La trama secreta que llevó a Ángel Di María a su vuelta a Rosario Central

Ángel Di María lo había dicho una y mil veces. Que su carrera profesional, brillante y repleta de títulos, no estaría completa sin una última función en Rosario Central. Ese deseo que repitió en cada entrevista, que pareció a punto de cumplirse en varias ocasiones y que fue postergado por motivos de fuerza mayor, finalmente se concretó: “Fideo” vuelve al club de sus amores.

El regreso quedó sellado en las últimas horas con su llegada a Rosario, después de despedirse de sus compañeros y cuerpo técnico del Benfica, con quienes había acordado disputar el Mundial de Clubes antes de volver a casa. Aunque lo que parecía una visita familiar se convirtió en una firma silenciosa, la noticia no tardó en recorrer el país y el mundo: uno de los mejores jugadores de la historia reciente de la Selección Argentina pegará la vuelta al club que lo vio nacer.

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Ángel Di María

Cómo se dio la llegada de Ángel Di María a Rosario Central

La historia tiene todos los condimentos de una película. Di María debutó profesionalmente con la camiseta auriazul a los 17 años y, dos años más tarde, fue vendido al Benfica por seis millones de euros, tras brillar en el Mundial Sub-20 de Canadá 2007. Desde entonces, construyó una carrera impresionante: pasó por los gigantes de Europa, ganó 36 títulos, y fue parte fundamental de la era más gloriosa de la Selección Argentina, conquistando la Copa América, la Finalissima y el Mundial de Qatar.

Sin embargo, la vuelta a Central no fue sencilla. Estuvo cerca de concretarse en 2024, pero los trágicos episodios de inseguridad en Rosario, que incluyeron amenazas a su familia y un mensaje mafioso que involucró una caja con una cabeza de cerdo y una bala, lo obligaron a dar marcha atrás, pese a tener todo acordado con el presidente del club, Gonzalo Belloso.

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Ángel Di María en su primer paso por Rosario Central

Los problemas que retrasaron su llegada a Rosario Central

“Dejaron en la inmobiliaria de mi hermana una caja con una cabeza de chancho y una bala en la frente, con una nota que decía que, si volvía, la próxima cabeza sería la de mi hija Pía”, había contado con crudeza.

El tiempo pasó, algunos responsables fueron detenidos, y Di María pudo recuperar la tranquilidad. Sumado al crecimiento institucional del club, el buen momento futbolístico del equipo con un plantel competitivo, y la insistencia de Belloso —su excompañero en 2005 y actual presidente de Central—, la decisión finalmente maduró. Di María rechazó propuestas millonarias del exterior, incluso de clubes que también jugarán el Mundial de Clubes, para priorizar el deseo del corazón.