Boca frente a Banfield por 3 a 0
En el segundo tiempo, si bien la visita había conseguido emparejar el trámite en el complemento, cometió un insólito error en la salida que le permitió al conjunto azul y oro ampliar diferencias: el defensor Gabriel Aranda, casi sin oposición, le dejó la pelota servida a Merentiel, quien solo tuvo que amagar al arquero y sellar el 2-0 con la meta vacía.
Con el triunfo en el bolsillo y ante la tibia reacción de Banfield, los anfitriones sacaron el pie del acelerador y controlaron el encuentro tocando en la mitad del campo. Incluso, hubo tiempo para que el goleador ex Napoli y el lateral peruano se ganaran la ovación de la gente tras haber sido reemplazados.
Qué se le viene a Boca tras el triunfo con Banfield
Los cambios le dieron al Taladro algo de frescura en tres cuartos, aunque le costó abastecer a sus delanteros y evidenció falencias preocupantes en las transiciones. En esa sintonía, cuando el pleito se moría, el fondo de la visita cometió otro fallo increíble y Jabes Saralegui esquinó su tiro para poner cifras definitivas. Ante uno de los contrincantes más débiles del torneo, a Boca no le hizo falta florearse para conseguir los tres puntos y, con el duelo de octavos de la Copa Sudamericana frente a Cruzeiro en el horizonte, tuvo un necesario envión anímico.
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