El elenco de Núñez irá en búsqueda de la victoria ante Monterrey que lo meta en los octavos de final del Mundial de Clubes.
River se juega más que tres puntos esta noche desde las 22 ante Monterrey de México donde buscará la victoria para clasificarse a los octavos de final del Mundial de Clubes que se disputa en Estados Unidos. Marcelo Gallardo quiere ser protagonista en el certamen y saldrá con la intención de imponer condiciones ante el club que dirigía Martín Demichelis.
Para el elenco de Núñez puede haber buenas noticias en lo deportivo si consigue la victoria en el estadio Rose Bowl de Pasadena como también en el área administrativo, principalmente en la tesorería del club. Es que el partido tiene sobre la mesa la posibilidad de hacerse acreedor de casi 10 millones de dólares si el partido termina con victoria.
El torneo de FIFA dispuso de un premio de dos millones de dólares por partido ganado (si supera a los mexicanos, automáticamente River sumará ese monto) y, a su vez, el pase a los octavos de final del certamen será recompensado con 7,5 millones de la misma moneda (objetivo que logrará si consigue la victoria). Es decir que en la sumatoria de ambos reconocimientos en caso de que gane, River sumaría 9,5 millones de la moneda estadounidense.
Cabe recordar que solo por participar del certamen ecuménico de clubes, el club se abrochó 15,21 millones, sumado a los dos millones por la victoria ante Urawa Red Diamonds por 3-1. Contemplando el monto que ya tiene en su bolsillo (17,21 M) más los 9,5 M que puede ganar este sábado, podría llegar a los 26,71M en premios, cifras que superan las operaciones individuales por la venta de Julián Álvarez y también de Claudio Echeverri.
Los premios por resultados en el torneo
Fase de grupos: 2 millones por victoria y 1 millón por empate
Octavos de final: 7,5 millones
Cuartos de final: 13,125 millones
Semifinales: 21 millones
Subcampeón: 30 millones
Campeón: 40 millones adicionales al total acumulado por fases
Un ex River que juega en el Rayados habló en la previa al cruce del Mundial de Clubes
Lucas Ocampos vive un torbellino de emociones que lo atraviesa en la previa del partido que disputará este sábado con Rayados de Monterrey frente a River, por la segunda fecha del Grupo E del Mundial de Clubes. En el Rose Bowl de Pasadena, California, el delantero santafesino de 30 años enfrentará al club que lo vio nacer futbolísticamente, y con el que mantiene un lazo emocional que el tiempo y los kilómetros no han podido deshilachar.
Desde que el sorteo del certamen internacional marcó el posible cruce entre el Millonario y el conjunto mexicano, Ocampos supo que, más allá del resultado, el encuentro sería especial. “Mi corazón va a estar totalmente dividido. Por un lado está mi trabajo, la profesionalidad que llevo”, explicó. “Y por el otro, el sentimiento del hincha, el cariño y lo especial que va a ser para mí jugar contra mi equipo, el club donde salí”.
Lucas Ocampos, entre el Rayados y su pasado de River
River no es un simple rival para Ocampos. Es la institución que apostó por él a los 15 años, comprando la mitad de su pase a Quilmes tras una destacada actuación en el Sudamericano Sub 15. Allí, en las Inferiores de Núñez, se formó y dio el salto a la Primera de la mano de Matías Almeyda, con quien logró el ascenso en la temporada 2011/12. Su debut se produjo en la victoria frente a Chacarita por 1-0, y no tardó en destacarse: jugó 40 partidos y marcó siete goles antes de ser transferido en 2012 al Mónaco, en una operación que dejó 8 millones de dólares netos al club.
Desde entonces, su carrera continuó en el Olympique de Marsella, Genoa, Milan, Sevilla y Ajax, antes de recalar en Monterrey, donde encontró continuidad y un equipo competitivo que hoy pelea por clasificar a la próxima instancia del Mundial de Clubes. En su nueva casa, comparte plantel con otros argentinos y sueña con dejar huella en una competencia que lo vuelve a cruzar con su pasado.
Lucas Ocampos habló del partido con River
“Intentaré jugar de la mejor manera para llevar a Monterrey a la siguiente fase”, remarcó con profesionalismo, aunque sin ocultar lo que le genera el partido. “Va a ser muy especial, porque enfrente estará el club de donde salí y que me formó. Esto es un trabajo y habrá que dejar de lado el cariño”, agregó, consciente de que sus sentimientos deberán quedar a un costado una vez que el árbitro marque el inicio.
El empate de Rayados en el debut ante Inter de Milán sumó tensión al duelo ante River, que también llega con necesidades tras su victoria ajustada frente a Urawa. El partido puede definir buena parte del destino de ambos en el torneo, y Ocampos será una de las piezas clave en la estrategia de Monterrey para avanzar.
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