Novak Djokovic y su emocionante consagración en los Juegos Olímpicos

A los 37 años, Novak Djokovic logró el título que le faltaba en los Juegos Olímpicos de París 2024. Derrotó en la final a Carlos Alcaraz con una actuación fenomenal y festejó en el mismo predio donde se juega Roland Garros todos los años.

Ganador de todos los títulos de Grand Slam, los Masters 1000 y el ATP Finals y poseedor de casi todos los récords en el tenis, parecía que los Juegos Olímpicos iban a ser su única cuota pendiente.

Fueron esquivos durante toda su carrera: en Beijing 2008 cayó frente a Rafael Nadal en semifinales y se tuvo que conformar con el bronce, en Londres 2012 y Río 2016 el argentino Juan Martín del Potro se convirtió en su pesadilla, mientras que en Tokio 2021, cuando fue el único integrante del “big four” en participar y parecía que el oro era inevitable, apareció el alemán Alexander Zverev para amargarle la fiesta.

El día que Nole completó el tenis

En una final inolvidable ante el español Carlos Alcaraz, Djokovic sacó un extra en los tie-breaks y demostró por qué es el tenista más ganador de la historia.

Fue con un doble 7-6, un marcador que demuestra lo ajustado de un trámite que se definió de la manera más tensa posible. Teniendo en cuenta que le lleva 16 años a su rival, que era el único título que le faltaba y que era su última oportunidad, el triunfo de Nole tiene una épica que incrementa su valor.

Pero además del resultado en sí, uno de los tantos factores destacables es el nivel de juego que mostraron en el partido decisivo. Se mejoraron mutuamente, como pasa con los grandes deportistas de la historia. Nole ya tiene ese lugar ganado hace rato y Charly será uno de los dueños del tenis por más de una década por lo menos.

Esta vez fue el serbio quien prevaleció. Para algunos fue sorpresa por la diferencia en la capacidad física. Ayudó el hecho de que la final fuese al mejor de tres y no de cinco como pasa en los torneos grandes del circuito.

Más allá de los detalles, la consagración de Djokovic es merecida y justa.

Djokovic corrió siempre desde atrás para conseguir los récords más importantes. Tuvo que esperar hasta los 33 años para superar a Federer y convertirse en el tenista con más semanas como número 1 del mundo. Lo mismo ocurrió cuando a los 36 años superó a Nadal y se transformó en el tenista con más títulos de Grand Slam.

Y ahora logra a los 37 años algo que solo Andre Agassi había alcanzado en la historia: ganar todos los torneos importantes (los cuatro Grand Slam, el ATP Finals y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos).

Cada uno puede tener sus preferencias. La elegancia de Federer enamora a unos y la garra de Nadal a otros, pero es inevitable reconocer que el tenista más ganador de todos los tiempos es Novak Djokovic.

Y, pese a sus 37 años, parece que todavía tiene mucha nafta en el tanque para seguir entre los mejores.

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