Paracaidistas argentinos saltaron desde la estratósfera y lograron un récord mundial
El equipo nacional contó con el apoyo de expertos en el deporte y en oxigenación, así como con la supervisión del juez de la Federación Internacional de Aviación. Cómo fue la gran proeza.
Alegría para el paracaidismo argentino, luego de que los paracaidistas Alejandro Montagna y Marcelo Vives batieron un récord mundial al realizar un salto en caída libre desde la estratósfera en plena noche. La hazaña fue lograda en las primeras horas de este domingo y estableció un nuevo estándar para el salto nocturno a gran altitud, superando la marca anterior vigente desde 2019.
Montagna y Vives, impulsados por su obsesión por romper récords y superar desafíos, lograron saltar desde una impresionante altitud de 13 mil metros, desafiando el frío extremo, la velocidad y la oscuridad de la noche. Este salto nocturno fue el resultado de un año de meticuloso trabajo y una considerable inversión económica, que culminó en una hazaña sin precedentes en la historia del paracaidismo.
“Fue muy zarpado. Tengo 4500 saltos, pero esto supera todos los hechos hasta hoy. Fue muy intenso, el frío, la velocidad, la máscara de oxígeno, el tiempo de caída libre”, comentó Alejandro Montagna minutos después de aterrizar. “Al principio, durante el primer minuto, Marcelo y yo no sabíamos si estábamos sobre la zona de aterrizaje o no. La visual era muy confusa desde tanta altura”, agregó, refiriéndose a la dificultad de orientarse en la oscuridad desde la estratósfera.
La magnitud de la hazaña que lograron los paracaidistas
El desafío fue aún mayor considerando las condiciones extremas: la temperatura real alcanzaba los -60°C, con una sensación térmica de -100°C, y los paracaidistas descendían a una velocidad de 300 kilómetros por hora. Para evitar los riesgos asociados a la falta de oxígeno en tales altitudes, los participantes estuvieron conectados a sistemas de oxígeno puro durante todo el vuelo y el descenso.
Paso a paso de la hazaña
Para realizar la hazaña, Montagna y Vives estuvieron acompañados por el paracaidista estadounidense Tylor Flurry. Despegaron desde el aeródromo WTS, cercano a Memphis, Tennessee, a las 3:20 de la madrugada, hora argentina. La misión, que incluyó una planificación rigurosa y el uso de tecnología avanzada para asegurar el éxito, concluyó con una celebración apenas pasada las 4 de la mañana, cuando los paracaidistas estaban de vuelta en tierra firme.
El récord anterior, establecido por Andy Stumpf el 26 de enero de 2019 con un salto desde 36.000 pies (aproximadamente 10.973 metros), fue superado por Montagna y Vives con su salto desde 13.000 metros. A pesar de que el récord aún debe ser oficialmente certificado, la Federación Internacional de Aviación ya revisó y homologado la altura alcanzada por los argentinos.
El salto no estuvo exento de dificultades. “A pesar de los vientos cruzados, bastante fuertes a baja altura, Taylor y yo logramos aterrizar a pocos metros de las balizas. Marcelo tuvo dificultades y casi aterriza en los árboles, pero afortunadamente evitó un problema mayor”, detalló Montagna. Marcelo Vives, que tuvo problemas con sus cubre guantes durante el descenso, también superó un aterrizaje complicado.
Montagna, junto a los pilotos Mike Mullins y Mike Turner, los expertos en oxígeno Thomas Oquinns y Paul Gholson, y el juez de la Federación Internacional de Aviación, Scott Callantine, completaron un equipo altamente especializado para llevar a cabo esta misión histórica. La prueba se realizó a una hora en la que se obtuvo el permiso especial, dado que no había aviones comerciales en el área.
“En los deportes extremos, tenés que tener muy claro tus límites. Pero si aparece algo, lo analizaremos y lo trataremos con la misma seriedad que este proyecto”, concluyó el paracaidista Montagna, quien dejó abierta la posibilidad de futuros desafíos, siempre bajo una planificación rigurosa y con un enfoque profesional.
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